El Profesor de Geografía

20.5K 89 2
                                    

Hola, mi nombre es Aisha y tengo 18 años, tengo el cabello rizado color negro, ojos verdes, curvas definidas, un gran trasero y mis pecho son copa D, estoy en la Universidad en la Carrera de Arquitectura.

Todo comenzo cuando fui a mi primera clase de Geografía, me senté en un escritorio como de costumbre, acomode mis cosas y cuando levante la mirada me percate que había un hombre joven, muy sexy, y lo primero que pensé fue que me lo quería coger. Si señores, eso fue lo que pensé. Tenia el cabello ondulado de color negro, unos ojos color café, tenía sus músculos bastante marcados y sus manos, uf... tenía tan marcadas sus venas que hacía que se me mojaran las bragas de tan solo verlo, parece que el se dio cuenta ya que se me quedo viendo con una mirada coqueta, el se levantó de su lugar y se dirigió hacia la puerta, yo estaba en el primer escritorio que daba a la puerta por lo que claramente pensé que se iba a dirigir hacia mi, pero no, fue a cerrar la puerta y regreso a su mesa. Y dijo:
-Bienvenidos sean todos a su primera clase de Geografía, como es primer semestre les perdonaré algunas cosas, pero después de que termine el semestre seré más duro con ustedes. Les deseo lo mejor y espero que se graduén y que cumplan sus sueños. Así que por hoy hagan lo que quieran, es calse libre- Todos mis compañeros empezaron a gritar de la alegría y yo solo me quedé viendo fijamente al maestro- Yo voy a salir de la clase debido a que hay una reunión de profesores, así que no hagan desorden. Cuando suene el timbre salgan y si van al baño vayan, de ahí en adelante no pueden salir del aula. Nos vemos.

Todos mis compañeros empezaron a hablar entre ellos, algunos se pusieron a ver su celular y otros estaban escribiendo. Cuando escuché que alguien me estaba llamando desde la puerta.
-Eyy, chica, ven
-¡Profesor!
-No grites o nos podrán escuchar, ven
-O.. ok
Me levante de mi asiento silenciosamente y deje todas mis cosas en el escritorio para que pensaran que fui al baño.
-¿Cual es tu nombre preciosa?
-Aisha, ¿Y el suyo?
-Anthony, mucho gusto. No me hables como si fuera un hombre mayor por favor
-Pero es que eres un maestro- Yo en ese momento estaba tratando de contener mis hormonas porque me hablaba de una manera tan, pero tan hot... que me era muy difícil controlarme- ¿Cuántos años tienes?
-Así me gusta, tengo 25 años, a penas y me gradué de la universidad
-Ohh, no lo sabía, me alegro
-Jeje, muchas gracias. Ven.

Yo no sabia si ir porque me estaba encaminando hacia un pasillo de la universidad muy alejado el cual yo no conocía, sin embargo, no me importaba si me follaba o lo que sea, ya que el era una escultura en persona, me daban ganas de devorarlo. Al fondo del pasillo se veía una puerta, en la cual entramos.

-Ven conmigo
-Ya voy, Anthony

La habitación era muy espaciosa, tenía un escritorio muy largo y una ventana relativamente grande la cual la cubría una cortina de color corinto y también sin dejar atrás tenia 3 pasillos de estanterías con muchos libros.

-Yo se que esto es repentino, pero te tengo que hacer una pregunta. ¿Tendrías sexo conmigo?
Yo en ese momento trate de hacerme la sorprendida ya que se suponía que yo era el "tipo de chica" inocente y virgen, pero nada que ver, yo soy una chica calenturienta que podría tener sexo con cualquiera que se encontrará en el camino. Pero aquí, tenía que fingir.
-E.. Estas hablando en serio?
-Si, claro que si, por eso deje clase libre porque sinceramente te me hiciste muy rica y no me pude contener.
-Esta bien, tu igual te vez muy rico y todo, pero eres mi maestro...
-¿Y eso qué? Soy tu maestro pero igual no te llevo muchos años. ¿Cúantos años tienes?
-Tengo 20
-¿Ves? No es mucho
-Tienes razón, entonces ¿Me vas a follar o nos vamos a montar mutuamente?
-Si que eres una perra, pero te voy a follar, y después de eso veremos si ganas mi clase...
-Claro que si, soy tu perra, ¿Así que me estas retando?- Dije con una voz seductora la cual lo exitó mucho porque me empezó a besar.

Anthony me recostó en una estantería y me empezó a besar muy intensamente, como ese día tocaba llevar falda fue un beneficio ya que me llegaba a penas en el inicio de mi trasero y también porque llevaba una tanga de color rojo. Así que Mi profesor empezó a acariciar mi trasero mientras me seguía besando.
-Uyy, preciosa, que rico culo tienes
-¿En serio papi? ¿Te gusta?
-Me encanta
Anthony se percató que yo traía puesta una tanga por lo que empezó a bajarmela junto con mi falda, haciendo que de mi cintura para abajo estuviera desnuda.
-Preciosa, mira que coño tan delicioso te traes por aquí. Te voy a meter mi pene, pero sin antes quiero que expulses tus jugos en mi boca.
Me agarro por la cintura, me subío a sus caderas y me llevo al escritorio que estaba en la habitación. Me acostó haciendo que mi vagina quedara al borde de la mesa.
-¿Qué quieres que haga primero? Te meto mi pene o te lamo?- Decía mientras acariciaba mi clitoris
-Hhmm... Ha. Haz lo que quieras.... Hmmmm
-Bueno, como tu digas

Siguió acariciando mi clitoris y cuando llego a mi entrada metió dos de sus dedos, yo ya me estaba retorciendo en la mesa y el nisiquiera me había penetrado. Empezó a mover sus dedos de arriba a bajo, cada vez lo hacía más rápido, habían pasado ya unos 3 minutos y yo ya me iba a correr.

-Aaah, papii... Hmmm... Me.. Me voy a correr-Decía yo mientras gemia
-Correte princesa, quiero sentir tus jugos.
De repente llego a mi punto G e hizo que yo explotará, sentí como mis jugos escurrían en la mesa y sobre todo en los dedos de mi profesor. Cuando todos mis jugos habían salido el empezó a lamer mi vagina, mientras exclamaba cuan deliciosos estaban, metió su lengua y yo lo único que podía hacer era gemir, gritar, tener orgasmos y retorcerme.
Paso un rato así y me dijo que le bajara su pantalón, a lo que mi instinto de una perra me hizo bajarle también sus bóxers. Cuando vi a su enorme bestia, tenía un pene no tan largo, pero si muy, pero muy gordo.
-Ay papi, que rico pene tienes ¿Te lo puedo lamer?
-Si preciosa, lamelo

Como no teníamos lubricante yo escupi en la punta y empeze a meter mi boca, lamia su punta la cual tenia un sabor increíble el cual ni siquiera lo puedo explicar con palabras, y sus bolsas, aahh, sus bolas, las lamia y las mordía. El gemia lo cual me encantaba que hicieran los hombres, recuerden hombres, no son robots como para no gemir, giman que a nosotras las mujeres nos encanta escucharlos. De un momento a otro sentía como su pene se hacía más y más grande, por lo cual me dijo:
-Sube a la mesa ¡Ya! Me quiero correr dentro de ti.

Ni tan solo termino de hablar y yo subí a la mesa tan rápido como pude. El rápidamente me agarro de las caderas y me metió su pene con fuerza, muy rápidamente, me dolió, pero más era el placer que tenía. Así que sentí como su leche salía de él, vi lo hermoso que se veía tirando su cabeza para atrás y poniendo sus ojos en blanco.

Desde ese entonces no hemos dejado de follar, lo hemos hecho en su casa e incluso en la escuela cuando ya no hay nadie, la verdad el me encanta, me encanta como me hace el amor y no le importa que yo sea menor que el, y la verdad es que a mi tampoco, pero si... Siempre lo hacemos pero desde que tuvimos un susto siempre usamos condón y yo también tomo mi tratamiento. Nos amamos y cuando yo termine la Universidad vamos a ir a vivirnos juntos para tener sexo cuando queramos.


Relatos Eroticos TraviesosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora