XIII

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Freen es una persona que siempre cumple su palabra. Al principio me costó un poco confiar, soltarme sin tener miedo, no se trataba de ella, siempre ha sido mi mecanismo de defensa para no salir herida , aprendí a no tener expectativas en las personas. Sin embargo, Freen cumplió estuvo esa tarde en mi práctica y en todas las que vinieron después.

Habíamos sobrevivido a la primera semana de—de nosotras, de esto que ambas habíamos iniciado y queríamos cuidar. Las miradas no dejaban de venir a nosotras y murmullos nos acompañaban por los pasillos, éramos el show de la semana, pero sabíamos que como todos los temas, pasaríamos de moda. Freen nunca soltó mi mano, me hacía sentir segura.

Cada mañana nos encontrábamos en la entrada y Freen me acompañaba hasta mi salón, sin importar que tan distantes quedaran nuestras clases. Sonaba la campana y corría a buscarla. Nos sentábamos a comer en la misma mesa, mis amigos se unieron a sus amigos e hicimos un grupo bastante diverso. Chead estaba feliz de estar con los chicos cools, Richie aprovechaba de acercarse más a Irin; mientras todos compartían, Freen y yo solíamos estar en nuestra burbuja, disfrutábamos cada segundo que compartido.

Billy nos evitó durante toda la semana, escuché más de una vez que tenía algo que hacer durante los breaks, jamás se sentó en nuestra mesa ni lo veíamos en el comedor. Lo vi un par de veces en el pasillo pero apenas nuestras miradas se cruzaban, él se alejaba o tomaba otro camino. Sabía que él había sido un imbécil, se había comportado como tal en su fiesta, pero eran sus amigos, no me sentía bien con él alejándose de ellos; quería hablarle, pero no sabía qué opinaba Freen del tema o, siquiera, si el ego de Billy le permitiría tener una conversación conmigo.

Nuestra primera semana no podría terminar mejor, era viernes en la tarde, tenía mi primer partido como titular del equipo. Ganar sería la cereza del pastel para una gran semana, aunque había algo que seguía dando vueltas en mi cabeza, aún no había besado a Freen. Y no me podía engañar, era algo que deseaba. No pedía que fuera perfecto, Billy me había robado la ilusión del primer beso en la fiesta, aunque intentaba no contarlo como uno, había pasado; ahora solo esperaba besarla. Estaba segura que sería increíble, sus labios en forma de corazón debían ser suaves como un algodón, no tenía duda; y si tan solo su mirada me hacía sentir capaz de volar, sus besos me llevarían a las estrellas.

Pensar en sus labios y cómo serían sus besos me mantenía distraída, era como soñar despierta. Aunque el sonido abrupto de la puerta del casillero me bajó de las nubes. Estaba en los vestuarios del gimnasio, mis compañeras estaban yendo y viniendo a mi alrededor mientras se preparaban para el partido, yo estaba casi lista, solo debía recoger bien mi pelo.

⸻ ¿En qué piensas, Armstrong? ⸻ preguntó Faye, la capitana estaba detrás de mí en su casillero.

Ella me sabía leer, no me gustaba mucho la idea de ser un libro abierto para los demás; sin embargo, nos había ayudado a formar una buena dupla en el campo de juego. Vi su rostro brevemente en el pequeño espejo que tenía colgando en la puerta de mi casillero, Faye me sonrió y elevó sus cejas, parecía curiosa. No la culpaba, mi expresión era clara, estaba embelesada, mi cuerpo ahí, pero mi mente perdida en un mundo de fantasías.

⸻ Nada

Respondí vagamente. Sacudí mi cabeza para dejar de pensar en los labios de Freen. Recogí mi cabello, por fin podía hacerme una coleta alta, era la primera después de cortarlo. Faye no me creyó, la pude ver en el reflejo. Su mirada poco crédula no se apartó de mí, aunque preferí ignorarla para no quedar más en evidencia.

⸻ ¿Estás lista? ⸻ pregunté cambiando el tema. a veces me cuestionaba por qué debía ser tan expresiva con mi rostro.

⸻ Lo estoy ⸻ respondió ella mientras cerraba su casillero ⸻ ¿Y tú?

El mar, el cielo y tú - Freenbecky AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora