☆Hermanos Shiba☆ One-Shots

Nada ha Cambiado -Parte 1- (Taiju x OC)

Mucha agua había pasado bajo el puente y en la actualidad, la familia Shiba era sumamente unida. Aquella tarde, Yuzuha le pidió a sus hermanos si podían acompañarla a comprarse ropa nueva, pidiendo específicamente que me dieran su opinión sincera, y que luego de eso fueran a comer todos juntos a algún restaurante o cafetería, lo que fuera que se les antojara... Hakkai adoraba la moda, así que él y su hermana se pusieron a tomar varias prendas de ropa al azar y se las probaban mientras el mayor de todos esperaba ahí, junto a los probadores, sentado pacientemente en unos taburetes

- Shiba... Taiju? – preguntó una voz a su lado; el aludido se giró a su derecha, encontrándose a un chico de baja estatura con ropa muy colorida y gafas de sol

- Nos conocemos de algún lado? – preguntó alzando una ceja, este no se le hacía familiar de ninguna parte

- Cómo? Ya te olvidaste de mí? – rió quitándose las gafas, revelando un hermoso par de ojos rosados... Taiju simplemente no pudo creerlo

- Shinobu?! – una gran sonrisa se dibujó en su rostro y abrazó al chico con fuerza – No puedo creer que seas tú! – estaba muy feliz, por lo que sin darse cuenta, estaba ahogando al más bajo, pero a este parecía no molestarle; justo en ese instante, Yuzuha y Hakkai salieron de los probadores y observaron la escena con intriga

- Taiju, qué haces? – preguntó el menor de los Shiba

- No nos presentas a tu amigo? – sonrió la de larga cabellera castaña y su hermano mayor finalmente soltó al chico

- Oh, qué bien se ven – comentó viendo sus extravagantes atuendos – y, bueno, dudo que se acuerden de él, pero ya qué! Chicos, él es Shinobu, mi mejor amigo de cuando iba a la primaria

- Fujioka Shinobu para servirlos, jóvenes – sonrió de forma coqueta – Tus hermanitos han crecido mucho, Tai

- Wow, desde hace años que nadie me llama Tai – sonrió; sus hermanos estaban sorprendidos, era muy difícil ver al de ojos amarillos sonreír relajadamente – En fin, qué haces aquí? La última vez que nos vimos, te mudaste a Fukuoka

- Volvía Tokio el año pasado, después de que papá volvió a casarse

- Me alegra oírlo, tu padre era una gran persona – Yuzuha carraspeó un poco llamando la atención de los mayores

- Shinobu, te gustaría acompañarnos a comer? – preguntó y este sonrió complacido

- Por supuesto. Siempre y cuando no sea molestia

- Para nada, es difícil encontrar amigos de Taiju

- En ese caso, aceptaré con gusto – respondió con una pequeña reverencia – Denme un momento – se acercó a una mujer con la que andaba, le dio una rápida explicación de lo sucedido y volvió cargando una pequeña mochila sobre su hombro – Vamos! – parecía entusiasmado y, la verdad, sí que lo estaba

Fujioka Shinobu era un niño muy solitario, los otros niños siempre lo molestaban por ser débil y llorón y estaba todo el tiempo solo, no jugaba ni compartía con nadie, pero no era el único en su situación, Shina Taiju también era un "apestado", los niños le tenían pavor y nunca jugaban con él, ni siquiera se le acercaban... Una tarde, jugando lejos del resto en el patio de la escuela, Taiju se cayó y se hizo unos feos raspones en las rodillas, las palmas de las manos y la frente, pero él, como el niño valiente que era, no lloró pese a lo mucho que le dolía

- Estás bien? – se le acercó Shinobu con carita de preocupación

- S-sí, estoy muy bien – respondió con el ceño fruncido y a la ofensiva, pero por algún motivo, el pequeño de ojos rosados no se sintió intimidado, se arrodilló a su lado y de su mochila sacó un paquete de pañuelos húmedos