Rhaenyra salió del castillo tomada de la mano con Aegon dando de que hablar a la multitud, los barones se quedaron mirándolos fijamente como si nunca hubieran visto un matrimonio entre hermanos o familiares como común mente se acostumbraba en los Targaryen, el aire de invierno era frío y se podía oler la época próxima de desolación helada que sumergirá a Desembarco del rey en un pedazo de roca helada casi impenetrable. Elinda salió del castillo con el pequeño Joffrey en sus brazos, Aegon la miró de lejos y sin un gramo de duda camino a la dama de compañía de Rhaenyra para extender las manos, el pequeño Joffrey ya no se sentía extraño en las manos ajenas de Aegon, de hecho se podría decir que no eran ajenas, que nunca más lo serían para el, Joffrey se recargo en el hombro de Aegon y se quedó tranquilo, chupando frenéticamente su dedo pulgar y aferrándose al atuendo de Aegon.
—Me siento feliz por los nombramientos —la voz de Daemon llego a ella como una daga por la espada. Rhaenyra antes de darse la vuelta vio el rostro de Aegon desencajarse por la molestia. —Debo admitir tus hijos son todo lo que esperaba.
—No estoy seguro de haber enviado un cuervo con tu nombre entre sus garras —dijo Aegon sujetando a Joffrey como si esperara poder aferrarse a él para no hacer algo indebido. —¿Qué haces aquí?
—Tengo más derecho de estar aquí que tu —sonrió sarcástico el príncipe Daemon haciendo que el semblante de Aegon se oscureciera aún más. Rhaenyra miró a su alrededor y comprendió porque Daemon habló en alto valyrio, todos los miraban. —El negro siempre ha sido tu color Rhaenyra, serás una buena reina.
—Gracias Daemon —la princesa le regalo una sonrisa genuina y Aegon solto un suspiró girando los ojos. —También gracias por aceptar el compromiso de nuestros hijos, es importante para todos.
—Baela y Rhaena están felices por ello, no hay cosa que me haga más feliz que ver a mis hijas casadas con quien en verdad las merece —comentó el, Aegon se mordió la lengua.
—Deja de fingir que el momento más feliz de tu vida es ahora, deberías volver a casa —pidió Aegon. —Nadie en este lugar muere por ver tu presencia.
—Siento decepcionarte querido sobrino, pero antes de que tu fueras juramento lo fui yo para proteger a Rhaenyra, no pienso irme.
—Vete —repitió con la voz ronca. —Oh haré que te vayas.
Daemon desenfundó hermana oscura con una sola mano haciendo que su filo sonara entre multitud como si la hubiera tallado acero con acero, Aegon tomo el mango de fuegoscuro pero antes de que pudiera desenfundar el pequeño Joffrey comenzo a llorar y Rhaenyra se interpueso entre los dos haciendo esperando que su rivalidad no fuera evidente ante los siete reinos, pero parecía ser demasiado tarde.
—Calma, Aegon —pidió ella mirando a su hermano con los ojos brillantes, el príncipe soltó un suspiro, soltó el mango de su espada y acarició el cabello de Joffrey mientras caminaba lejos de ellos. Rhaenyra pudo respirar. —¿Qué se supone que estas haciendo?
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sueño de poniente | rhaegon
FanfictionEl año más próspero para los Targaryen fue en el 131 d.c en los cielos había dragones, en la tierra celebraciones.