27. Quince minutos

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🐼: Where are we now - Mamamoo


⚠️: ADVERTENCIA DE CONTENIDO


Ha llegado el día, en dos horas mamá obtendrá la eutanasia para dejar de sufrir. Papá y yo fuimos a entregar todos los papeles sin que ella lo supiera porque de seguro no lo hubiera permitido. Esto es lo mejor para ella. No podemos permitirnos aferrarnos a una persona que lentamente sabe que no podrá ver el amanecer dentro de poco. Es doloroso para todos.

— Sé que jamás podrán perdonarme, pero no podía irme sin decirles la verdad.

Nos contó absolutamente toda la verdad de porqué nos abandonó hace más de una década y cobró sentido. Fue increíble las conexiones y sorprendentemente, no estoy molesta. No podría estarlo. De alguna manera u otra, que la madre de Dylan y ella sean mejores amigas cobra cierto sentido. Aún cuento con vagos recuerdos de mi primera vez en Canadá, mamá y yo salimos a un centro comercial porque dijo que quería presentarme al hijo de su mejor amiga para una cita de diversión en la nueva zona de juegos en un centro comercial cercano a la casa. Jamás conocí a esa persona y años después, perdí contacto alguno con mamá.

— Ese niño... ¿era él?

Asintió. Papá casi estalla de la risa.

— ¿Qué?

— Que ahora están separados, las malas decisiones te toman a ti, borreguita.

Le lancé una almohada. Los tres estábamos en la habitación más grande, sobre la cama recordando viejos momentos a través de fotografías. Les conté sobre mi plática con Dylan hace unas horas y apoyaron mi decisión. Sinceramente creo que es lo mejor para ambos.

— No me queda claro ese "tiempo" —indagó revisando más fotos—, ¿tiempo como Ross y Rachel?

— No, no saldremos ni nos acostaremos con nadie más.

Papá se atragantó con una pasita. Mamá apretó los labios y se cubrió el rostro con las manos. Negué con la cabeza al no comprender con exactitud la situación.

— ¿Acostarse? ¡¿ACASO YA LO HICIERON?!

Oh, rayos. Por eso.

— Eric, por favor —agitó la mano intentando calmarlo—. Era demasiado obvio, ¿no notaste el ensanchamiento de sus caderas?

Phoebe y Robin también lo notaron a los dos días de la primera y única vez. Me estaba arreglando para una clase y, al levantarme el jersey un poco, sigo sin entender cómo diablos pasó, pero llegué tarde a la clase ese día.

— Ay, mi bebé.

— Exagerado.

— Dime que te cuidaste.

— Obviamente —me crucé de brazos e hice una mueca.

— Tendré una charla con él.

— ¡Mamá! —me quejé con un puchero. Ella se limitó a reír, sin embargo no lo detuvo cuando salió del cuarto.

Estoy en problemas, está en problemas, estamos en problemas. Carajo, mi idea era que jamás se enterasen. Es vergonzoso y de seguro Robin se burlará de nosotros por el resto de su vida. Dylan y yo decidimos mantener "la separación" en secreto de nuestros amigos, por lo menos hasta que pase la tristeza. Actuamos como si nada estuviera pasando y en nuestra corta relación como novios no fuimos melosos ni cariñosos delante del resto, así que es normal.

— Lo va a traumar —comenté recogiendo las fotografías. Mamá debe descansar antes del momento.

— No lo creo, será una conversación normal.

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