El secreto de Jungwon -SungWon-

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Kai entró al Centro de Ayuda. Le gustaba seguir siendo capaz de ser amigo de Beomgyu. Usaba la excusa de venir al pueblo por piezas para su motocicleta sólo para salir. Estaba aburrido como el infierno en casa. Sus padres eran tan rígidos que realmente no quería estar ahí. Pero de cualquier manera, ¿a qué persona le gusta estar alrededor de sus padres?

—Kai —Beomgyu le sonrió—. Qué bueno verte.

—Estoy haciendo unos encargos y pensé en detenerme aquí. —Sabía que no necesitaba una excusa pero decir que su vida no iba a ningún lado se oía lamentable incluso para él.

Kai bajó la vista a sus pies cuando se formó el silencio. Odiaba los silencios. Eso era todo lo que tenía en casa de sus padres. Es por eso que amaba mucho el tener ahí a Jungwon. —Vine por algunas piezas para mi motocicleta —dijo para quebrar el silencio.

—Pensé que traerías a tu primo —Beomgyu preguntó mientras se recargaba. El chico se veía realmente bien sentado ahí. Kai nunca creyó ver el día en que Beomgyu tuviera un trabajo importante.

—Traté, pero creyó que quería encerrarlo. —Kai se sentó en una silla y estudió la oficina—. Realmente estás haciendo algo bueno para ti mismo.

Beomgyu se encogió de hombros. Siempre fue un chico modesto. Esa era una de las razones por la que a Kai le agradaba tanto. —Esto no es por eso. Es para ayudar a quien lo necesite.

—Supongo. —Cuando el silencio se formó de nuevo entre ellos, Kai decidió que esa era su pista para irse—. Debería irme y dejar que regreses a tu trabajo.

—Ven cuando quieras, Kai. Sabes que siempre serás bienvenido.

Ahora él realmente se sintió fuera de lugar. Él podía decir que esperaba que Kai le confesara algo. Realmente no tenía nada que confesar, excepto que extrañaba a Beomgyu cada vez que estaba solo.

Jungwon parecía estar bien con el chico que lo había llevado a montar. Kai estaba feliz por su primo. Jungwon parecía tener un brillo en él ahora. Eso parecía bueno para el chico. ¿Pero dónde lo dejaba a él?

Solo, de nuevo.

—Bueno, supongo que debo irme. —Kai se levantó de la silla y la regresó junto al escritorio de Beomgyu.

—Sabes, nosotros siempre necesitamos voluntarios. Y no lastima tener músculos extras aquí cuando alguien necesita quedarse.

Kai sabía lo que estaba haciendo, y lo apreciaba. Pero él no quería limosnas, ni siquiera del tipo que sólo ofrecía compañía.

—Nos vemos.

—Está bien. —Beomgyu se puso de pie y chocó su hombro con el de Kai—. Sólo recuerda que la oferta siempre está abierta.

—Seguro. —Kai asintió y se alejó—. Me voy ahora. Hasta luego.

—Hasta luego. 

Kai salió, viendo alrededor de la villa Park. No estaba seguro de qué hacer con su tiempo ahora. Quizás podría ir a trabajar en su motocicleta un poco más. Eso podría tomarle el resto de su vida. ¿Y qué vida sería esa?

«Oh, disfruta».

🐈🐈🐈

Sunghoon no estaba seguro de qué decirle a Jungwon. —¿Como pantimedias de mujer?

—No, de hombre. Claro que de mujer —dijo Jungwon con un poco de amargura en su tono. Sunghoon podía decir que estaba a la defensiva. Ese era un detalle muy íntimo para alguien, y el que compartiera ese secreto con Sunghoon requería mucha confianza y valor por parte de Jungwon.