CAPÍTULO 7: (parte 1) ¿CAFÉ?

67 5 1
                                    


Creo que nunca había dormido tan bien... Esta cama es tan cómoda que me cuesta abrir los ojos. Estoy tan a gusto, acurrucada, tapadita con la manta, abrazada a Carter...

¿Carter? Abro los ojos de golpe cuando reacciono y me doy cuenta de que, efectivamente, son los brazos de Carter los que me rodean la cintura desde atrás. ¿Se ha metido en mi cama a media noche? No. No es eso. Miro bien a mi alrededor y veo que no estamos en el dormitorio de invitados, estamos en su salón, en el sofá. No sé cómo hemos acabado aquí, yo me dormí arriba, en la cama. ¿Me ha traído dormida? Pero, ¿Por qué al sofá?

Me intento mover para incorporarme, pero cuando apenas me he movido un centímetro, los brazos que me rodean tiran de mí con fuerza para volver a colocarme en la posición inicial.

- ¿Dónde vas? -Creo que la voz de Carter recién despierto es lo más sexy que he escuchado nunca.

-Me quiero levantar.

-Es muy pronto, sigue durmiendo. -Me agarra aun con más fuerza, haciendo imposible que me levante si él no quiere.

-Carter, ¿Por qué estamos durmiendo en el sofá? ¿Y por qué estamos durmiendo juntos? -Le pego en el brazo.

-Porque anoche te dio por hacerte la sonámbula y te negabas a irte a la cama.

Pongo los ojos en blanco con su respuesta. Hacía ya un tiempo que no me pasaba lo de estar sonámbula, creo que porque hacía años que no me perseguían mis preocupaciones cuando dormía. Todo el día de ayer hizo que me fuera a la cama bastante estresada y seguro que eso no dejó que durmiera tranquila y que me levantara sonámbula. Pero eso no explica todo.

- ¿Y por qué estas tú aquí? -Abre por fin sus ojos con mi pregunta y se apoya sobre su codo.

-Por-porque dijiste que tenías miedo, me dijiste que te abrazara...

- ¿De qué tenía miedo?

-De la película. -Ahora sí que no entiendo nada.

- ¿Pero qué película? ¿De qué hablas? Y suéltame ya que me quiero levantar.

- ¿Qué prisa tienes? Pensaba que te habían despedido, no tienes que ir a trabajar.

-Eso no significa que me quiera quedar todo el día aquí contigo.

- ¿Qué tiene de malo? ¿Es que no estás cómoda?

En realidad, nunca había estado más cómoda. Sus brazos son tan grandes que me rodean completamente. Su bíceps es mi almohada.

-Tengo hambre.

-Pediré algo de desayunar.

- ¿No era que tú te hacías tu propio desayuno?

-No cuando no quiero levantarme.

- ¿Y cuál es tu plan? ¿Quedarnos en el sofá toda la mañana?

-Mejor todo el día. -Me aprieta más aún.

-Carter... No puedes vaguear el día entero.

- ¿Es que quieres hacer otra cosa? -Acerca su boca para empezar a darme besos en el cuello. -Me gusta esa idea.

-Madre mía, te acabas de despertar, ¿y ya quieres sexo?

-Llevas toda la noche rozándome con el culo, ¿Qué esperabas?

-Esperaba que hubieras dormido en tu cama y yo en la de invitados. -Me hace caso omiso y sigue dándome pequeños besos por cada trozo de piel que ve. Se acabó, tengo que levantarme, separo un poco mi cabeza y le muerdo la piel del brazo de manera un poco agresiva.

TUS BRAZOS SOBRE MIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora