La bella y la bestia (Chaelisa)

12. Adaptación.

-Vamos toma a tu cachorro.-Dice Rosé.

-No, el se ve cómodo contigo, no quiero despertarlo y que comience a llorar.

-Lisa, tómalo, tiene que sentir tu aroma cuando despierte se sentirá mas tranquilo cuándo ya sintió tu aroma previamente.- Le explica Rosé.
-Anda cariño una vez lo cargues no querrás soltarlo, me paso a mi, pero es mas importante que tu lo tomes ahora.

-Bien pero si llora sera completamente tu culpa.- Dice Lisa mientras Rosé le entrega al cachorro que parece extrañar los brazos de la omega, cuando se comienza a mover, Lisa rápido la ve como queriéndolo regresar, así que la omega simplemente acaricia el rostro del pequeño para tranquilizarlo.

-Tu puedes, así lo estás haciendo bien, pégalo un poco más a ti, tiene que sentir tu aroma.- Dice la omega besando los labios de su alfa que le sonríe con la acción de la omega.

-Te amo Rosie.- Dice Lisa sonriendo mientras Rosé enreda sus dedos entre su cabello acariciando su piel.

-Y yo a ti, mucho.- Dice la omega, besando a la alfa y acariciando al pequeño.
-¿Que haremos con Sana?

-¿Como que que haremos? ¿También a ella la quieres llevar a casa?- Pregunta con sarcasmo y se preocupa cuando no responde.
-Ni lo pienses Rosie, enserio ni lo pienses.

-¿Porque no Lili? Es decir el cachorro ocupa a su tía, por lo menos un tiempo, crees que no llorará cuando vea que no está la omega la que lo ha criado, yo tendré eventos, créeme que yo se que puedo cuidarlo, pero cuando tenga que estar en sesiones de fotos, no podemos estar parando a cada rato si el cachorro llora.

-No te preocupes yo estaré en la sesión con el cachorro en la carreola, esperando que te desocupes.- Dice Lisa con orgullo, ocultando que lo haría para asegurarse nadie vea de más a su omega, y Rosé niega sonriendo, sabiendo que no miente y conociendo sus ocultas intensiones detrás de esas palabras, llevar al cachorro para que todos vean que no solo es su omega si no que también tiene un cachorro, y una parte de la rubia se congela, cada vez, cada vez se vuelve más real, es la madrastra y tiene un cachorro, uno muy hermoso, una parte le duele no ser ella la madre, que no llevará su sangre, pero aún así lo amaría y lo protegería como ella no tuvo la oportunidad de ser protegida, se acomoda en la cama, y Lisa le entrega el cachorro de vuelta, cuando ve que quiere abrir sus ojos.

-Se está despertando.- Anuncia la alfa y la omega sonríe, y extiende los brazos al cachorro que comienza a llorar, la omega se levanta para arrullarlo, y camina en círculos, calmando al pequeño.
-Prepara un biberón del cachorro Lisa.

-¿Que haga que?- Pregunta Lisa confundida por la indicación que le da la omega.

-¡Hay a ver, dame permiso, llama a servicio a la habitación y pide agua caliente!- Dice la omega con una sonrisa amable pero desesperada, mientras toma el biberón lo abre y le agrega la leche en polvo como vienen en las indicaciones sin dejar de arrullar al cachorro que parece funcionar un poco el arrullo.

-¡Listo!-Dice Lisa orgullosa, pero deja de sonreír al ver el rostro de la omega.
-¿Que? Ya pedi el agua.

-Bien amor, pediste agua caliente.- Dice con falsa emoción.

-¿Era caliente?- Pregunta levantando la bocina, con la mirada en la omega y rascando su nuca nerviosa.

-¡Demonios Lili! Solo era agua caliente.- Dice la omega enfadada.

-¡Listo! Pedí agua caliente.- Dice ahora la alfa, algo estresada por el llanto del cachorro.

-Ni lo veas así, es tu cachorro.- Dice Rosé regañando a la alfa, a los pocos minutos llaman a la puerta.