☆Hermanos Shiba☆ One-Shots

...de Todo Mal (Mitsukkai)

Al fin había llegado el día en que Hakkai saldría de la correccional, o más bien, de prisión. Mitsuya había ido solo a buscarle, intentó convencer a Yuzuha, pero esta dijo que no quería verlo y le colgó la llamada. Llovía a cántaros, sólo un paraguas lo protegía del agua y cuando un guardia salió acompañando al peliazul, el de ojos lila corrió hacía él para poner el paraguas sobre su cabeza, dándole igual mojarse

- ...Takashi... – murmuró el menor; 10 años habían pasado de la última vez que se vieron y ambos habían cambiado, pero era imposible que pudieran confundirse

- Pórtate bien y no vuelvas a cometer locuras – dijo el guardia interrumpiendo el bonito reencuentro; Hakkai lo miró con desagrado y chasqueó la lengua, pero terminó dándole una reverencia antes de tomar sus cosas y alejarse de ahí junto a la única persona que se había preocupado por él

Shiba Hakkai había asesinado a Shiba Taiju, su hermano mayor, y Yuzuha, su hermana, se había distanciado de él por miedo a también salir lastimada... En todos esos años, ella nunca fue a verlo, y aunque el pelilila deseaba poder acompañar a su amigo en un momento tan delicado de su vida, pero la ley sólo permitía visitas de familiares consanguíneos, por lo que el pobre chico tuvo que pasar por todo eso completamente solo... Una vez llegaron al departamento de Mitsuya, Hakkai guardó sus pocas pertenencias en una cómoda y luego se dio una larga ducha

- Hakkai, la comida está lista – avisó el mayor y el más alto se apresuró para acabar rápido, se secó, se vistió y se fue a sentar junto a su viejo amigo para poder llenar su estómago

- Gracias – dijo tomando el tazón con arroz, comiendo en silencio

- Te gustó la habitación que preparé para ti? – el menor asintió y siguió comiendo – Me alegra... aunque, si soy sincero, me gustaría dormir contigo esta noche – Hakkai tragó lo que tenía en la boca y le observó unos segundos – Pero si no quieres, está bien

- No es eso, es sólo que... es raro... Por qué quieres dormir conmigo?

- Por que te extrañé – lo abrazó y el peliazul, con timidez, correspondió el gesto

Fue una noche difícil, Hakkai tembló todo el tiempo y lloraba en sueños rogando piedad, jurando que él no había hecho nada malo... Mitsuya terminó despertándolo en medio de la noche y lo consoló toda la noche; el menor era alto y en su tiempo en prisión se había puesto bastante fuerte, pero seguía siendo tan frágil como el cristal...

Formar parte de las filas de ToMan no era algo de lo que estar orgulloso, pero al menos podían vivir tranquilos al ser altos mandos... Hakkai despertó y sonrió al ver a su esposo durmiendo sobre su vientre; la noche anterior había estado un poco loca, pero siempre preferían lo tierno a lo sexy, así que solían tener mañanas tranquilas

- Amor, tengo una reunión con Koko – dijo moviéndolo un poco. El de ahora negros cabellos gruñó por lo bajo

- Ño quero... quédate 'onmigo...

- Taka-chan, por favor – se sentó en la cama y la cabeza de Mitsuya cayó de golpe en su entrepierna – AH-!!

- Lo siento!! – se levantó el mayor para darle un abrazo – Ay, perdóname, amor

- N-no pasa nada... ay...

- Estás bien?

- Si, mi amor, tranquilo – sonrió y le dio un beso en los labios – Bueno, debo alistarme o la lagartija esa se pondrá a hacer drama

- Suerte, amor – le dio un beso en la mejilla y se apartó de él para que pudiera levantarse

- Qué harás hoy mientras no estoy?

- Probablemente Mikey o Kisaki me manden a hacer algo, no sé, tampoco es como si tuviera planes

- Podrías ir a ver a tus hermanas

- No es mala idea – sonrió

- Bien, iré a ducharme – avisó el más alto tomando su toalla favorita y una vez se encerró en el cuarto de baño, Mitsuya observó la pantalla de su celular... Ya tenía planes para ese día

- Han pasado años, Yuzuha – la saludó sin entusiasmo y la ahora hermosa mujer de largo cabello castaño

- S-sí, demasiados...

- Me sorprende que te hayas dignado a juntarte conmigo después de todas las veces que te negaste a ver a Hakkai – dijo amenazante – Lo abandonaste cuando más te necesitó. Que buena hermana resultaste ser – escupió veneno y sarcasmo en cada palabra

- Mitsuya, por favor, entiende que me daba miedo verlo, no sabía como iba a reaccionar o si iba a lastimarme...

- Él jamás te hubiera hecho nada!! – exclamó golpeando el muro de concreto con su puño, lastimando sus nudillos – Él te adoraba! Eras su querida hermana y lo dejaste tirado pudriéndose en prisión!! Por qué hiciste eso?! – Yuzuha tragó saliva y miró sus pies con temor

- ...puedo contarte la verdad?

- Oh, claro que puedes. Es más, espero que lo hagas – respondió rechinando los dientes poseído por la rabia

...Él siempre lo supo, Hakkai era demasiado sensible como matar a alguien, por su parte, Yuzuha estaba harta del abuso y el maltrato, siempre sospechó de ella, pero ahora que acababa de admitir que fue ella quien mató a Taiju, toda su rabia y odio reprimido salieron a flote... Entre gritos de desprecio, restregándole en cara todo por lo que el peliazul había tenido que sufrir por su culpa, Takashi le dio una paliza a su cuñada y mientras esta se retorcía de dolor sobre un charco de su propia sangre, el de ojos color lila sacó su pistola y descargó el cartucho contra su rostro, desfigurando sus facciones al punto de tornarlo irreconocible; suspiró cansado y dio una última patada a su cabeza para luego ordenarle a sus hombres que limpiaran el desastre

Hakkai soltó un suspiro lleno de cansancio a la vez que tocaba el timbre de su departamento, Kokonoi le había recriminado su mal uso del dinero y cuando quiso alegar a su favor, Inui se puso a buscarle pelea por llevarle la contraria a su amada lagartija tacaña, había sido una reunión agotadora, pero la sonrisa de su esposo al recibirlo en casa le quitó todo el peso que traía encima

- Bienvenido, mi amor! – lo abrazó colgándose de su cuello y le llenó la cara de besos – Preparé una cena deliciosa sólo para ti!

- Oh! Puedo preguntar qué es?

- Nop, es una sorpresa~

- Te amo, Taka-chan – le besó la mejilla, tomó su mano y entraron juntos al departamento

- Yo también te amo, mi lindo Kai – dijo frotando su cabeza contra el brazo del más alto – y siempre te protegeré de todo lo que te haga mal