011.
Sábado, 13 de mayo de 2017
Puntual, Álvaro apareció en la habitación de la chica. Salieron de esta y caminaron hasta el ascensor. Una vez fuera del edificio, montaron en un coche negro.
Durante el camino, tras ellos iban otros dos coches en los que se encontraban el equipo de vigilancia. Uno de los conductores era El Hombre, como había nombrado Álex al que tanto insistía en que la conocía.
Dos horas de viaje bastaron para que llegasen de nuevo a la ciudad de la chica. Ella, perdida en sus pensamientos, no pronunció palabra alguna. Se limitó a recordar todos los momentos felices que había vivido en aquel lugar, y que difícilmente volverían a repetirse.
Llegaron al tanatorio, donde se encontraba el cuerpo de su difunta madre. La puerta estaba rodeada por multitud de periodistas, que se sorprendieron al ver a la hija de la víctima.
Comenzó el acto, y uno de los agentes de policía subió al improvisado atril para pronunciar las siguientes palabras:
—Buenos días a todo el mundo. Antes de comenzar, me gustaría dar mi más sentido pésame a la familia de la difunta. Dicho esto, me gustaría detallar cómo sucedieron los hechos. En la escena del crimen, se hallaba el cuerpo de la víctima colgado del techo mediante una cuerda lo suficientemente gruesa como para que la dejase sin oxígeno. Hemos llegado a la conclusión de que fue un acto suicida, ya que la cuerda empleada no tenía ninguna otra huella que no fuese de la difunta.
El agente terminó su discurso y bajó del atril.
"Fueron listos. Hicieron que pareciera un suicidio para no levantar ninguna sospecha", pensó la chica.
Una vez terminaron los discursos hacia la difunta, salieron del tanatorio. Cuando todo el mundo estuvo fuera, Álex contempló el ataúd en el que se encontraba su madre. No pudo evitar llorar. Por suerte, a su lado tenía un hombro que la apoyó en todo momento.
Minutos más tarde, la chica salió junto a Álvaro del tanatorio. La prensa tapaba cualquier salida, así que recordó el papel que le tendió El Hombre el día anterior.
—¿Cómo se encuentra señorita?—preguntó una de las reporteras.
—Como todo el mundo que ha estado en mi situación, bastante dolida.
Rápidamente, Álex echó un rápido vistazo a la pequeña colina que se encontraba frente al tanatorio, y pudo ver la silueta del equipo de vigilancia haciendo su trabajo.
—¿Dónde se encontraba usted el día del suicidio de su madre?
Suicidio, la palabra que emplearon para referirse a la muerte de su madre. Ella sabía que no había sido un suicidio, como decían los agentes, sino un asesinato con todas las letras de la palabra.
—Estaba en una fiesta que se celebraba en otra ciudad. Tengo amigos allí, así que a mi difunta madre no le importó que estuviese fuera esa noche. Lástima que pasó lo que cuentan los agentes.
—¿Piensa usted quedarse en la casa de su infancia o tiene otros planes?
—En efecto, como usted bien ha dicho, tengo otros planes. Me gustaría estudiar una carrera que solo se encuentra disponible en otro país, así que dentro de unos días estaré de viaje hacia mi destino.
—Señorita—comenzó a decir un periodista distinto—, hay rumores de que usted fue secuestrada la noche anterior al asesinato de su madre. ¿Es eso cierto?
—Lo desmiento totalmente. Como he dicho antes, estos días los he pasado fuera junto a unos amigos. Si me disculpan...
Los periodistas abrieron paso y los chicos pudieron regresar al coche. Antes de montar en él, Álex echó un rápido vistazo a la colina y pudo ver como El Hombre asentía con la cabeza. Todo había salido según lo planeado.
No olvidéis votar.
~Nuria
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EL CÓDIGO [Disponible en físico]
Teen FictionUn extraño secuestro, una muerte inesperada, un tatuaje, una cárcel, nuevas amistades y una misteriosa puerta harán que Álex viva su peor pesadilla. Una llamada. Un acto tan simple cambió totalmente la vida de Álex. Tras ser secuestrada por un desco...