Hand Holding

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Wednesday Addams esperó alguna reacción de su compañera de habitación después de las 5 cartas que escribió y Thing se encargó de dejarlas en la mochila de Enid siempre a la misma hora de manera exitosa. No recibió ningún comentario y ella tampoco se delataría, solo tenía que seguir con el segundo paso de su plan que se llevaría a cabo en dos semanas más.

Ese sábado se levantó una hora más tarde de lo usual. La noche anterior le costó conciliar el sueño, tenía preocupaciones acerca de que Enid pensara que uno de los estudiantes de Nevermore, unos simples adolescentes que escribían mensajes con abreviaciones o con emojis, sería capaz de componer alabanzas hacia ella con prosa elegante o tener el suficiente intelecto para crear un poema con un mensaje escondido.

Su humor de esa mañana era espantoso y no de la forma acostumbrada de ser de Wednesday, sus vibras asesinas estaban al máximo, ni siquiera pensar en las horas que pasó junto a Enid la noche anterior mientras veían películas mejoró su estado de ánimo.

Se levantó rápidamente y fue hasta la sala de entrenamiento de esgrima, si tenía suerte podría descargar su ira con algunos integrantes del equipo, al cual no pertenecía.

Enid que fingió estar dormida cuando vio que Wednesday salía de la habitación, conociéndola, sabía que algo andaba mal con ella.

—¿Sabes algo Thing? — Salió desde debajo de la cama de Wednesday y fue hasta donde estaba Enid.

Thing le respondió que No.

—Ayer también estaba extraña, incluso en nuestro viernes de película estuvo más callada de lo normal y sus comentarios hacia la película fueron más crueles que nunca.

Enid que todavía no había mencionado el asunto de las cartas a Wednesday porque seguía pensando en una forma igual de romántica, pero original para decirle lo mucho que le encantaron.

—Quizás solo bastaba con decirles que las amé — Enid vio la hora, todavía era temprano para levantarse, pero como ya no tenía sueño, se quedó un rato más en la cama, perdiendo el tiempo con su teléfono.

Enid incluso esas horas de la mañana buscó en internet acerca de cómo confesarte a tu "crush" o ideas para una cita, las desechó todas, porque Wednesday era una persona que no podía ser comparada con el común de la gente.

—Le pediré ayuda a Yoko — Enid se levantó para bajar a tomar desayuno a la cafetería, después buscaría a su amiga y confidente.

Wednesday tuvo 3 duelos con estudiantes de diferentes años, ninguno había sido un digno rival para ella, sin embargo, había logrado aligerar su mal humor. Ahora se dirigía a las duchas, ya era hora del almuerzo y quería encontrarse con Enid, la extrañaba.

Yoko estaba sentada en una de las mesas de patio pentagonal, nadie podía nombrarlo como antes, después de las insistencias de Wednesday. Frente a ella estaba Enid que llevaba varios minutos hablando con una pronunciación dificultosa, porque estaba nerviosa e imaginándose lo peor con respecto a la persona que amaba.

— Enid — Yoko la llamó una segunda vez y espero que la mirara, porque se sostenía la cabeza con ambas manos mientras miraba directamente a la mesa de madera.

— ¡Arruiné todo! — Enid pegó su frente a la mesa con un ruido estruendoso.

Yoko le dio unos golpecitos en la cabeza, Enid al fin volvió a mirarla — No arruinaste nada. Las cartas no pedían respuesta, ni encuentros, ni nada, así que debes calmarte.

Enid se tocó la frente, todavía no sentía ninguna hinchazón. —No pensé en eso.

—Para eso estoy— Yoko le sonrío.

—Qué hago ahora, o sea ¿debería solo declararme? — Enid mientras más lo pensaba, más se sonrojaba.

— Te diría que sí, pero eres una idiota enamorada y cobarde, sé que no lo harás, deja que Addams sea la que mencione las cartas, de seguro tiene todo un plan "maquiavélico" — La última palabra la remarcó con sus dedos en el aire haciendo el signo entre comillas.

Enid olvidó ese detalle de la personalidad de Wednesday, sabia que le gustaba trazar planes para casi todo, quizás Yoko estaba en lo cierto.

—No sé que haría sin ti — Enid apoyó su mentón en su palma derecha.

— ¿Hundirte en tu miseria? — Volvió a beber la bolsa de sangre que Enid le regaló por robarle minutos con su novia.

Wednesday que tuvo la mala suerte de no encontrar a Enid durante el almuerzo, volvió a la habitación porque necesitaba revisarse la mano. Después de salir del camerino y recoger sus cosas, sintió una molestia en su muñeca.

Entró a la habitación y no encontró ni a Enid ni a Thing, dejó su bolso encima de su cama y buscó el botiquín, no iría por una leve molestia hasta la enfermería. Estaba buscando un ungüento y una venda cuando escuchó el clic de la puerta y su característico ruido cuando se abría.

—Hola Wends... — Enid la vio sentada en la cama junto al botiquín y se preocupó, fue rápidamente hasta ese lugar. —¿Qué te pasó? — Preguntó con ansias.

—Nada, al parecer me torcí la muñeca — Wednesday le restó importancia, porque con toda la adrenalina y mal humor del momento, no sintió ningún dolor, hasta ahora.

—¿Qué estabas haciendo? — Enid permaneció de pie cerca de Wednesday.

—Esgrima — Respondió con simpleza.

—Pero si has rechazado todas las invitaciones del entrenador para unirte al equipo — Enid finalmente se sentó en la cama, porque la causa de la herida de Wednesday no fue por estar haciendo nada peligroso.

—Y seguiré rechazándolas, necesitaba hacer algo de ejercicio esta mañana — Wednesday intentó abrir el ungüento, pero no pudo.

—Deja que te ayude — Enid no esperó la respuesta, abrió el ungüento sin devolvérselo, ella misma se lo aplicaría en la zona inflamada.

Wednesday no respondió verbalmente, solo extendió su brazo para que Enid alcanzara su mano. Durante ese momento no se hablaron. Enid que tuvo el privilegio de compartir tantas semanas con Wednesday durante las vacaciones nunca tuvo la oportunidad de sujetar sus manos. Enid estaba luchando por no sonrojarse.

— Gracias Enid — Wednesday había disfrutado de ese momento.

—Cuando lo necesites — Volvió a tapar el ungüento.

Wednesday se vio la mano pensó que sí necesitaba de una venda.

—Espera, yo lo hago — Enid detuvo el movimiento de la mano sana de Wednesday. Por sus prácticas de baile aprendió primeros auxilios.

Wednesday volvió a entregarse a los cuidados de Enid y estuvo satisfecha con el resultado, para agradecerle hizo algo que llevaba pensando demasiado tiempo.

Su mano izquierda estrechó la mano de Enid delicadamente y se permitió acariciar los nudillos por unos segundos. Enid que dejó a un lado su cobardía aprisionó la mano de Wednesday entre las suyas mientras sonreía. 

Flufftober 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora