6. Mal se fue.

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HENRY MIRABA ATENTAMENTE el trabajo de su novia, quien arreglaba el vestido de Mal

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HENRY MIRABA ATENTAMENTE el trabajo de su novia, quien arreglaba el vestido de Mal.

—Okey, Evie, ahora sí que no respiro.— La peliazul apretó con fuerza el vestido.

—Respira después del baile.

—En realidad lo dudo.— Henry escuchaba atentamente mientras comía una bolsa de papas acostado en la cama.—Tengo como 20 eventos más después y ya he olvidado cual es cada evento.— Henry entendió lo que sentía Mal, cuando el sea coronado como rey de su reino no tendrá en nada más que pensar si no en sus responsabilidades, admirada de cierta forma a Mal, una chica que no sabía mucho del tema consiguió sobrellevarlo.

—Muak.— Evie lanzo un beso hacia su trabajo.—Impecable.— Murmuró para ella misma.

—Evie.— Mal llamo a su amiga.

—Mhm.

—¿No has pensado sobre qué estaríamos haciendo en la isla?

Evie rió como si de una broma se tratase.—Si, que divertido.— Las noticias aparecieron en la tele.— Ah, ¿quien estará en la tele?— Evie preguntó emocionada.

—La pareja real, continuo con su viaje por el reino y ceno con Aladdin y Jazmín. Hace tres meses nadie pensaba que el rey Ben y su novia del otro lado del puente estarían juntos. Mal debe estar contando los días para el baile real.— Mal se sentó en la cama en donde se encontraba Henry, quien solo le dedico una mirada.—Cuando se convertirá oficialmente en dama...

Henry observo de reojo como Mal tomaba su libro de la mesita de noche y rebuscaba entre las páginas.—Leelo pronto no tardes mucho, no olvidemos lo que busco.— Mal recitó el hechizo y Henry miró a su novia, su expresión no era agradable.

—Conozco tú secreto para ser una dama y a Ben no le gustaría nada. ¿No ha habido suficiente secretos entre los dos?

—Evie, no olvides como era yo antes de usar mi libro de encantamientos, era un completo desastre.

—Voy a dar mi humilde opinión, si yo tuviera un libro de encantamientos, lo usaría.— Henry hablo y su novia casi lo mata con la mirada.

—Nada en ti es humilde.— Evie le tiro un cojín en su rostro, Henry jadeo con sorpresa y se quedó callado luego del regaño.

—Bueno, me parece que como tú mejor amiga que esté libro de encantamientos pertenece al museo junto a mi espejo.—Evie tomó el libro, y Mal le reprochó con la mirada.— Cambia esa mirada. Cambia esa cara. Mhm, es la verdad.

—¿No extrañas un poco hacer lo que quieres y no seguir reglas?

—¿Robar, engañar y pelear?

—Si.— Exclamó con una sonrisa.

—No.

—¿Que?

—¿Por qué extrañarlo? M, ven aquí, mira dónde estás, vamos, estamos en Auradon. Somos chicas de Auradon ahora. ¿Lo ves?, esta es la tierra de las oportunidades, seremos lo que sea que deseemos ser.

KING - DESCENDIENTES -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora