Recogió las prendas tiradas en el piso, miro a su al rededor, claramente no se acuerda nada de lo que paso la noche anterior, tomo sus pantalones cargo, palmo y encontró sus llaves dentro.
Sintió una pulsada en toda la cabeza, miro a los lados mientras apretaba las sabanas.
Se fijo en el pequeño refrigerador a los pies, tomo una botella de agua y dejo el dinero correspondiente a lo que acababa de tomar, miro de nuevo a la cama, fijando su vista en el chico en esta.
Bajo a la recepción y pago lo que era el total de todo.
_si no es mucho pedir, ¿puede decirle al chico que yo me fui a esta hora? sería de mala educación si no le aviso
_claro señor
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Salió por la puerta a paso apresurado, sostuvo el hombro que fue golpeado con la punta de la mesa, le dolía de mas.
Camino de regreso a casa, no quería mas problemas esa noche, miro a sus costados llegando a notar el auto de Heesung, cambió de acera, y observo como el auto paraba en un bar.
Tenía ganas de hablar con el y aclarar algunas cosas, pero no pudo, simplemente tomo el camino de vuelta mas cercano, y camino hacia su casa por este. Miro las flores rosas en su pasar, estas siendo decoradas por un gran manzano.
Tomo una y recordó las rosas eternas que le habían sido regaladas y rotas por el mismo hombre.
Y son darse la mas mínima cuenta, empezó a llorar, esas pequeñas lagrimas rodeaban su cara como si fueran perlas. Se sentó en una banca del parque y miro como cada luz de los edificios se empezaban a apagar, sin duda era tarde. Busco con sus manos su teléfono, miro sus mensajes, tenía dos de Hee, cosa la cual le sorprendió, los abrió y no eran mas que audios de el borracho pidiendo perdón. Y solo respondió ''nos vemos mañana, ¿va? ''.
Apretó sus dedos y siguió caminando, quedaba menos de 100 metros. Entro con sumo cuidado y se sentó en la litera, y durmió sin mas.
