Jungwon bebía su malteada mientras caminaba al lado de Sunghoon. Salían de la oficina de correos, y Sunghoon llevaba una caja bajo su brazo. Jungwon bebía de la pajilla mientras veía la caja. Sunghoon se veía muy emocionado cuando la recogió y Jungwon se moría por saber qué era. —¿Qué hay en la caja? —preguntó tan casualmente como pudo sin gritar. «Muéstrame».
Sunghoon se rio fuerte. —Otro regalo para ti, gatito.
Jungwon giró la cabeza, preguntándose si alguien había oído a su pareja. Había gente pasando pero nadie giró la cabeza en dirección a Jungwon. —¿Qué es? —murmuró.
Sunghoon esta vez se carcajeó, un travieso brillo en sus ojos. ―Ya lo verás, es un poco extra. Espero que te guste.
Está bien, Jungwon estaba totalmente curioso por verlo. Subió a la camioneta y prácticamente arrancó la caja de los brazos de Sunghoon.
—Tranquilo gatito. —Sunghoon se carcajeó y encendió la camioneta.
Jungwon lo ignoró y abrió la caja. Se quedó con la boca abierta con todo ese encaje rosa. Eso era definitivamente más que solo pantimedias. Había demasiada tela extra ahí. Sus dedos tomaron la tela frotándola entre sus dedos. —¿Qué más hay aquí? —preguntó.
—Ya lo verás, señor impaciente.
Jungwon podía ver que Sunghoon estaba viéndolo fijamente. Levantó la tela lo mejor que pudo evitando que alguien más viera lo que estaba haciendo. Había muchos broches. La devolvió a la caja cuando una pareja pasó caminando, sintiendo su cara arder.
Sunghoon se rio saliendo del estacionamiento y dirigiéndose a casa. Jungwon dejó su brazo izquierdo sobre la caja, temiendo que la tela saltara y se mostrara ante todos. Vio la fuerte mano de Sunghoon con la banda de piel girar el volante.
Sintió la anticipación, la excitación y el miedo construirse en él cuando Sunghoon entró en el rancho y estacionó la camioneta.
—Estaré arriba. Voy a ducharme. —Su pareja le dio un guiño mientras robaba la caja de debajo del brazo de Jungwon.
Jungwon saltó de la camioneta y corrió a la casa. Prácticamente arrancó la puerta de malla mientras salía disparado al interior.
—¿Dónde está el fuego? —Hyunjin bromeó mientras Jungwon pasaba al lado de él y subía las escaleras. Entró a la recámara y se quitó los zapatos y la camiseta y corrió al cuarto de baño.
Jungwon se quitó los jeans y entró en la ducha en segundos. Se bañó de la cabeza a los pies, tomando especial cuidado en donde contaba. Para cuando terminó y salió la caja estaba sobre la tapa cerrada del sanitario.
Secó la piel con una toalla mientras mantenía los ojos en la caja. Jungwon se moría por ver todo eso. Lanzó la toalla en la canasta y comenzó a desanudar el lazo en la caja. Las medias hasta los muslos eran hermosas. Tenían un patrón de diamantes y se sentían como seda en la piel mientras las subía por sus piernas.
Nunca había tenido un par con esas pequeñas tiras atadas en ellas. Jungwon siempre había comprado el primer par que conseguía tomar aunque las revisaba lo más rápidamente posible. Sunghoon le estaba dando unas costosas y elegantes. Amaba eso.
Jungwon levantó una pieza de tela, inseguro de qué hacer con eso. Era una pieza de tela con algunos broches para sostener en algún lugar. La envolvió alrededor de su cintura, viendo un botón a cada lado.
«Hmm».
¿Quizás esas tiras en las medias se atan a esos botones?
Jungwon buscó en el interior de la caja en busca de instrucciones.
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El secreto de Jungwon -SungWon-
RandomKim Sunghoon descubre que Jungwon es su pareja cuando ayuda a unos chicos cuya camioneta se descompuso en el pueblo. ⚠⚠ -Contenido homosexual, si no te gusta no leas. -Cambiaformas, vampiros, hadas, elfos, etc. -Segundo libro de la saga "Familia Kim...