10; stop.

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Nicole

Mire a mis alrededores, supuse que se habia ido ya que eran las 9 de la noche y habíamos quedado a las 8.

Me pase de impuntual aunque anteriormente le había informado que llegaría a esta hora.

Bufé y saqué mi celular el cuál obtuve luego de manipular a Valentín para llamarlo pero no obtuve ninguna respuesta.

santiagospto

eu

te fuiste?

no jajsja

te estoy viendo.

na joda ya estoy llegando

(...)

Me asusté un poco pero no le presté mucha atención ya que un simple "Boo" ya me puede llegar a asustar.

Así que decidí pegar la vuelta para comprarme un agua mientras lo esperaba.

Vi una camioneta de color negro estacionada algo cerca de la plaza y me dio cagazo.

Mire a los costados si venían autos cuando siento que me tironean fuertemente del cabello logrando que entre en el vehículo anteriormente mencionado.

Mateo

—— Me dijo que dónde estaba, que boluda. — mi amigo rió. — Le dije que la estoy viendo y me clavo el visto la hija de puta. — fruncí el ceño.

—— Bueno santi, si le decís eso lo más normal es que te cague dejando. — hablo Camilo sarcástico y tiene que agradecer mi humor porque si no le encajo una piña.

—— Ahi viene. — hice una seña y abrí la puerta de la camioneta y mi amigo de un fuerte tirón de cabello y remera logró hacerla entrar.

Teníamos todo preparado por lo que los demás se encargaron de atarla de manos y pies y dormirla como anteriormente lo hicimos.

Debido a su poca fuerza fue más fácil de lo que pensaba.

—— ¿No te mueve nada hacer esto? — susurró Daniel con lastima al lado del cuerpo de la jóven inconsciente.

—— No. — respondí lo más seco posible.

No sentía ni una gota de remordimiento, me da totalmente igual si termina muerta o no, no aporta nada a mi vida ni es lo suficientemente querida como para que me caguen a palo.

Pero si su viejo se llega a enterar, me van a cagar a tiros.

(...)

La dejaron atada a una silla mientras yo observaba que todo estuviera bien, acompañado de un cigarro.

—— Calladitos que esta vez no se entera nadie. — remarque la palabra en voz alta y como soldados asintieron.

—— ¿Ni Pedro? — preguntó Lucas.

—-— Nadie. — volví a recalcar.

Salí de allí luego de esta vez verificar que no había nada con lo que pueda irse por lo que cerré la puerta y le pase llave.

Me tiré sobre mi cama y rápidamente caí rendido.

Pero me desperté a las 2 horas recordando a quien tenía secuestrada.

Fui hasta la pieza y entre viendo a una Nicole llorar, pero ahogándose con sus propias lágrimas debido a la cinta que tenía en los labios.

Me senté frente a ella a observarla atentamente, la ojiverde solo rogaba por ayuda pero a mí me daba igual.

Me harto y de un brusco tirón saqué la cinta.

—— Ya fui demasiado flexible con vos la otra vez.

—— Déjame ir, ya basta Mateo, no quiero saber nada de vos. — pidió entre lágrimas. — ¿Por qué hacés esto? Te dejo en paz como me dijiste pero basta.

—— No te voy a hacer caso. — me  levante y ella comenzó a gritar y a insultarme.

—— ¡Por algo tu vieja se murió, no te soportaba seguro! — gritó y mi mano fue a parar fuertemente en un golpe en su mandíbula.

Y no fué uno, fueron dos.

—— A ver si así aprendes a respetar, forra. — coloque cinta nuevamente en su boca y me fuí dejando un portazo.

𝙈𝘼𝙇𝘼 𝙑𝙄𝘿𝘼; truenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora