XV

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Todo al lado de Freen era hermoso y brillante, incluso los castigos. La directora se aseguró que no faltáramos a la limpieza de la playa, debíamos ir dos tardes a la semana a hacerlo. En casa solo Richie sabía que estaba cumpliendo con horas de sanción, mientras que mis padres creían que me había unido a la brigada de limpieza por voluntad propia. No me gustaba mentirles, pero tampoco quería decepcionarlos cuando supieran lo que había hecho de verdad, era tan solo una mentira blanca; al menos sabían dónde estaba y qué hacía.

En cuanto al castigo, jamás lo sentí así; no solo era la excusa para estar con Freen más tiempo, estar en la playa me encantaba, así fuera recogiendo basura. El romper de las olas era la perfecta melodía para ver a Freen; se veía mucho más encantadora, mientras bajaba el sol parecía estaba rodeada de una especie de aura luminosa, aunque era su brillo natural.


⸻ Armstrong ⸻ escuché me llamaban a lo lejos ⸻ Tierra llamando a Armstrong. Vuelve, no eres Neil. ¡Rebecca!


El sonido se volvió más claro cuando dijo mi nombre. La supervisora tenía un megáfono que usaba para darnos órdenes mientras que ella estaba bajo una sombrilla viéndonos recoger la basura. Sabía que me merecía el castigo, quizás como todos ahí, pero por qué ella tenía que presumir su privilegio de estar sentada, se notaba que disfrutaba vernos ahí, se codeaba en nuestra desgracia.


⸻ El plástico no se recoge solo, Armstrong ⸻ dijo en un tono arrogante por el megáfono ⸻ Baja de la nube y a trabajar


Su actitud no era la más asertiva para tratar alumnos, se hacía detestar; incluso Freen la miró con desaprobación cuando me hablaba; pero en algo sí había tenido razón, cuando estaba con Freen me sentía en las nubes, cuando me miraba me hacía flotar.

Era nuestra segunda semana recogiendo basura, aún me impresionaba la cantidad de desechos que encontrábamos. Se suponía era un área de la escuela, donde nos enseñaban a ser mejores ciudadanos y nos preparaba para salir al mundo con valores; pero, ciertamente, aún hace falta mucha más consciencia y empatía para hacer del mundo un lugar mejor. Además de pasar mayor tiempo con Freen, se sentía bien estar haciendo algo útil; con eso mente la tarde me pasaba rápido, era una buena causa.


Después de cumplir con las horas de castigo, Freen y yo solíamos quedarnos en la playa hablando hasta que el sol se ponía. Los días de picnic se volvieron más sencillos, solo nos sentábamos en la arena a ver el sol esconderse en el horizonte. Freen siempre estaba preparada para cualquier cosa; en su mochila solía llevar un botiquín de primero auxilios, medicamentos, e incluso agua e hilo por si tenía algún accidente con su ropa; aunque no pudiera meter más cosas, lo que nunca faltaban eran snacks y chocolate, con el tiempo entendía que solo incluía los dulces por mí, Freen prefería las cosas ácidas o picantes.

Los snacks se habían acabado, comía el último trozo de chocolate. Freen había reproducido un playlist que nos acompañó durante el rato que estuvimos solas, la última canción sonó y nos quedamos con la melodía del mar. Era una tarde perfecta de primavera, en la cual nuestro amor estaba floreciendo.

Los tonos pasteles del atardecer nos cubrían, el color brillaba en sus ojos. Freen solía perderse en el horizonte del mar hasta que el sol caía por completo, mientras que yo prefería verla a ella. A veces me preguntaba si todo aquello era real, por qué me estaba pasando a mí; mi autosabotaje hacía que me cuestionara muchas cosas, pero lo único bueno era que cada segundo posible lo invertía en apreciar a Freen. Sabía bien la distancia entre el lunar de su mejilla y sus ojos, la forma de sus labios y, por supuesto, cómo se sentía; el sabor dulce de sus besos y el aroma floral que siempre tenía su cuerpo. Aún me faltaba mucho más por explorar de ella, pero todo lo que conocía , lo sabía a la perfección; aun así, no me cansaba de mirarla. Ella sabía que yo podía pasar la vida observándola, parecía no molestarle, ambas nos sentíamos cómodas.


⸻ Ningún atardecer es igual al otro ⸻ dijo aún mirando al horizonte. Se giró lentamente sabiendo que se encontraría con mi mirada ⸻ Sus colores, las nubes. ⸻ explicó con una sonrisa ⸻ Cuando te miro siento que estoy viendo uno, tu sonrisa llena de vida me recuerdan sus cálidos colores, el brillo de tu mirada se siente como el reflejo del sol en el mar.

Freen abrió su corazón porque así lo sintió. Me fue imposible contener todos los sentimientos que despertaba tan solo al verla. Sus palabras se calaron hasta la médula; hicieron vibrar mi ser, me hicieron feliz.

⸻ El mar me recuerda a ti ⸻ mencioné sin apartar mi mirada de ella ⸻ Siempre ha sido mi lugar favorito. Y ahora más que lo comparto contigo.

La comisuras de los labios de Freen se elevaron en una delicada sonrisa, sus dientes estaban ocultos en la curva de sus labios; pero sus ojos tenían un brillo particular, su mirada se iluminaba conmovida.

⸻ El mar es simplemente hermoso en su inmensidad ⸻ Freen habló en un tono suave, sus ojos se cristalizaron, estaba a punto de llorar ⸻ No sé por qué me siento así ⸻ comentó sobre lo conmovida que se sentía ⸻ Pero me haces sentir viva, Bec, como nunca antes me había sentido ⸻ hizo una pausa.

Vi cómo presionó sus labios entre sí como si buscara ahogar sus emociones, pero retomó lo que decía en un tono más suave, llevando su mano a la mía. 

⸻ El mar, el cielo... ⸻ sonrió ampliamente, una muy débil carcajada se escapó de ella a la vez que miraba hacia el mar ⸻ Un perrito pasando

No pudo contener su comentario, Freen amaba los perros, brotaba de su ser, eso siempre me había encantado, así como lo fácil que se distraía. Sequé la pequeña lagrima que recorría su mejilla, su mirada, aunque cristalizada, vino a mí llena de vida.

⸻ Y tú. . . El mar, el cielo y tú me dan la felicidad que a veces creo no merecer. Y me da miedo el futuro. En unos meses me voy a graduar y . . .

Freen no pudo terminar la oración. Ambas sabíamos lo que quería decir; su visa, cómo se quedaría. Verla con su mirada empañada de lágrimas me llevaron directamente a la primera tarde en la misma playa donde estábamos. Ese día lloraba por su futuro también, aunque yo no pintaba nada en él.

⸻ En unos meses te graduarás ⸻ dije con seguridad ⸻ con las mejores notas ⸻ mientras hablaba llevé mi mano hasta ella para cercar las lágrimas que se le escapaban por la mejilla ⸻ Y el mar, el cielo y yo seremos testigo de eso ⸻ agregué usando sus palabras ⸻ Después de eso, seguiremos juntas creciendo y compartiendo nuestra vida con perritos pasando ⸻ agregué en un tono jocoso, quería verla sonreír y funcionó, sus comisuras se elevaron un poco ⸻ Lo que tú y yo tenemos es algo que ni el tiempo ni la distancia podrá destruir, porque tú eres mi destino.

Sus suaves labios sellaron nuestras confesiones amor. Era un beso distinto, un poco agridulce; había una gran suma de amor que no habíamos sentido antes, pero la incertidumbre se coló entre nuestros labios. Salado sabía el miedo, lagrimas eran su ingrediente. Pero aún con temor y una nostalgia apresurada, yo estaba segura que en el libro de la vida mi nombre estaba al lado del de Freen, amándonos por la eternidad. 

El mar, el cielo y tú - Freenbecky AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora