En el año 120 después de la conquista la muerte de dos grandes simientos de la casa Velaryon se desplomaron poniendo fin al legado que alguna vez se colocó sobre sus hombros. Laenor y Laena se llevaron consigo ilusiones y deseos que pocas veces pueden ser nombrados.
Daemon amaba con fiereza a Laena aunque las escrituras de su romance no siempre le hacían justicia a ese desenfrenado amor, su pérdida fue dolor para el y para sus preciosas hijas. Rhaenyra por otro lado, con la muerte de su esposo y amigo; Laenor la historia comenzaba a jugarle a traición, con Sir Harwin Strong muerto y tres pequeños Velaryon de cabello negro bajo su yugo la reina no tenía más que ser objeto de duda y prueba para sus enemigos.
El rey Viserys observaba demandante desde la comodidad de su asiento en uno de los mejores lugares que podía ofrecer Marcaderiva. Viserys podía no ser brillante, pero conocía las tradiciones de su casa y el peligro de tener duda entre sus hombres.
El reclamo de Rhaenyra; la mejor de sus hijos como la nombró en secreto corría, corría un riesgo inmenso, pues el rey podía no darse cuenta de muchas cosas, pero tampoco sufría de una ceguera total e irreparable, Alicent; su segunda esposa, tenía las más severas intenciones de poner aprueba a Rhaenyra para poder coronar a alguno de sus hijos, si bien Viserys hasta el momento no negaba a esos niños tampoco les tenía un amplio afecto, pero algo debía salir de tan basto odio.
Viserys miró a su hija, ella estaba empedernida en los brazos de Daemon; su hermano, quien por gusto era un canalla y altivo hombre de porte galante, el rey no odiaba a su hermano y si podía admitirlo había pensando en una unión fuerte para los dos que llevaban su sangre luego de la perdida de sus esposos.
Daemon le daría a Rhaenyra fidelidad, compañía y fortaleza, ella podría ser para sus huérfanas niñas una madre calurosa y comprensiva pero aún con esa unión Viserys no podía garantizar que una guerra no se aproximará luego de su muerte.
Debía atar de manos a Alicent Hightower y no había mejor manera de hacerlo que arrebatar por mucho que le costara a uno de sus hijos y ponerlo bajo custodia de Rhaenyra. Y debía ser cuanto antes, pues el deseo mutuo de su hija y su hermano podría cobrar factura en las playas de Marcaderiva haciendo que su plan se fabricara de alguna forma menos llevadero.
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sueño de poniente | rhaegon
FanfictionEl año más próspero para los Targaryen fue en el 131 d.c en los cielos había dragones, en la tierra celebraciones.