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-¡Ahh! ¡Auxilio!

Jungkook tenía el ceño fruncido,
haciendo iluminar el azul de
su mirada fierezca, mientras
arrastraba de los cabellos al omega
pelirrojo, no le importaba si este
no podía sostenerse de sus pies o
si quiera como este gritaba. Nada
importaba en ese momento más
que sacar a esa ramera de su nido y
de su tienda.

¿Cómo se atrevía a poner su
asqueroso cuerpo en su nido?

Jungkook sintió como su pecho ardió
por aquello, cómo cada parte de
su ser se molestaba por ver a otro
omega en donde su alfa le había
hecho su marca, lo había tomado,
donde se suponía tendría sus
cachorros. ¿Cómo era eso posible?

No le importaría si el omega
estuviera desnudo y a merced de
rasguños. A pasos firmes se dirigió
hacia donde él se encontraba,
no podía soportar el nudo que
se había formado en su pecho y
garganta.

Su nido.

-¡Ah!-Jungkook lo sacó de su tienda,
tomándolo del cabello y jalando
de él con la fuerza de un alfa y con
la furia que solo un omega podía
emitir. Soltaba gruñidos de a par
mientras caminaba lento por los
jalones del omega para soltarse,
pero le fue imposible.

No dijo ni una sola palabra hasta
ese momento donde su sirvienta
vino.

-¡Yhar!

-Auxilio-sollozo el omega
pelirrojo, siendo arrojado hacia las
tierras de afuera.

La luna brillaba intensamente,
mientras el omega ojiazul
abofeteaba al omega en el suelo
que como podia se cubría, mientras
mas servidores del omega del Yher,
llegaban en salvación de éste, sin
imaginarse que era él quien era el
que repartía los golpes.

-¡¿Como osas?! ¡En mi nido!-grito
Jungkook, mientras la cólera le subía
por su garganta. Quería matar a ese
omega, quería hacerlo con todas
sus fuerzas. -¡¿Entras desnudo a
mi nido y no esperas un castigo?!
¡¿Eh?!-lo abofeteó nuevamente.

Las llamaradas en sus ojos y su
pecho ardiendo, lo hacían más
peligroso de lo que se veía.

Su rostro estaba rojo por la rabia.

Parecía una amenaza mientras
tomaba nuevamente al omega
pelirrojo de sus cabellos,
levantando su rostro magullado.

Le gruño, haciéndolo estremecer
como solo un omega furioso podía
hacerlo.

-¡Jungkook!

Esa voz...

Los orbes zafiro de Jungkook
soltaron espesas lágrimas,
sintiéndose desprotegido,
ofendido e insultado...

Necesitaba a su alfa.

Gimió. Soltando un desolador
chillido. Haciendo tapar a los
presentes sus orejas. Dolía,
el chillido era tan agudo que
lastimaba a cualquiera que lo
oyera, haciendo actuar a su alfa
inmediatamente.

El alfa ojiverde que había
presenciado la escena de su omega
golpeando a otro que por lo que
veía no podía protegerse o rebatir
los golpes.

Jungkook corrió hacia su pecho,
abrazándolo y chillando con
desesperación. Su pecho aún era
un remolino de emociones por
sentir a su omega.

¿Qué había pasado?

Su omega no podía contener el
llanto que parecía torturar a su alfa
de tan solo escucharlo.

-Omega...

-Mi nido... N-nuestro nido fue
infestado por esta ramera... -
sollozo más el omega. Encajando
su rostro hacia el cuello del alfa,
pidiendo atención, pidiendo que
los orbes esmeralda que veía
atónito al omega en el suelo, lo
mirasen-¡No lo mires!

fierce 𓍢 ִֶָ  jikook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora