Love Letters

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Wednesday Addams miraba la hoja en blanco de su máquina de escribir, intentó continuar con su novela de la adolescente detective Viper, desechó un par de hojas porque ninguna de las ideas la convencía. Thing arrojó en el papelero las que caían cerca de aquel lugar. Estaba completamente desconcentrada, Enid estaba ausente una vez más en su hora de escritura.

Thing golpeó el escritorio un par de veces.

—No, me quedaré aquí esperándola — Enid invitó a Wednesday a ver una de sus prácticas de baile. Ella se negó a acompañarla excusándose que coincidía con su hora de escritura.

Thing volvió a golpear intensamente la superficie de madera.

—No me estoy quejando Thing, es solo que... — Wednesday aún es incapaz de decirlo en voz alta, de lo mucho que le gusta Enid y no en el sentido de amigas o compañeras de cuarto.

Thing esta vez no siguió insistiéndole que se confesara, porque él sabía que Wednesday sería correspondida. A su vez, ella también estaba segura de los sentimientos que tenía Enid hacia ella, todas esas demostraciones de afecto durante la estadía de esas semanas durante las vacaciones fueron un claro indicio que su relación iba más allá de una simple amistad.

—Además todavía no sé cómo iniciar mi cortejo apropiadamente — Wednesday quedó maravillada con todo el festejo para el día de su cumpleaños, así que también pensaría en los preparativos para una correcta confesión.

Wednesday observó la hora en su singular reloj, su hora de escritura terminó hace 10 minutos. Giró la perilla del rodillo y retiró la hoja que siguió en blanco. La guardó en un folio y apagó la lámpara.

Su estado de ánimo no era el más apto para tocar el violoncello, se decidió por continuar leyendo la Divina Comedia que le regaló Enid el viernes de la semana anterior. Retomando el canto V del Inferno, teniendo como tema central el castigo a dos enamorados; Paolo Malatesta y Francesca Da Polenta. Wednesday intentó concentrarse por la próxima media hora.

Enid cerró la puerta fuertemente y lanzó su bolso cerca de la ventana circular y gritó con frustración mientras se lanzaba a su cama. Wednesday dejó de leer en el momento que sintió la puerta abrirse.

—¿Qué fue lo que pasó ahora? — Wednesday se acercó a Enid.

—Nada, es solo que... — Enid solo se dio la media vuelta y girando su cabeza hacia la izquierda.

—¿Solo qué Enid? — Wednesday cruzó sus brazos.

— Es solo que tengo que ensayar esos estúpidos pasos de baile que nuestra capitana se inventó y son de lo más rídiculos... — Enid tuvo un conflicto con la estudiante de último año.

—Entiendo — Wednesday respondió brevemente, porque no es primera vez que Enid llega de malhumor después de su práctica. — Me gustaría haber visto tu pelea con ella.

—No tuvimos una pelea, lo resolvimos hablando — Enid quizás sacó sus garras y gruñó, pero no le hizo daño a nadie.

—Lo que digas Enid — Wednesday se acercó y se sentó cerca de Enid.

—Sé que tengo mejores ideas y se puede mejorar la coreografía, pero ella, no escucha a nadie.

—Es por eso que debes postularte para ser capitana el próximo año.

—Todavía no me decido Wends— Enid exhaló fuertemente.

—Creo que tu nombramiento está asegurado.

—Gracias por la confianza... — Enid se sentó dejando sus piernas colgando al borde de su cama.

—Si no ocurre así, la persona que sea elegida como capitana quizás sufra algún accidente — Wednesday lo dijo seriamente.

Flufftober 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora