Capítulo 13: La pequeña estrella y la pequeña serpiente

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Hermione frunció el ceño mientras miraba a sus compañeros cuchichear entre ellos, Harry Potter y Ronald Weasley parecían buscar problemas a donde quiera que fueran. A Hermione no le agradaban. Eran demasiado problemáticos, llenos de tonterías y sin ningún deseo de aprender. Potter parecía querer aprender algo en algunas clases, pero Weasley... ¡Ese tonto! ¡Ni siquiera parecía querer aprender una sola cosa!

"¿Qué estás mirando?" Una voz infantil sonó a su lado. Era Blaise Zabini.

"Zabini." Hermione lo saludó, extendiendo su mano.

"Granger." Él saludó de vuelta, tomando su mano caballerosamente y dejando un pequeño beso en el dorso.

Hermione quitó su mano de la del niño suavemente, mientras regresaba la vista

"Estoy... mirando a los estúpidos." Hermione

"¿Potter y Weasley?" Blaise arqueó una ceja. "Weasley es algo que puedo entender. Todos sabemos que él no es la persona con más cerebro en esta escuela. Pero, ¿Potter?"

"¿Qué hay con Harry?" Hermione frunció el ceño, pasando a mirarlo.

"Él es el niño que vivió, ¿no?" Blaise la miró como si su razonamiento fuera fácil. "Es poderoso, según lo que dicen los rumores. Oí a los adultos hablando sobre eso, de cómo la magia lo protege desde el momento de su nacimiento. Un niño amado por Magia y por los Dioses."

"Poderoso no es lo mismo que inteligente. La inteligencia es algo de lo que muchos pueden gozar, te permite conocer cosas. Conseguir cosas. El poder es diferente, puedes conseguirlo, pero aun así ser un ignorante manipulable."

"¿Eres de las que manipulan?" Blaise cuestionó. Una sonrisita juguetona en los labios.

"Podría, sí." Hermione lo aceptó fácilmente, sin culpa. "Mi padre me enseñó cómo hacerlo. De todos modos, como te decía, si raíz de la inteligencia es el conocimiento, entonces la raíz del poder, del verdadero poder y no esa cosa tonta que creen tener cuando tienen una posición un poco más elevada o subordinados débiles e insulsos bajo su mando, es la inteligencia."

Blaise asintió, pareciendo comprender las palabras de la niña. No fue difícil, de hecho, fue bastante fácil entender el punto de vista de Hermione. Especialmente para una mente astuta como la suya.

"Pero, en todo caso, incluso si es protegido por la magia y por los Dioses, ¿no debería aprender de todos modos?"

Blaise se encogió de hombros. "Supongo." Le dijo. "Pero él es un Gryffindor."

"¿Qué hay con eso?"

"Idiota imprudente." Blaise dijo con indiferencia. Su acento italiano resaltando como siempre en su voz. "Palabras diferentes, mismo significados."

"Soy una Gryffindor." Hermione le recalcó.

"Solo porque dices ser hija de muggles." Blaise se encogió de hombros. "Pudiste ser Slytherin. Mientras más hablo contigo, más Slytherin pareces... o Ravenclaw. En mi opinión imparcial, ambas son buenas."

Hermione rodó los ojos, llevando la vista nuevamente a su libro. Blaise se quedó a su lado en silencio, su espalda apoyándose en el árbol junto al que Hermione estaba sentada. Sus ojos observando silenciosamente a los niños a su alrededor.

La niña no preguntó porque Blaise estaba allí con ella, especialmente teniendo en cuenta que tenía muchos otros amigos más agradables y divertidos dispuestos a pasar tiempo con él. Blaise fue raro en ese sentido. A ningún otro niño parecía agradarle Hermione debido a su carácter y personalidad. Solían evitarla como la peste, pero por algún motivo eso no funcionaba con Blaise. Su mirada juguetona que escondía una inteligencia calculadora y astuta parecía ver algo en Hermione que nadie más veía, ni siquiera la propia Hermione.

Fue extraño.

Hizo que Hermione se sintiera incómoda y temerosa de perder a la única persona que se le acercaba en la escuela (aparte de Neville) si decía alguna cosa equivocada. Aun así, ella no podía evitar actuar como siempre lo hacía. Sin tapujos y sin ocultar nada, siendo directa y franca. Y a veces demasiado brutal con sus opiniones (una cosa que parecía compartir con su padre). Ella sabía que era un poco pesada a veces, pero no pensaba cambiarlo. Su padre le había dicho una vez que no cambiara por nadie que no mereciera la pena amar y ella seguiría ese consejo fielmente.

Por otra parte, a Blaise no parecía importarle escuchar sus ideas u opiniones. Una vez le dijo que le parecía interesante, pero no ofreció nada más que eso. Él tampoco parecía incómodo cuando ella expresaba sus puntos de vista o lo corregía con algo. Ni siquiera se enojaba si ella actuaba como una sabelotodo en clases, aunque generalmente él se lo devolvía en alguna otra área. 

Hermione no lo entendía.

Pero estaba bien, ella no quería entenderlo. No necesitaba entenderlo.

Él era su... aliado, sí. Y no necesitaba entender a su aliado para tenerlo cerca, no mientras le fuera útil para ignorar su soledad en esa escuela.

"¿Qué tienen los Slytherin contra los hijos de muggle?" Hermione cuestionó aquello que había estado en su mente desde hace días después de haber estado observando el comportamiento de los niños en la escuela.

"Simple." Blaise respondió, casi instantáneamente. "Algunas de las familias más conservadoras sienten que sus tradiciones y formas de vida se ven amenazas debido a la presencia e influencia de los hijos de muggles en la población mágica. Ellos no respetan las tradiciones, sino que las ignoran o las cambian. O las ven como obsoletas, lo que es una pena considerando lo mucho que te amplían mágicamente nuestras tradiciones."

Hubo una pausa, donde Blaise miró a Hermione asegurándose de que comprendiera. Luego agregó: 

"Por lo que, como magos con la cultura arraigada en nuestro interior desde nuestro nacimiento, nosotros también terminamos odiando a los hijos de muggles después de notar cómo desprecian nuestra cultura."

"Pero no es nuestra culpa." Hermione defendió instantáneamente a los hijos de muggles. "Nosotros, los hijos de muggles, muchas veces no tenemos conocimientos de sus tradiciones por lo que no sabemos si estamos haciendo cosas buenas o malas... o si estamos ignorando algo."

"Sí, yo también pensé en eso." Blaise dijo. "Pensé que sería mejor enseñar a los otros niños desde que tienen su primera presentación de magia accidental. Pero, como era de esperar, cuando lo mencione en una reunión de los adultos simplemente me ignoraron."

"Bueno, creo que eso fue tonto de parte de los adultos." Hermione le ofreció una sonrisa al niño. "Porque es una idea maravillosa."

Blaise la miró por unos segundos y luego sonrió ampliamente, pareciendo orgulloso. "Obviamente." Se jactó. "Porque soy increíblemente brillante y, además, atractivo. Una delicia para los ojos y oídos."

"¿Qué tiene que ver ser brillante con ser guapo?" Hermione cuestionó, confundida.

"Toda la gente guapa es inteligente, especialmente los Zabini."

"También soy inteligente."

"¿Ves?" Blaise le dio una mirada. "Tengo razón." Él se pavoneó mientras decía: "Pero claro, siempre la tengo."

Hermione puso los ojos en blanco.

Blaise era raro (y tal vez fue por eso que él no se apartó de su lado a pesar de todo). 

La estrella más brillante entre las constelaciones |Regulus Black|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora