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Chanyeol estaba sentado en el sofá en el penthouse de Jinyoung. Veía cómo Balstic rogaba por su vida. Él no tenía compasión del tonto que había ayudado en el golpe contra los líderes. Frotó su dedo en la incipiente barba mientras el líder de los demonios tomaba al hombre de la garganta y lentamente lo levantaba en el aire.

—Dinos quién nos quería muertos —dijo Jinyoung calmadamente.

Chanyeol tenía que darle sus respetos al hombre. Sabía cómo mantenerse en calma. Ese era un rasgo que no era fácil de adquirir. La gente nacía con eso o ellos recorrían duros caminos y algunos nunca lo aprendían del todo.

—No puedo —el hombre gimió—. Me mataría.

—Él no lo hará —dijo Namjoon inclinándose hacia adelante y apoyando los brazos en las rodillas—. Tienes cuatro hombres en este cuarto que van a matarte lenta y dolorosamente. Yo reconsideraría cuál se siente una mayor amenaza si fuera tú.

Los ojos del hombre saltaban mientras giraba su cabeza para ver a Namjoon, Zeus, y Chanyeol. Zeus estaba de pie, viéndose más amenazador caminando hacia Balstic. Los caninos afuera cuando jaló el negro cabello del hombre. —Quiero saber quién me quería muerto. ¡Ahora!

Balstic tembló en el agarre de Jinyoung, tragando varias veces. Sus ojos viendo alrededor y entonces vio a la cara del demonio. —Shanta. Fue Shanta quien preparó el ataque para los cuatro. 

Chanyeol estaba impactado, pero mantuvo su cara en calma. ¿Por qué infiernos el líder de los Elf del bosque los quería muertos? 


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Hyunjin estaba sentado en el porche del frente dejando que el movimiento del columpio lo adormilara. Abrió un ojo y vio una camioneta acercarse. Vio a algunas parejas de la antigua manada de Felix salir.

—Hey, Hyunjin —dijo Minseok subiendo los escalones—. ¿Está Felix?

Hyunjin señaló hacia la puerta mientras bostezaba. Había sido un largo día, y todo lo que quería era descansar. Sunoo había preparado una gran cena, Hyunjin comió por tres. ¿Qué podía decir? Eso era bueno.

—Gracias —dijo Minseok entrando a la casa, Baekhyun, Jungwoo, Beomgyu, y Taemin lo siguieron. Era asombroso que Hyunjin pudiera recordar todos esos nombres. Pero de nuevo. Él era listo. Se estiró y se giró, dejando que su lado izquierdo colgara del columpio mientras cerraba los ojos.

La noche era pacífica. Sólo se oía el canto de los grillos y la brisa. Abrió un ojo de nuevo cuando oyó la puerta de malla abrirse. Felix salió y fue directo hacia Hyunjin.

Abrió los brazos y su pareja se acurrucó y apoyó la cabeza en el pecho de Hyunjin. Sostuvo a su pareja y empujó el columpio con el pie, perezosamente. El columpio se movió lentamente. Levantó la vista para ver el cielo nocturno, sintiendo la presencia de Felix que se acurrucaba más cerca.

—Pensé que tenías compañía. 

Felix frotó su cara en el pecho de Hyunjin y apoyó su mentón en sus manos. —La tenía. Pero ahora ellos están tratando de ver si pueden lograr que Dino beba toda una jarra de café.

Hyunjin se rio y pasó su mano por la espalda de su pareja. —Eso debe de ser interesante. Puedo oír a Pa gritándoles ahora.

Felix sonrió. —Él lo hará cuando Dino termine la jarra de café. Baekhyun preparó una jarra extra fuerte.

Hyunjin inhaló el aroma de su pareja mientras Felix se acomodaba en su pecho. ¿Cómo podía ser la vida mejor? Retiró el cabello de la frente de su pareja y depositó un beso.

Los papas de Felix -HyunLix-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora