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Jungkook.

Después de tantos días alejado de la sociedad, estar rodeado de tantas personas me ponía algo ansioso. Cuando bajamos, y sentí sus miradas sobre mi al ser el acompañante de la anfitriona. Sin embargo, al desconocer mi identidad y creer que era alguien ordinario, perdían el interés.  Agradecía esto ya que no era asfixiante. 

— Gatita, el heredero del conglomerado Naitzu, esta viniendo hacia acá.

Soyeon, quien se había acercado a nosotros minutos antes para corroborar que todo fuera bien e intercambiar información con Catae, menciona aquello mirando con disimulo sobre el hombro de la pelinegra.

Cuando el nombrado finalmente llega, la anfitriona es la primera en saludar con una encantadora sonrisa. Lo cuál me dice que el chico - probablemente ronde mi edad- de rostro alargado y delgado, con cabello largo oscuro, es importante.

— Nakamoto Yuta, es un placer tenerlo en mi casa.

— Choi Caterina, el placer es siempre mío. Señorita Hwang.

Después del saludo a Soyeon, un corto y cordial saludo es dirigido a mi persona, el cual correspondo en silencio. Sabía que Catae evitaba presentarme, porque a pesar de que estaba allí el plan era ser lo más invisible posible. Así que eso no me molestaba, no del todo. Porque ser oficialmente su acompañante, presentándome en sociedad con mi verdadera identidad como su pareja, era algo que me hubiera gustado.

Pero ante el contexto, tenia que conformarme con lo que se podía hacer y después de todo, poder dejarle en claro a Choi Minho que Catae no estaba sola, había sido suficiente para mi.

Había sido testigo en primera persona sobre la forma en la que Cat se comportaba en sociedad, así que mantenerme a su lado en silencio no había sido del todo aburrido ya que podía ver una parte de ella que jamás había visto. Era similar a como solía hablar por llamada, algo que sí había presenciado, pero en ese lugar ella parecía ser bastante selectiva. Cargaba una mascara fría, distante pero al mismo tiempo elegante y clara. Era cordial con los invitados, ofrecía respeto cuando era debido pero había algo sobre la grandeza que irradiaba, el poder y la convicción sobre ello. Irradiaba seguridad por sus poros, era bastante agradable de presenciar.

Ambos, el tal Yuta y ella, parecían conocerse pero no lo suficiente como para perder la cordialidad y respeto. Hablan generalmente de negocios, hasta que él extiende su mano.

— Sabe que siempre ansío compartir una pieza con usted, señorita Choi.

Cat sonríe y posa su mano con delicadeza sobre la de él.

— Y usted sabe, señor Nakamoto, que siempre estoy encantada de compartir un momento con un aficionado a mi cultura natal.

Antes de irse, ella nos da una mirada, diciendo en silencio que me mantuviera ahí y compartiendo algo más con la rubia aún de pie a mi lado.

La veo caminar en el centro de la pista frente a la orquesta, a los cuales les había dado una señal después de pararse en el centro. Rápidamente, después de una fugaz pausa silenciosa, el sonido de los instrumentos resuena en el salón.

Cat es la primera en moverse cuando los primeros acordes comienzan, y se acerca a él de forma calculada al ritmo de la música. Pasa su mano por su hombro a su pecho con lentitud justo antes de que él la envuelva en la típica posición de baile de pareja, posando su mano sobre su omoplato mientras ella deja la suya sobre su hombro. Así, ambos comienzan un rítmico baile donde los movimientos de piernas parecían resaltar y complementarse entre sí.

Hate Me [JK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora