Epílogo: El último descendiente junto a la hermana dulce

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El joven Erick Marshall cerro el libro de las crónicas de su familia y tomo un gran suspiro. Relatar todo eso no fue fácil. No era la primera vez que se animaba a contar la historia de su ancestro Bek, aunque está vez creía que le había salido mejor que las anteriores veces.

Erick miro a la persona que se había quedado a escuchar toda la historia; una niña de pelo rosado que vestía con un impermeable amarillo. Era Umbrella Reinoir, la hermana de Parasoul Reinoir y la miembro más joven de la familia real.

Entonces... ¿Qué te parece? Me sorprende que no te durmieras. Casi nunca me pones atención cuando te hablo sobre este tema —Erick expreso con tranquilidad mientras se estiraba un poco. Tanto tiempo estando sentado le había pasado factura.

—Mmm... —Umbrella se quedó pensando un rato acerca de la pregunta que le había hecho Erick, hasta que finalmente decidió contestar—. Pues... es la historia más intrascendente, aburrida y monótona que he escuchado nunca. Tú voz da sueño, y estoy siendo amable, si no fueras mi amigo te pediría que por favor nunca más narraras algo —expreso con un desdén naturalmente indiferente la niña peli rosada.

Erick pudo sentir como su corazón se rompía. Pero hizo como que no le afecto.

Ah... Bueno, sí, supongo que mi voz es demasiado pausada para ser un narrador entretenido —Erick ya estaba por hacerse bolita en el suelo cuando Umbrella le llamo la atención.

—¡Ay, por favor! Era solo una broma. No seas tan dramático, ¿quieres? —Umbrella no parecía muy divertida por el hecho de que Erick se haya tomado en serio el chascarillo—. Ahora en serio, pues yo digo que esta bien. Si es algo largo, pero supongo que con el tiempo vas a sintetizarlo aún más. Llevamos aquí como... ¿Una hora?

—¿Tanto tiempo? Chispas... Creo que lo mejor sería que vayas regresando a casa. De por sí no me llevo muy bien con tu hermana, esto solo serviría para echarle más leña al fuego —Erick se rasco la nuca con nerviosismo mientras le hacía señas a Umbrella para que lo siguiera.

—A veces no la entiendo. Se supone que nuestras familias se llevaban bien, pero desde lo que le sucedió a mis padres parece que algo se torció. O simplemente eres pésimo para entablar relaciones con la gente, ja —La peli rosa se rió descaradamente mientras acompañaba a su amigo a la salida del hogar de este último.

—Eso no es cierto... creo que simplemente no le gusta lo que hago. Tal vez piensa que estoy desafiando su autoridad —Erick estaba tratando de encontrarle una explicación mientras se llevaba un dedo al mentón.

—¿Desafiar su «autoridad»? Haces sonar a mi hermana como dictadora —es un detalle que le hizo algo de gracia a Umbrella.

—Bueno... —Erick iba a decir algo respecto acerca del reinado de los padres de Umbrella, pero el chico no quería irse por las ramas y descarto esa idea—. Supongo que aquí termina nuestra charla el día de hoy.

Erick abrió la puerta de su casa mientras esperaba que Umbrella saliera. La peli rosa se quedó pensando en algo mientras dejaba escapar un pequeño «Mmmm».

—Sí, supongo que sí... pero, antes de que me vaya, me gustaría hacerte una pregunta —Umbrella se detuvo unos centímetros antes de cruzar al otro lado y miro con curiosidad a Erick.

—¿Ah? Bueno, hazla entonces —Erick devolvió una mirada igualmente curiosa.

—¿Quién es el siguiente ancestro que sigue? Quiero decir, de tú familia. Me dijiste que tenías planeado contarme la historia de seis de tus ancestros. Ya me contaste la de Bek, ¿quién es el siguiente? —Umbrella alzó la ceja con curiosidad mientras se recargaba en el porche de la puerta.

Erick no se esperaba esa pregunta. Sí tenía planeado contar la historia de seis de sus ancestros. Por obvias razones eligió empezar con aquel que empezó la tradición en su familia de escribir sobre los sucesos que rodeaban a su familia.

Pero, ¿quién sería el siguiente? Pensándolo un poco, Erick llegó a una conclusión. Y finalmente respondió la pregunta de Umbrella.

Edwin Marshall. Ese será el siguiente —afirmo con seguridad el peli negro, aunque quiso especificar un poco más sobre lo que tenía planeado—. Su historia empieza mil años después que la de Bek. Sabes que él vivió en tiempos del Reino Lamia, así que su historia fue hace, como mínimo, cuatro mil años.

—Eso es bastante tiempo. Hmph, no sé cómo es que vivían en esos tiempos sin morir de aburrimiento, debía ser bastante monótono todo —la joven Reinoir resopló con pesadez y finalmente cruzó la puerta mientras se despedía agitando la mano—. ¡Adiós, Erick!

—Vete con cuidado, Umbrella —si bien Erick le deseó seguridad a Umbrella, lo cierto es que, teniendo a un arma viviente como Hungern poco o nada podrían hacer en contra de la pequeña princesa.

Erick cerro la puerta de su casa y empezó a caminar hacia la sala, aún tenía mucho que hacer, como leer toda la historia de Edwin Marshall para posteriormente contarsela a su amiga. Pero eso podría esperar, mientras tanto, él solo quería irse a dormir.

Aunque, en la sala había una foto que siempre captaba su atención pese a ser plenamente consciente de su existencia.
En ella se podía ver a Erick junto a dos chicas; una de cabello café claro y otra de cabello anaranjado. En la foto venía una firma que decía «Orfanato Hilgard».

Dicha foto le traía algo de recuerdos a Erick, recuerdos de su infancia y de una época más inocente. El chico suspiro con cansancio mientras no pudo evitar sujetar la foto para verla más detalladamente. Estuvo viendo la foto un buen rato hasta que finalmente la puso de nuevo en la estantería correspondiente.

El chico subió las escaleras de la casa para llegar al segundo piso donde estaba su habitación y así poder irse a dormir.
Y como el resto de los días, Erick volvía a acostarse en su cómoda cama mientras se sentía algo solo. El chico creía que incluso un espacio en blanco sería más cómodo que esto.

Bueno, al menos no estaba del todo solo, tenía a Umbrella y a otras personas con las que solía hablar. Y por último y no menos importante, poseía a su Nox Terror, o como se les conocía anteriormente antes de que su padre, Darwin Marshall, los renombrara; Obscurus.
Y sin más que hacer, el último descendiente se quedó dormido después de un día algo largo.

Fin del epilogo.

Próxima parte: Votum Fleur.

Skullgirls y las crónicas de la familia MarshallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora