08; billiards.

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Nicole

Jugaba billar en un bar, le pegué a la verde y festejé al ver que cayó.

—— Buena esa, eh. — habló Valentín e hice una seña de agrandada llevándome una mala mirada de su parte.

El ardor en mi garganta se hizo presente luego de tomar un gran sorbo de la bebida de mi amigo.

—— Está re fuerte esto, boludo. — puse una mano en mi pecho con asco aún sabiendo que el no me veía ya que se encontraba concentrado en el juego.

Intento pegarle a la roja y fracasó.

Festejé en voz baja.

—— Voy a la barra, ahora vuelvo. — dijo y yo asentí.

Me quedé viendo el juego para ver cuál era más probable de caer cuando alguien me saco de mis pensamientos.

—— ¿Jugas? — escuché alguien susurrar detrás mío en mi oreja.

Provocó que un escalofrío recorra mi cuerpo.

—— Si. — respondí totalmente seca al ver de quién se trataba.

—— Dale a la violeta o te mato. — sacó un arma y me apunto desde la altura de su abdomen.

Probablemente estoy más pálida que nunca.

—— ¿Q-que?

—— La violeta, o te mato. — la señaló con su pistola y yo tome el taco con mis temblorosas manos.

Luego de unos cortos minutos

No entró.

Mis piernas y manos estaban temblando descontroladamente preguntándome si en realidad lo haría.

—— Vos lo decidiste. — apuntó sobre mí pecho y quedé estática.

Empecé dar pasos atrás por propio instinto pero estaba totalmente fría.

Apretó el gatillo.

No habían balas.

Una risa descontrolable salió de su boca mientras el miedo a mi me carcomia.

—— Flashas mafia y te cagas si ves una pistola. — soltó aire por la nariz irónico y yo pase mi lengua por dentro de mi labio superior con enojo.

—— ¿Sos así de enfermo siempre? Raja de acá o pego un grito y te sacan a la mierda. — respondí enojada. — Te conozco Mateo, se que nunca me harías nada.

—— ¿Segura? — dijo desafiante.

—— Si.

—— Te digo que no es así, sí es por mi ahora mismo te mato, pero no me darian ni un peso. — bufé y me aleje de él. — Vine solo, no quiero ocasionar bardo, quiero hablar con vos. — añadió con un tono más sereno.

—— ¿Que querés hablar? — me voltee quedando unos metros más adelante que el.

Señaló con su cara una mesa y fuimos a sentarnos.

¿Que hacés Nicole?

𝙈𝘼𝙇𝘼 𝙑𝙄𝘿𝘼; truenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora