☆Hermanos Shiba☆ One-Shots

Al subir las Escaleras (TaiTake)

Todos estaban reunidos en la gran sala de la casa de los Shiba celebrando el baby shower de Yuzuha, quien ya tenía 6 meses de embarazo; la castaña ya había abierto todos los regalos y ahora se dedicaba a ojear con Emma y Hakkai los viejos álbumes de fotos... El viaje a Las Vegas de cuando eran pequeños, fotos de sus madres, paseos a la playa y un sinfín de cosas más

- Que sexy ese traje de baño! – exclamó la rubia – Menudas curvas tienes, Yuzu

- Bueno, ahora mismo ya no las tengo – rió la aludida en respuesta

- Pues para mí sigues viéndote sexy – dijo Sakumo, su esposo, mientras la abrazaba dulcemente

- Já! Mira esa! Es mi disfraz de Freddie Mercury! – dijo animadamente el peliazul con una cicatriz en sus labios

- Oh!! Recuerdo ese Halloween – dijo Mitsuya apoyándose en su hombro – Te veías muy guapo, mi amor – Hakkai se sonrojó y sonrió de forma boba

- Amor~ – Emma estiró sus brazos llamando a Draken y este, con una gran sonrisa, la alzó y la sentó en su regazo... Takemichi y Taiju miraban el cuadro de parejas con una mezcla extraña entre envidia y ternura

- Cómo va todo? – preguntó el de ojos amarillos al de revoltoso cabello negro sentado a su lado, quien le miró de reojo y suspiró

- No muy bien... En el trabajo me tratan como basura y mi novia... al fin se aburrió de mí – Taiju le dedicó una mirada como queriendo darle ánimos, pero no supo como expresarse, por lo que prefirió callar – Vine porque Hakkai me invitó para despejarme, pero debí irme cuando se fueron los demás... No sé que diablos hago aquí – apretó los dientes, estaba a punto de llorar

- Ven, sígueme – dijo el mayor de los Shiba poniéndose de pie y Takemichi obedeció; los dos adultos subieron las escaleras sin que nadie se diera cuenta. El peliazul abrió la puerta de su dormitorio e hizo entrar al más bajo, cerrando la puerta tras de sí – Aquí puedes llorar todo lo que quieras – dijo sentándose en la cama y el menor se quedó de pie en medio de la habitación llorando como un niño desconsolado

- N-no sé que hice mal!! Sólo me dijo que ya no podía seguir conmigo y se fue! Y yo... yo no sé que hacer... Lo di todo por ella y ahora...

- Ven aquí – dijo el musculoso hombre y con algo de duda, el menor se le acercó, sorprendiéndose cuando este le tumbó en la cama

- Ah... Taiju? – preguntó con timidez sintiendo como sus mejillas se calentaban

- Qué? – se acomodó encima del de ojos azules, entre sus piernas y le miró con intensidad

- Q-qué haces?

- No lo sé – hizo una media sonrisa – Quizás la champaña se me subió a la cabeza, pero... – lentamente se acercó a su oreja y su respiración erizó la piel del hombre bajo él – Me muero por comerte – dijo con voz ronca y Takemichi no pudo evitar derretirse ante sus palabras...

No sabía por qué lo hizo, pero ahí estaba, besándose apasionadamente con el mayor mientras este le quitaba la ropa, no iba a detenerlo, se moría por probar la virilidad del hombre de fe... Por su lado, el religioso necesitaba cumplir aquel anhelo que tenía hace años, hacerlo con el único hombre que le había hecho ponerse de rodillas

- Eres muy lindo, sabes? – sonrió el de ojos amarillos, ojos que le miraban como un depredador a su presa

- No mientas – rió un poco

- Por qué no puedes aceptar un cumplido?

- Me acaban de dejar y nunca he tenido buena autoestima... No me pidas que crea todo lo que sale de tu boca

- Entonces, si no eres lindo, cómo explicas la erección que tengo sólo con verte desnudo e indefenso debajo de mí? – no mentía, su miembro estaba inyectado de sangre, tan duro que se veía un poco doloroso; Takemichi se sonrojó violentamente al verlo

- E-es grande... – él era bisexual, tuvo, de hecho, una relación con Mikey en su juventud, y tampoco era virgen de ahí, el rubio cenizo gustaba de ser el activo cuando lo hacían, pero el chico no la tenía ni la mitad de grande que aquel monstruo ante sus ojos; tragó saliva – N-no va a entrar

- Cuánto apostamos a que sí? – preguntó frotando el glande contra la entrada del menor, sacándole un pequeño gemido

- No entres aún, m-me vas a partir – jadeó – Deja que... me prepare – llevó dos dedos a su boca, los humedeció y luego los llevó a su ano... Jugó un poco con ellos hasta que se sintió listo, abrió lo más que pudo las piernas y, con un gran sonrojo en sus mejillas, le mostró todo al de grandes músculos

- Cómo puedes decir que no eres lindo cuando te pones así? – coqueteó y finalmente se inclinó más sobre el de oscuro cabello, tomó su gran miembro y lo empujó impulsivamente dentro del más bajo, quien le clavó las uñas en los brazos dejando salir un grito ahogado

- Du-duele – jadeó lloriqueando

- Lo siento, es que tu cuerpo es muy pequeño – dijo dándole algunos besos en el rostro

- Taiju, m-muévete – pidió dejando salir sus lágrimas

- Seguro? – el pasivo asintió y gritó al sentir una potente embestida empujar todo en su interior – Dios... que bien se siente – la sacó un poco y volvió a meterla con fuerza, haciendo gritar al menor una vez más; avergonzado, el de ojos azules tapó su boca con ambas manos – Oye, no hagas eso

- P-pero... podrían oírnos

- No te preocupes, este cuarto está aislado, nadie nos va a escuchar, pero si de todos modos no quieres gritar, entonces déjame silenciarte con mis besos... – dijo seductoramente acercando sus labios a los del pasivo, quien los aceptó gustoso

Estaban acurrucado en la cama, levemente cubiertos con las blancas sábanas, Takemichi acariciaba el marcado pecho y vientre de Taiju mientras este lo abrazaba con firmeza, disfrutando del agradable roce entre sus pieles

- Eso... estuvo increíble – dijo el menor con expresión satisfecha

- No te dolió demasiado? Siento que fui demasiado brusco contigo – el de negros cabellos negó

- No te preocupes, estoy muy bien – le dio un beso en el pecho – Puedo preguntar... por qué lo hiciste?

- Acaso no es obvio?

- ...No quiero hacerme ilusiones – apartó la mirada, pero el mayor le tomó la barbilla y le hizo mirarle directo a los ojos

- Me gustas hace mucho. Puede que no me creas, pero... te aseguro que si aceptas darme una oportunidad, no vas a arrepentirte – el de ojos azules sintió ganas de llorar otra vez, pero esta vez no era de tristeza... No sabía que pensar, pero aceptó darle una oportunidad; ambos hombres se espantaron al oír golpes en la puerta

- Ya voy – dijo Taiju poniéndose sus pantalones; al abrir la puerta, Mitsuya le obsequió una sonrisa

- Draken y Emma se fueron, Hakkai y yo no iremos dentro de poco y quería saber si quieres quedarte o si te dejo en tu casa?

- Me quedaré – respondió

- Y tú, Takemichi? – preguntó mirándolo como si nada, dándole igual que estuviera desnudo y hubieran pruebas muy evidentes de los sucedido

- M-me quedaré con Taiju – dijo sonrojado

- Está bien – sonrió y le dio unos pequeños codazos a su cuñado – Que tengan buena noche, pillos – y se fue

- Taiju?

- Sí?

- ...Mitsuya sabe que yo te atraigo?

- No

Lo que ellos no sabían era que el crush del mayor de los Shiba por Hanagaki era demasiado evidente, tanto que, cuando subieron las escaleras, todos sabían perfectamente lo que iba a pasar... Yuzuha y Hakkai estaban más que listos para aceptar a Takemichi como un miembro de la familia, simplemente faltaba que correspondiera los sentimientos de su hermano mayor, algo que ocurriría tarde o temprano