El mar, el cielo y tú - Freenbecky AU

XVIII

Después de tomar una ducha, Freen me esperaba en la cama para secarme el cabello. Era la última noche del viaje, el día en la playa había sido increíble, pero agotador para todos; cenamos juntos y luego cada quien había ido a descansar.

Salí del baño con el cabello totalmente mojado, llevaba el pijama puesta y arrastraba mis pies mientras caminaba hasta la cama, haber nadado me había dejado agotada. Freen le dio unas palmadas sobre el colchón llamándome; en su otra mano tenía el secador, lo encendía y apagaba apuntándome.

⸻ ¿Estás muy cansada? ⸻ preguntó Freen cuando estuve sentada de espalda a ella.

Asentí con mi cabeza un par de veces.

⸻ Ya vamos a dormir⸻ dijo Freen justo antes de comenzar a secar mi cabello.

Ciertamente, siempre me ha dado pereza secarme el pelo; pero en ese instante se estaba volviendo de mis cosas favoritas en el mundo. El tiempo pasó más rápido de lo que hubiera deseado. Sin embargo, todo lo sentí en cámara lenta; el aire del secador fue casi imperceptible cuando la mano de Freen recorría mi pelo, sus delicados dedos rozaban ocasionalmente mi cuello, tropezaban con sutileza los lóbulos de mis orejas. Tan solo pequeños toques causaban que un ligero calor envolviera mi cuerpo. No sabía bien cómo definir lo que sucedía dentro de mí, pero cuando Freen hundía sus dedos en mi cabello, debía morder el interior de mi labio para no reaccionar ante su tacto.

Freen no tenía que hacer mucho para incrementar las pulsaciones; fueron solo unos minutos de secar mi pelo y mi corazón se sentía como una carrera de Formula1, en la cual estaba perdiendo mi autocontrol después de sentir un lento beso sobre mi hombro.

⸻ Listo ⸻ dijo Freen después del beso.

Tardé en procesar el momento, aún podía sentir los labios de Freen a pesar de la tela que los separaron de mi piel. Freen ya se había levantado de la cama cuando pude articular algo coherente.

⸻ Gracias ⸻ dije en un tono bajo, estaba avergonzada.

Al menos Freen no vería el rubor en mis mejillas, no me gustaba perder el control de mí; pero estando junto a Freen era lo que menos podía tener en mi poder. Intenté distraer mis ideas y disipar las emociones causadas en tan breves segundos; mientras Freen guardaba el secador en el baño, arreglé la cama para poder acostarnos.

Cuando Freen volvió a la habitación, la esperaba sentada en la cama cerrando las cortinas; ella apagó la luz antes de subir a mi lado. Ambas nos acostamos y cubrimos con la cobija casi sincronizadas, mi cuerpo buscó el de ella, sus brazos me envolvieron como si hubieran sido atraídos automáticamente a mí.

⸻ Ojalá este fin de semana no se acabara tan rápido ⸻ pronunció Freen pegando su frente de la mía.

⸻ Lo sé ⸻ dejé escapar un suspiro ligero; deseaba esos días fueran eternos ⸻ Pero podremos volver pronto.

Tan solo la idea me entusiasmaba. Freen se quedó callada, solo asintió haciendo que nuestras narices rozaron. Pese a la penumbra de la noche, podía ver sus ojos a la perfección, siempre serían mi faro en este mundo tan inmenso; aunque en instante no brillaban como de costumbre, pude sentir que se habían nublado.

⸻ ¿Tod-do...

No pude completar la oración, Freen me había callado de la mejor forma posible, sus labios sellaron los míos. No sabía si lo había hecho intencionalmente, pero no pude protestar apenas el beso inició, mi racionalidad desapareció, dando paso a mi lado más instintivo.

Segundo a segundo, el beso se volvía más intenso, tan profundo que compartíamos el poco aire de nuestros cuerpos con tal de no separarnos; solo el recorrido de su lengua en mi boca lo rompió, dando inicio a una batalla de dominio, quién llevaba el beso, quién necesitaba más de los labios impropios.

Aparté la sábana, el calor de nuestros cuerpos era suficiente y no dejaba de aumentar. Buscando tener el control del momento, me impulsé hacia Freen; quedando sobre ella, ataqué sus labios una vez más, pero esta vez fueron mis dientes los cuales aprisionaron el labio inferior de Freen y, debía admitir, era mi favorito. Los besos y mordidas no fueron suficiente, en ocasiones succionaba su labio hasta que se volvió poco.

De sus labios pasé a besar su cuello, mi aliento golpeaba su lóbulo y su respiración la sentía cada vez más pesada con cada uno de mis actos. Mi cuerpo actuaba por instinto, mi pelvis presionaba la de ella; mis manos inquietas recorrían sus costados. Parecía estar ganando la batalla, pero, de un segundo a otro, Freen nos hizo girar quedando sobre mí. Había iniciado la revancha, no fue nada considerada, su boca fue directo a mi cuello; podía sentir como me saboreaba bajo el tacto de su lengua, su respiración chocaba muy cerca de mi oído; mi cuerpo estaba totalmente erizado y la sangre que lo recorría parecía evir bajo los besos y el tacto de Freen.

No podía perder por completo el control de la situación, tomé a Freen, mi mano se había colado por su nuca y mis dedos se entrelazaron con mechones de su pelo. Necesitaba sus labios, la atraje a los míos para poder respirar el mismo aire o podría morir de lo rápido que iba mi corazón. Mientras la besaba llevé mi otra mano hasta su espalda baja pegándola lo más posible a mi cuerpo; sentirla se había convertido en una necesidad básica.

Mi mente estaba nublada del deseo que había explotado en mi cuerpo, todas las nuevas sensaciones me hacían actuar por instinto. Sin pensarlo, mi mano ya había bajado al trasero de Freen; no solo quería tenerla pegada a mí, explorar su cuerpo parecía ser mi nuevo objetivo. Sin embargo, lo que para mí había sido algo natural, terminó detonando una alerta en Freen.

El cuerpo de Freen comenzó a alejarse del mío, estaba perdiendo parte del calor que me estuvo envolviendo. Sus labios bajaron el ritmo del beso como si buscara aliento, nuestro aire parecía asfixiante para ella. A pesar de la notoria distancia que había iniciado, Freen no dejó de darme su amor, ahora me besaba con mayor delicadeza y su mano acariciaba mi brazo.

Abrí mis ojos cuando nuestros labios se separaron por completo; ella los mantenía cerrados. Freen pasó todo su cabello detrás de su hombros mientras buscaba recuperar su aliento. Estábamos tan agitadas que no podíamos escuchar algo más que nuestra jadeante respiración.

⸻ Bec ⸻ logró pronunciar Freen cuando tuvo aire suficiente.

Abrió sus ojos. Era casi tangible el deseo que habíamos sentido, pero apenas nuestras miradas se toparon, el incendio de nuestros cuerpos comenzó a reducirse.

⸻ No estoy lista ⸻ dijo Freen.

Después de escucharla, el calor que me consumía pasó a ser causa de vergüenza. ¿Me había sobrepasado?

⸻ Lo siento ⸻ agregó bajando su mirada.

Sus mejillas estaban rojas, pero ahora no sabía por qué. Una vez más no supe reaccionar rápido. Freen se dejó caer sobre mi regazo y escondió su rostro en mi cuello, quise verla para saber que estaba bien; pero cada vez que lo hacía, ella se hundía más en mi cuello. Ella no debía pedir disculpas, sino yo.

⸻ Y-yo lo siento si me excedí ⸻ dije finalmente.

Freen negó con su cabeza mientras se apretaba más hacia mí.

⸻ No lo hiciste. ⸻ dijo Freen, hizo una ligera pausa mientras comenzaba acariciar mi brazo con su pulgar ⸻ Yo nunca he estado con alguien.

Su último comentario me hizo sentir más avergonzada; nunca habíamos hablado sobre sexo y me dejé llevar.

⸻ Yo tampoco ⸻ dije sin pensarlo.

Hubo un silencio breve y luego, una  risa nerviosa se me escapó en un tono bajo, Freen se contagió de esta y también soltó una pequeña risa nasal. Poco a poco, parecía que la vergüenza parecía disiparse, haberlo dicho se sintió como un alivio, ambas dejamos ir lo que nunca debió ser un peso.

⸻ Quedémonos así

Después de escucharla, mi cuerpo se estremeció, dejándome en evidencia. Freen bajó sus caricias hasta que entrelazó sus dedos con los míos y besó mi mentón. El tacto de sus dedos y sus labios fueron una caricia a mi corazón ansioso.

Nunca antes me había sentido tan cercana a ella como en ese instante; así fue como entendí que la intimidad se lo logra de muchas maneras, no solo se trata de sexo. Ahora teníamos nuestras almas desnudas abrazándose entre sí  mientras que, poco a poco, nuestros cuerpos se quedaron dormidos.