One Piece World | ZoLu | O. P.

𝐙𝐨𝐋𝐮: girasoles

Pagó las flores y dio un suspiro antes de esbozar una sonrisa nostálgica en su rostro. Girasoles. Él no era fan de esas cosas, pero le gustaban los girasoles. Todavía recordaba la vez que se lo había dicho.

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"—¡Zoro, mira! —exclamó con una sonrisa al ver aquel campo de girasoles. Zoro miró el lugar y solo le pareció bonito, no era la gran cosa.

—Son girasoles. —recalcó lo obvio. Luffy sonrió y le tomó de la mano para jalarlo hasta el campo. —¿te gustan?

—¡claro que sí! —el azabache comenzó a tomar algunos para hacer una corona de flores y luego extenderla hacia él con una sonrisa de oreja a oreja. —para ti.

Zoro sonrió levemente y le dejó ponerle la corona. Una vez había leído en algún lado que el significado de los girasoles tenía que ver con la alegría y no sabía si era coincidencia que fueran el único tipo de flores que le gustaban al moreno„

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Viejos tiempos. Emprendió camino hacia aquel lugar que probablemente ya conocía de memoria por las tantas veces que había estado allá, pero que, sin embargo, seguía perdiéndose para encontrar dónde quedaba. Se suponía que de la florería hasta allá eran algunos quince minutos a pie, pero tardó al menos cuarenta y cinco hasta encontrar el camino correcto y finalmente quedar frente a aquellas puertas de hierro tan grandes y a la vez tan familiares. Entró sin mucha prisa en realidad y se dirigió donde sabía que se encontraba, y por suerte no se equivocó.

Se sentó suspirando antes de poner una sonrisa.

—Ya sé, me tardé más tiempo esta vez, pero, en mi defensa, las calles se movieron solas. —dijo con un leve tono divertido.

"—las calles no se mueven, es que Zoro siempre se pierde shishishi„

Casi juró haber escuchado aquel comentario que siempre le decía cada que le recitaba esa icónica frase. Su sonrisa se fue volviendo más amarga, pero luego borró todo rastro de amargura e hizo como si todo estuviera bien. Aunque no sabía para quien fingía, porque, aun si fuera para él, lo descubriría al instante.

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"—ne, Zoro. —levantó la mirada con una sonrisa forzada. —¿por qué estás triste?

borró su sonrisa falsa y la cambió por una llena de tristeza. —a ti nada se te escapa, ¿verdad?„

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—sé que nunca te gustaron las flores, pero con los girasoles es diferente, ¿cierto? —dejó los girasoles unos centímetros más delante de él. —te los traje... —murmuró, la nostalgia invadiéndole sin pedir permiso mientras las lágrimas se asomaban de la misma manera.

Miró la foto del azabache encima de la lápida y las lágrimas comenzaron a caer sin cesar. ¿Por qué seguía yendo a sufrir cada día a ese lugar? La verdad es que ni él mismo sabía. Solo le gustaba quedarse a hablar como si él realmente pudiera escucharlo, de alguna forma le daba confort.

—anoche fuiste a invadir mis sueños. —susurró mientras una sonrisa se formaba entre las tantas lágrimas. —me hiciste creer que todo esto fue una mentira poniéndome una bonita ilusión donde te quedabas aquí... eso fue cruel. —la sonrisa fue desapareciendo poco a poco. —desperté alucinando y de verdad creí que estabas allí robándote toda la comida de la nevera... —soltó una risa amarga. —dolió cuando vi que no era así.

Evidentemente no obtuvo respuesta además de la fría imagen sin vida donde fue capturado el momento en el que su novio recogía un montón de girasoles con una sonrisa muy grande en su rostro al ver como el peliverde le apuntaba con una cámara.

Su mirada se apagó.

—quema como el maldito infierno. —susurró, su voz rota. —todo esto... quema como el maldito infierno.

Lo único que se escuchaba era el viento soplando, anunciando que el otoño estaba cerca.

"¿por qué?"

Era su única pregunta, pero simplemente no le encontraba respuesta.

—últimamente he estado tomando pastillas para dormir, pero a veces ni eso ayuda. —murmuró mirando al cielo, el cual se encontraba nublado. —y realmente no quiero que lo haga, porque cuando apareces en mis sueños puedo oír tu voz y tengo miedo de que en algún punto no la pueda recordar... —se tomó un momento en silencio y luego salieron unas palabras que se las llevaron el viento. —¿por qué no sales de mi mente? ¿eh, Luffy?

Se quedó observando la fotografía, queriendo grabarse esa sonrisa que mostraba. Miró la hora en su reloj y se levantó mientras se sacudía un poco la tierra para luego secarse las lágrimas con la manga de su abrigo.

—ya tengo que irme, Luffy. —dijo. —vendré mañana...

y sin más, salió de aquel cementerio donde descansaba aquel cadáver de un azabache que alguna vez fue un chiquillo alegre y revoltoso. Oh, cuanta falta hacía su presencia.

admito que algunas lágrimas lograron escapar escribiendo esto :,D

y más la última oración:(

la fotografía de Luffy está en la multimedia por si la quieren ver

en fin, mis disculpas si los hice llorar o sentirse tristes. Se suponía que cuando actualizo andan happy's, no para que yo venga con un one-shot angst jsjs

a los que leen "muginstragram" les prometo compensarles con un nuevo cap.

eniweis, baii!