La bella y la bestia (Chaelisa)

8. Exito en Paris.

-¡Joy! ¿Estas aquí?- Dice Rosé genuinamente sorprendida de haberla encontrado tan rápido.

-¿Que haces aquí? Acompañada de ella.- Dice Joy sorprendida, y cuando ve la marca en su clavícula.

-¿Te dejaste marcar por ella?- Dice en un tono decepcionado y Rosé se siente mal por su amiga.

-¡Si, es mi omega!- Dice Lisa orgullosa y victoriosa de quedarse con la omega.

-Rosie si ocupabas ayuda pudiste acudir a mi, no debiste buscar a esta supuesta alfa, más bestia que otra cosa.- Dice Joy viendo con pena a la omega.

-Joy, no insultes a Lisa, tu no la conoces.- Dice Rosé molesta al ver como habla de su dulce alfa, por lo menos con ella si lo era, mientras pone su palma en el pecho de su alfa, tratando de calmarla.

-Joy, me separaste de una omega, pero ella no llevaba mi marca, Rosé, ella es mi omega en todos los sentidos, así que voy a protegerla de ti.

-Lili por favor aquí no.- Dice Rosé tratando de evitar que llamen la atención, cuando ve que no se quitan la mirada la una de la otra camina hacia el exterior, y respira el aire fresco pero cálido, mientras ve la torre, sonríe al sentir el aroma de su alfa acercarse a ella, cuando siente las manos de su alfa acariciando sus caderas y su abdomen hecha su cabeza atrás recargándola en el pecho de su alfa.

-¿Hermosa vista cierto?-Dice Lisa mientras continúa acariciando el cuerpo de la omega.

-Si que lo es, es perfecta, esta noche es perfecta aunque mi alfa se aferra a querer arruinarla.

-No fui yo, esa loca y sus mentiras.- Dice besando la mejilla de su omega.

-¿Mentiras?- Se escucha la voz de Joy y Lisa gruñe y Rosé trata de tomar el rostro de su alfa para distraerla pero de poco sirve.
-¡Tu, tu nos separaste!

-No Joy, nosotras estábamos muy bien.

-Deja de engañarte Lisa, tu, te metiste, yo amaba a Nayeon y ella a mi, nosotras estábamos destinadas, el día que ella huyó, yo la convencía de huir conmigo de ti, ella no te amaba, ella me amaba, casi la convencía, ella iba a aceptar, pero tenía miedo, tenía un secreto que decía nos impedía estar juntas, yo me haría cargo de ella, de todo, yo la aceptaba.- Dice Joy con enojo en su voz, una voz quebrada que reflejaba el dolor que había guardado casi tres años.

-Tu estabas sobre ella, ella te alejaba, tenía que defenderla y la asuste, ¿pero sabes Joy? Nayeon no era mi omega, pero Roseanne, ella es mi omega en todos los sentidos, en todos los aspectos, ella es mia y a ella no te le puedes acercar.- Dice hablando fuerte y segura.

-Rosé, si estás en peligro, yo te puedo proteger, no pude hacerlo con Nayeon, pero te protegeré.- Dice Joy en tono seguro.

-Entiende Joy, Roseanne es mía, aléjate de ella.- Dice Lisa segura.

-Joy, lo siento por lo que pasaste con Nayeon, si es cierto tu historia o no, ese no es el tema, ademas yo amo a Lisa, esta torpe bestia que no sabe decir, buen día, buena tarde, por favor y mucho menos gracias, ella es mi alfa y yo soy su omega, no se que tipo de alfa fue Lisa con Nayeon, solo se como es conmigo, y no debes preocuparte por eso.-Dice Rosé tomando la mano de su alfa que la ve orgullosa.
-Ahora necesitamos volver, ¡no pueden arruinar mi noche!- Dice Rosé molesta, pero toma la mano de su alfa, mientras se adentra a la fiesta, donde la CEO la busca.

-Roseanne que bien qué estas aquí, estaba por anunciar a mi nueva modelo, y Lisa deberíamos hablar de que vuelvas a tu omega mi embajadora, me encantaría triplicar el pago por tener a semejante hermosura y elegancia siendo la embajadora de YSL.- Dice la CEO.