One Piece World | ZoLu | O. P.

𝐙𝐨𝐋𝐮: Matrimonio

Se supone que debía ser soft, pero terminó medio raro jakajakak, en fin, no se me ilusionen que yo no sé cómo hacerlo, hago el intento.
Recomiendo que, si no les gusta leer sexo o les da pena ajena como a mí, no lean esa parte.
Nota: en este fic, Luffy no es TAN inocente. Lo que quiero decir es que Luffy sí sabe sobre las relaciones sexuales y todo ese tema ¿queda claro? ¿sí? perfecto.
One-Shot
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- Zoooroo, me aburrooo. -dijo el monito arrastrando las palabras.

- Luffy, es nuestra boda.

- ¡Ya sé, pero es aburriiidoooo!

Zoro suspiró. - ¿Qué quieres hacer? -le preguntó a lo que Luffy puso una sonrisa malévola. Le hizo un ademán para que se acercase y Zoro obedeció. Le dijo la cosa al oído como si fuera un secreto y Zoro aceptó. En unos minutos, ninguno estaba donde se suponía que debían estar; La boda era hecha cerca de una playa, y Luffy le pidió ir a ella.

Tenía en claro que no podía nadar, pero si su ahora esposo le cargaba no habría problema; Se quedaron buen rato jugando con el agua, hasta que Luffy tropezó con algo y terminó casi ahogándose. Claramente Zoro le sacó del agua antes de que eso pasara, pero si le echó una gran bronca.

Luego de un rato jugando en la playa donde se mojaron bastante, finalmente se fueron a un hotel; al llegar, Zoro sacó una toalla y comenzó a secar el cabello del menor con cuidado mientras este comía una barra de chocolate que encontró en la nevera.

- Shishishi, me gusta que Zoro seque mi cabello. -confesó con una sonrisa mientras miraba hacia arriba, encontrándose con el rostro de su ahora esposo.

- ¿Ah, si?

Luffy asintió frenéticamente con una sonrisa. Zoro se la devolvió y, antes de que pudiera reaccionar, le robó un beso al menor, sintiendo el sabor del chocolate en el proceso.

Se separó con cuidado, notando el rubor que tenía el chiquillo en sus mejillas. Sonrió inconscientemente y se dispuso a sentarse a su lado para tomarlo del mentón y volver a besarle; Luffy, por otro lado, lo disfrutaba. Sentía el ya conocido cosquilleo en su estómago que sólo aparecía cuando estaba con el peliverde y eso le gustaba.

El beso que alguna vez fue tierno se convirtió en uno más sexual. Iban moviéndose al ritmo del contacto labial mientras que el pelinegro rodeaba el cuello del espadachín con sus brazos; y cuando sentían que les empezaba a faltar el aire, aprovecharon para sacarse las prendas de arriba, dejando sus torsos desnudos. Se miraron con deseo y volvieron a juntar sus labios, esta vez más salvaje.

Zoro subió a su capitán en su regazo, paseando sus manos por todo su cuerpo hasta dejarlas en su trasero, apretándolo a la vez que Luffy soltaba un gemido que fue ahogado por el beso que seguían sosteniendo; rodeó sus piernas alrededor de la cintura de su espadachín mientras sus manos sostenían su rostro.

De un momento a otro, el espadachín se levantó sosteniendo firmemente los muslos del pelinegro sin despegarse del contacto labial y yendo a la habitación torpemente. Dejó a su esposo en la cama y se subió encima, observándolo de arriba a abajo antes de lanzarse a besarlo con fiereza a la vez que el menor respondía con la misma intensidad.
En un movimiento rápido, Luffy quedó encima del peliverde, bajando lenta y torturosamente hasta llegar al bulto que estaba en la entrepierna del peliverde. Bajó la cremallera para quitar ese pantalón y el boxer que comenzaban a molestarle y lanzarlos por algún lugar de aquella habitación. Cualquiera que lo viera así no lo reconocería.

Comenzó a masturbar el miembro del mayor hasta meterlo en su boca, empezando a moverla de arriba a abajo, sacándole gemidos y jadeos al peliverde.

- Mierda. Si sigues así no duraré... mucho.

Luffy sonrió desafiante, aumentando el ritmo de las lamidas por un rato hasta que su esposo no lo resistió y se corrió adentro de su boca.

El espadachín volvió a tomar el control de la situación, desabrochando el pantalón del menor para quitárselo seguido del boxer de este. Se detuvo un momento para mirarle con una sonrisa ganadora y comenzar a atacar su cuello, dejando chupones y mordidas mientras bajaba por todo su torso y abdomen. Ya buscaría la manera de taparlos después. 

—¿dónde mierda se metieron estos dos? —murmuró Nami al no verlos por ningún lado.

—déjalos, Nami; de seguro que se fueron a disfrutar. —le respondió Usopp con tono burlón.

—y el pervertido es Sanji. —la navegante rodó los ojos.

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¡déjenme explicarles!

loquepasaesquenosabíacomocontinuarytambiénmedabapenita.

Y si, estuve escuchando CPR mientras lo escribía JAJAJJAJA