El mar, el cielo y tú - Freenbecky AU

III

Después del incidente con Freen, no me la topé frente a frente de nuevo; sabía que estaba en la misma mesa que Richie en la hora del almuerzo y en la mayoría de sus clases. No podía regresar el tiempo para evitar lo sucedido, a los días dejé de culparme, busqué enfocarme en mis clases y en mis prácticas; además de estar en el equipo fútbol, me uní al club de teatro porque necesitaban extras, fue la excusa para pasar más tiempo con mis nuevos amigos y despejar mi mente un rato.

Irin había cumplido su palabra, la primera semana había llevado un segundo casco a la escuela, lo dejó en su casillero por si algún necesitaba que me llevara a casa. Pensé que ese día tardaría, pero llegó pronto. Casi terminando las clases, recibí un mensaje de Richie diciéndome que debía quedarse hasta más tarde por un proyecto que debía entregar, avisó con tan poco tiempo que mi mamá no estaba disponible para buscarme, estaba apoyando a mi papá con cosas del trabajo.

Era mi primera vez en una motocicleta, Irin me dio todas las indicaciones, lo último que hice fue colocarme el casco, solo me cubría la parte superior de la cabeza y las orejas, me hice la nota mental de llevar lentes de sol la próxima vez. Abroché el casco debajo de mi cuello y subí detrás de Irin, confiaba en ella, pero la adrenalina causada por hacer algo nuevo hacía que mis manos estuvieran frías.

Al principio la abracé un poco por la cintura, pero a medida que avanzábamos comencé a disfrutar la libertad que brinda ir en la motocicleta. El viento era frío, pero poco a poco dejó de molestar, estaba concentrada en la experiencia, yendo atrás pude apreciar más el camino que recorría todos los días, disfrutar la vista del mar a pesar de que el día estaba gris.

Lentamente solté a Irin, a tal punto que abrí mis brazos de par a par, ella me vio por el retrovisor, lejos de hacerme sentir como tonta, también estiró uno de sus brazos brevemente y gritó. No esperé esa reacción, sin embargo, fue lo que necesitaba; no lo dudé abrí lo más que pude mis brazos y grité con fuerza, no sabía con exactitud por qué lo hacía, pero se sentía bien dejar escapar el nudo de mi pecho, ciertamente, suelo callar de más.

━━━ Se siente bien ¿no? ━━━ dijo Irin con un tono alto para competir con el viento.

━━━ ¡Sí!

Exclamé entre risas y volví a gritar con mis brazos abiertos. Podía seguir en la tierra, pero por breves segundos sentí que volaba lejos de toda la incertidumbre que definía mi vida.

El resto del viaje me dispuse a apreciar el camino cumpliendo las indicaciones que Irin me había dado hasta llegar a casa. Me despedí de ella con un gracias, ambas no éramos de hablar mucho, pero sabíamos que esas palabras eran más que el agradecimiento por haberme llevado a casa, se trataba del entendimiento que habíamos creado entre las dos y cómo apreciaba que ahora estuviera en mi vida.

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Aún podía sentir la adrenalina del viaje en motocicleta, el viento en mi rostro y como mi cuerpo se sentía más ligero. Me costó un poco desligarme de la emoción, pero debía terminar un informe para la clase de historia.

Mi playlist de estudio, la mayoría canciones de Taylor Swift, sonaba a todo volumen entre las cuatro paredes de mi habitación; seguramente se escuchaba hasta la segunda planta, pero como solo estábamos Bonbon y yo en casa, ni me preocupé.

Demoré más de lo normal, me distraje hablando con Irin sobre series y Chaed me mandaba videos de BLACKPINK por Instagram; además, jugaba con Bonbon ocasionalmente. Mi habitación siempre había sido mi guarida, con la puerta cerrada podía ser mi tarima, sala de estudio, mi tienda de acampar, estudio de grabación o, tan solo, mi refugio.