Flufftober 2023

Meet Cute

Wednesday Addams generalmente pasaba la mayor parte del año en un departamento en New Jersey, cerca de la mansión de sus padres, sin embargo, por la publicación de su último libro de la trilogía de Viper de La Muerte, que comenzó a escribir cuando todavía era una adolescente y estudiaba en casa, estaba de gira por el país, ahora era el turno de San Francisco, California.

Su primera reunión para la lectura y firma de libros serían en un par de horas, sin embargo, no quiso desperdiciar un día ideal para salir a caminar, uno brumoso y frío. Sin decirle a su editor, ella solo agarró la tarjeta de la suite, su libreta junto a su lapicera, porque nunca se sabía cuándo llegarían las ideas para la trama de un nuevo libro y su teléfono.

Lo primero que pensó en visitar fue la Isla de Alcatraz, sin embargo, por las condiciones climáticas, le fue imposible, así que caminó por uno de los muelles, sin recordar bien su número. La gran cantidad de gente hizo que saliera más pronto de lo previsto.

Caminó sin rumbo fijo por varios minutos, hasta que encontró un parque, Pioneer es su nombre, le gustó porque había una torre llamada Lillian Coit Memorial Tower, la que visitaría otro día. Se sentó cerca de la entrada y comenzó a observar a la gente que paseaba por tan hermoso lugar.

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Enid Sinclair nacida y criada en San Francisco, nunca le habían gustado los días nublados, ella prefería los días soleado, esos que sucedían con poca frecuencia. Tenía la idea de mudarse de la casa de sus padres desde que salió del instituto, pero no la dejaron ir a estudiar en otro estado, así que estaba cursando una segunda carrera, la primera había sido un rotundo fracaso porque la eligió su madre, Esther Sinclair. Lo que verdaderamente le apasionaba a Enid, era la actuación y su sueño era estar en unos de los famosos teatros en Nueva York, sin embargo, está estudiando una carrera que habían aprobado sus padres, pero que ella no estaba del todo a gusto, leyes.

Salió de su casa, porque ese día era su turno para pasear perros. Un trabajo que le había conseguido su amiga Yoko Tanaka. Agarrando las llaves de la camioneta, inició su travesía para ir a buscar a 10 perros.

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Wednesday observó a los visitantes por bastante tiempo, pero ninguno llamaba su atención, así que ahora estaba recorriendo el parque sin tener una ruta definida, solo se dedicó a despejar su mente y seguir lejos de su editor, todavía tenía dos horas para el encuentro con sus fanáticos.

Mientras que la escritora disfrutaba de su tarde, una joven estudiante terminaba su recorrido buscando a los perros para pasearlos, una tarea que le agradaba bastante.

—Gracias Enid, te encargo a mucho a Astro — Le decía una señora.

—No se preocupe señora Jones, me encargaré que tenga una entretenida tarde — Despidiéndose, lo subió en la camioneta.

Enid agarró su celular para buscar algún parque cerca, hoy tenía ganas de estar en un nuevo sitio. Buscando en la aplicación de mapas, encontró uno que llamó su atención y vio que era apto para los perros. Presionando la flecha en el mapa, Enid manejó siguiendo las instrucciones que le daba el teléfono por el altavoz. Sin ningún contratiempo, llegó al parque.

— Serán buenos chicos y tendrán sus recompensas— Dicha recompensa eran galletas para cada uno. Como si hubiesen comprendido las palabras de Enid, la mayoría de ellos ladraron y otros movieron alegremente su cola.

Enid en un principio siempre tenía problemas para llevar a tantos perros, pero a medida que fue pasando el tiempo y los fue conociendo, sabía a cuáles llevar en su mano derecha y cuales en su otra mano.

Viendo realmente cómo era el parque y asegurándose la zona especial para perros, Enid fue desenganchando cada una de las correas de los perros, los cuales corrieron rápidamente. Enid solo se río, porque era lo que siempre hacían. Ahora ella solo tendría que estar atenta a ellos por cerca de 45 minutos.

Enid durante ese tiempo, mantenía su teléfono en su mano, para tomar fotos de los perros y mandárselas a sus dueños y también para mandarle mensajes de texto a su amiga Yoko.

Media hora después los perros de más edad, eran los primeros que volvían con ella, que estaba sentada en una de las bancas, así que de inmediato les colocaba las correas.

El tiempo para su permanencia en el parque se estaba agotando y había un perro que seguía disfrutando del césped y jugando con otros perros. Enid llevaba a los otros de la misma forma que llegó al parque. Cuando se acercó a Chip este volvió a correr alejándose de Enid.

—¡Chip! — Gritó — No estoy para tus juegos— Sin embargo Chip tenía otros planes. Se fue corriendo hacia donde estaba sentada una joven mujer que estaba escribiendo en su libreta, sin darse cuenta que un perro estaba cerca de ella. Enid corrió lo más rápido que pudo.

Recuperando el aliento, le habló a la joven.

— Disculpa si te molestó, es algo rebelde — Enid dijo sin antes fijarse en la mujer que estaba frente suyo y que estaba acariciando la cabeza de Chip.

— Definitivamente lo es — Contestó con simpleza mientras su vista que estaba en el perro, se dirigía hasta el rostro de la joven y se quedó fascinada por el color azul de los ojos de la chica rubia.

Enid que también le estaba devolviendo la mirada, observando las pecas que adornaban la cara de la mujer.

—Ehm... — Tosió brevemente, para ordenar sus pensamientos — Es el más joven, así que supongo que en un tiempo más me hará caso. — Terminó sonriendo.

—Supongo, aunque creo que su raza es juguetona por naturaleza.

—Y también que son buenos perros de asistencia. — Enid completó la información.

Enid no sabía que más decir, pero quería mantener la conversación por algunos minutos más.

—¿Vienes muy seguido a este parque? — Era la mejor pregunta que se le ocurrió, porque el tema del clima estaba muy trillado.

—No, es la primera vez— No sabía si darle más información a una perfecta desconocida.

—¡Oh! Igual que yo — Enid se sentó al lado de la joven para colocarle la correa a Chip.

—Pensé que era tu lugar habitual para pasear a tus perros.

—No, no son míos, solo soy la encargada de pasearlos — Enid que era muy torpe si se trataba de coquetear con otras mujeres, esta vez sería valiente y le haría caso a los consejos de Yoko — Así que si necesitas de mis servicios, soy Enid Sinclair.

—Wednesday Addams — Respondió a la presentación de la joven— No creo que requiera de tus servicios, no tengo mascotas, vivo en un departamento y mi horario de trabajo en ocasiones suele consumir demasiado de mi tiempo.

—Imaginé que sí, porque fuiste muy amable con Chip — Yoko le había dicho que debería usar la táctica de hablar acerca de los perros, incluso bromeó para entrenar a uno para que le encontrara una novia, a lo que Enid respondió riéndose fuertemente. Quizás Yoko no estaba tan equivocada, pensó.

— Cuando era niña tuve mascotas, pero no un perro, al contario tuve... — Wednesday no pudo seguir hablando con Enid, su teléfono estaba sonando. Viendo quien era tuvo que contestar de inmediato.

—Sí, ya vi la hora.... No te preocupes llegaré a tiempo.... Nos vemos — Eso fue lo que pudo escuchar Enid.

Creo que la llamó su pareja. Enid se había equivocado una vez más.

—Disculpa Enid tengo que irme —Wednesday se puso de pie.

—Sí yo también — Sujetó fuertemente las correas de los perros — Un gusto hablar contigo Wednesday.

—Digo lo mismo Enid, adiós— Wednesday caminó en línea recta y Enid al contario de donde se fue Wednesday.

Era bastante linda. Pensaron las dos mientras se alejaban.