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—Voy —Renjun gritó mientras se secaba las manos en una toalla de papel y pasaba por un lado de su sobrino Shotaro, quien estaba jugando en la alfombra con sus juguetes. Le sonrió a Shotaro cuando su sobrino vio hacia la puerta con curiosidad, con un pequeño camión de bomberos en su mano.

El golpeteo en la puerta continuaba, irritando a Renjun. Quien fuera parecía no tener nada de paciencia. Qué pensaba el que tocaba, ¿que él acampaba frente a la puerta para así poder abrirla en cinco segundos si alguien tocaba?

Colocando las palmas en la puerta, se asomó por la mirilla y vio que era su vecino del otro lado del pasillo. El hombre se acababa de mudar el pasado fin de semana, pero Renjun no había conocido al hombre, no formalmente. Renjun abrió la puerta, bloqueando la vista del departamento a su nuevo vecino. Quizás era paranoia, pero Renjun había vivido en la ciudad antes de mudarse a este pequeño pueblo. En la ciudad, la gente no deja que nadie vea lo que tienen en sus departamentos. Eso era pedir que te roben.

Los viejos hábitos son realmente difíciles de dejar.

—¿Puedo ayudarlo? —Renjun preguntó tan cortésmente como pudo. Realmente no era un amable vecino. No era un hombre arrogante, pero no creía en dejar que los que vivían alrededor conocieran de sus asuntos. Era más del tipo privado.

—Hey, soy Minhyuk. Me acabo de mudar del otro lado del pasillo y me preguntaba ¿si sabes de algún buen lugar en donde comer por aquí? 

Renjun podía oír a Shotaro detrás de él. Su sobrino aun jugaba en la alfombra. Se aseguró de abrir la puerta solo ligeramente mientras asentía. —Hay un restaurante cruzando el pueblo. Tienen muy buena comida. —Renjun debería de saberlo. Él trabajaba ahí. Renjun sabía que no había muchos lugares para comer en el pueblo, pero el restaurante servía muy buena comida. No era la usual comida de la mayoría de los restaurantes en los que Renjun había servido, eso lo sorprendió cuando empezó a trabajar ahí.

—Suena bien —dijo Minhyuk y le dio a Renjun una encantadora sonrisa. La sonrisa era brillante e iluminó los ojos grises de Minhyuk, haciendo que se viera más joven—. ¿Te molestaría acompañarme?

—¿Al restaurante? —Renjun preguntó. El hombre parecía muy amable y su voz era sexy y tentadora, pero había algo en esos ojos gris acero que lo desconcertaba. Renjun no estaba seguro qué era, pero él sabía escuchar a sus instintos. Con lo encantador que se veía el hombre de anchos hombros y lo tentador que era su linda cara, Renjun no estaba interesado—. No puedo, pero no es difícil encontrarlo. Es cruzando el gazebo.

—Sí, sé dónde queda eso. —Minhyuk le sonrió a Renjun, una sonrisa que debería hacer que su cuerpo hormigueara con deleite y sus rodillas se debilitaran, pero solo causó que un frio estremecimiento recorriera su columna, Renjun podía ver una doble intención. No estaba seguro de cuál era la intención, pero eso estaba en la mirada de Minhyuk.

—Ten una linda noche. —Renjun cerró la puerta le puso llave y colocó la cadena de seguridad. Sí, era un paranoico, pero de nuevo, la ciudad les hace eso a los hombres. Empujó a Minhyuk fuera de su mente mientras regresaba a la cocina, limpió los platos de la cena, el mostrador y apagó las luces. 

—¿Qué película veremos esta noche, amigo? —Renjun preguntó mientras levantaba a Shotaro del suelo y lo sentaba con él en el sofá, Su sobrino tenía seis años y había sufrido quemaduras serias en el incendio que cobró la vida de sus padres, haciendo que Shotaro tuviera problemas para caminar. Estaba yendo a terapia física, pero los doctores no eran muy optimistas acerca de que Shotaro recuperara el uso total de sus piernas. Renjun por ahora estaba llevando la educación de Shotaro en casa. El fuerte juego del primer grado era demasiado para el pequeño niño.

El Renjun de Jaemin -JaeJun/RenMin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora