Wedding

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Enid seguía dando vueltas en la cama, su ansiedad le estaba dando problemas para dormir y estar separa de Wednesday por un pasillo, no le ayudaba a conciliar el sueño.

No sé en qué estaba pensando cuando sugerí esto. Enid tuvo la idea que la noche anterior al día de su boda, durmieran en habitaciones diferentes. Wednesday le preguntó varias veces si estaba segura de seguir esa anticuada tradición y ella le respondió que sí todas las veces.

¿Si le mando un mensaje? Enid vio la hora en su teléfono, eran las 4 de la mañana.

—Mejor no— Enid dejó su teléfono en la mesita de noche y se levantó de la cama. Fue a mirar por la ventana, la noche estaba estrellada y sonrió al recordar las primeras vacaciones que estuvo como invitada, estaba en la misma habitación y el paso de los años no la afectaron. Apoyó su frente en el vidrio y se cerró los ojos por un momento, en una horas más su vida cambiaría una vez más. La primera vez fue cuando se transformó bajo la Luna llena de sangre, la segunda, cuando se convirtió en la novia de Wednesday, la tercera, cuando decidieron vivir juntas cuando comenzaron la universidad y ahora.

Todas son importantes, porque siempre estuvo involucrada Willa. Enid se quedó unos momentos más mirando hacia el bosque. Se fue acostar y esta vez sí durmió un par de horas.

Wednesday todavía no entiende porque Enid insistió tanto en no dormir juntas y también solo verse en la boda. Esa noche la extrañó y las horas antes del comienzo del extraordinario evento, se le hicieron interminables, sin embargo, ahora solo restaba una hora para el inicio de la ceremonia y estaba acompañada de su madre.

Morticia a petición de Enid, le había pedido su ayuda para impedir que se vieran. Ella le dijo que no era necesario seguir esa tradición, sin embargo, Enid, que vio un montón de series y películas que hacían hincapié en esa costumbre, quiso imitarlos. Morticia que le tuvo un cariño especial desde que Enid pasó sus primeras vacaciones en la mansión, intuyó que no podría ser solo una compañera de habitación o amiga. También ayudó que la despedida en esa ocasión, cuando la abrazó tuvo una visión en particular y esa estaba a punto de hacerse realidad.

—Wednesday, hija— Sujetó sus manos — Todo saldrá tal como lo planificaron.

—Lo sé, eso no es lo que me preocupa — Wednesday se había sentado frente al espejo, en una de las habitaciones del primer piso, Enid seguía estando en la habitación frente a lo que era su antiguo dormitorio.

—¿Qué es? — Morticia apoyó su palma en un hombro de su hija.

—Si alguien de la familia de Enid, vendrá — Hasta el momento no tenían confirmación de su padre ni sus hermanos.

—Si no se presenta ninguno de ellos, recuerda que tu padre se encargará de llevar a Enid, hasta el altar. — Morticia ahora estaba frente a su hija.

—Enid todavía tiene la esperanza que estén presentes — Wednesday nunca le aseguró que alguien de su familia asistiría, de lo único que estaban seguras es que Esther Sinclair no haría el menor esfuerzo en cruzar todo el país para ser testigo del día más feliz de su única hija.

—Tendrás que darle todo tu apoyo, cómo siempre lo has hecho. Lo más importante es que Enid finalmente formará oficialmente parte de nuestra familia. — Wednesday al escuchar esto, sonrió.

— Tienes razón, madre. Gracias por escucharme.

—No tienes nada que agradecer, siempre contaras con nuestro apoyo — Wednesday se puso de pie y le dio un abrazo a su madre. — Desde que la relación con Enid se fue profundizando, ella se acostumbró a estos demostraciones de cariño, así que ahora no tendría ningún inconveniente en abrazar a sus seres queridos.

Flufftober 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora