6. Una omega modelo.

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Tras haber transcurrido una semana Rosé se ha sobrepuesto a los síntomas de la marca, también se ha recuperado de los síntomas del celo, donde había aprovechado cada oportunidad para intimar con Lisa, finalmente llega el momento en el que la alfa regresaría a trabajar, mientras se prepara Rose la ve con rostro triste.

-¿Que tiene mi bella omega?- Pregunta lisa viéndola por el reflejo.

-No quiero que te vayas.- Responde la omega.

-¿Quieres venir conmigo?- Pregunta Lisa sin pensar.

-¡Si!- Grita emocionada la rubia, mientras corre a buscar ropa en el armario, encuentra un short de vestir negro y con su saco negro y botones dorados y zapatos de tacón de aguja, corre al baño ante la mirada y la boca abierta de la alfa, ni siquiera había notado que había hecho la pregunta cuando su omega ya estaba lista para partir, solo logra ver como la rubia corre de un lado a otro y se encierra en el baño para maquillarse.
La alfa resignada decide sentarse a esperar que su omega esté lista revisando su celular de vez en vez, leyendo correos y respondiéndolos, y tomando llamadas, unos minutos más tarde se que da en silencio al ver a su maravillosa omega, valió la pena la espera, parecía una de las modelos que trabajaban en su agencia, podría pasar por una de ellas, y se pone celosa de que algún alfa vea a su omega.

-¿Vamos?- Dice Rosé casi como cachorra en la puerta esperando la abran para salir corriendo.

-Vamos.- Dice Lisa tomando su maletín de piel y de manera posesiva la cadera de su omega y Rosé sonríe de la forma en la que la alfa la toma, llevaban una semana entre su celo y sus malestares por la marca y por primera vez desde que conoce a la alfa saldrá de su ahora casa, van hasta el parqueadero y se encuentra con una amplia selección de autos, entre BMW, mercedes, hasta Rolls Royce, la omega iba viéndolos sintiéndose un poco ofuscada entre tantos autos de lujo, que parece más un museo, Lisa toma cualquier llave y abre el auto un hermoso Royce negro, abre la puerta del copiloto ayúdando a entrar a la omega.

-Adelante.- Dice abriendo la puerta para la omega, y ella con una sonrisa toma asiento.

-¿A que distancia estamos de tu trabajo? -Pregunta la rubia.

-Llegaremos en unos quince o veinte minutos.-Responde la alfa tomando su mano.

-Rosie, estos días tu me has visto de una manera muy diferente a la que soy en realidad, así que no te asustes, pero si no llevaras mi marca, quizás todo esto sería muy diferente, pero quiero que sepas que no soy mala, simplemente me encanta lo que hago y me gusta que todo sea perfecto.- Se disculpa con anticipación la alfa porque sabe como es, y sabe que cuando se enoja su actitud, su forma de hablar de responder y de dar órdenes es en lo absoluta buena, por lo que antes de asustarla o intimidarla con alguna de sus actitudes le advierte  como es.
-Por algo me llaman la bestia.-Concluye y Rosé asiente comprendiendo lo que dice.

-Joy una amiga, me había hablado mucho ti, mejor dicho, se quejaba de ti, y como ella trabajo para ti, e incluso me contó lo que le hiciste.- Dice Rosé por lo bajo mientras la alfa aprieta el volante.

-Joy y yo, esa ridícula alfa que no debería ser llamada así, mira Roseanne, eres mi omega, por eso te dire qué pasó, si mi versión no coincide con lo que Joy contó de mi es porque ella miente, y te lo dire solo una vez.- Dice en un tono serio y molesto casi llegando a un tono amenazante.
-Joy y yo nunca nos agradamos, ella trabajaba para mi como mi asistente, yo estaba enamorada de Nayeon, ¡vaya, enserio que amaba a esa omega! La hubiese marcado de no ser por mi ridícula loba que no la aceptaba, siempre dijo que no era para mi, Joy también estaba enamorada o se sentía atraída-Comienza a explicar la alfa hasta que siente el aroma de Rosé, entiende que no le gusta como dirige la conversación, así que de inmediato evita los detalles.
-Es decir, me refiero a que era físico.- cambia de inmediato el tema con su omega que sigue poniendo los ojos en blanco cada vez que habla.
-Bueno como sea, nosotras teníamos algo, ósea nada serio, algo casual, nada importante.-Se explica Lisa minimizando el tema, viendo como su auto cada vez se inunda más con el aroma de avellana que emana su omega, y sabe que no hay forma de cambiar eso hasta que termine la historia.
-Joy estaba siempre detrás de ella, aunque Nayeon siempre la rechazaba, un día, Joy trato de sobrepasarse con ella, siempre había comentarios, ya sabes chismes de oficina, que Nayeon y yo terminaríamos juntas, que yo estaba enamorada de ella, que ella obsesionada conmigo, pero que Joy la molestaba y acosaba, sabes ese tipo de temas, en una ocasión, iba a entrar al vestuario de las modelos, yo sabia que Nayeon había llegado antes, había visto su auto estacionado, así que fui directo, escuché que forcejeaba, y de inmediato reconocí la voz de la persona con quien lo hacia, de inmediato entre, y Joy estaba sobre Nayeon tratando de forzarla, aunque mi loba nunca me dejó marcarla, no podíamos dejar una omega indefensa, pelee con Joy, y mi lado cerebral el que me decía que amaba a Nayeon estaba enfurecida, mi lado alfa estaba defendiendo a la omega que estaba siendo dañada, soy conocida como la bestia, ahí demostré una de esas facetas, Joy apenas se podía levantar, y yo, yo no me cansaba de golpear, Nayeon intervino, me vio con su rostro lleno de horror, huyó de mi, eso fue hace dos años, nunca la volví a ver, aunque quise buscarla, mi loba no me dejó, me dijo que ella no me pertenecía y debía dejarla ir.-Dice Lisa en un tono melancólico, respirando el aroma de su omega que parecía haber cambiado para calmarla, y hacerla saber que ella estaba ahí para ella.

La bella y la bestia (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora