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Jaemin se apoyó en el marco de la puerta de la habitación de Hyunjin, viendo a su hermano gemelo dormir en su forma de oso. Su hermano pesaba unos doscientos kilos en esta forma, su oscuro pelo se veía tan suave como nubes en el cielo. Jaemin era del mismo peso, pero al ver a su gemelo ahí acostado siempre le recordaba lo grande que realmente era. Hyunjin y él incluso eran idénticos en su forma de were-oso.

Como gemelos, Hyunjin y Jaemin eran tan cercanos como deberían de ser. Ellos compartían una gran cantidad de intereses, amaban meterse en problemas juntos, y podían leerse uno al otro sin pronunciar una sola palabra. Pero tenían sus diferencias. Donde Hyunjin era juguetón y relajado, Jaemin era serio y reservado. Eran como el yin y el yang de la personalidad del otro.

Hyunjin le dijo a Jaemin una o dos veces que era demasiado serio. Jaemin lo sabía. También sabía que el destino le dio un gemelo para que lo equilibrara. Hyunjin nunca dejó que Jaemin se convirtiera en un Jaehyun. Su hermano mayor nunca sonreía, nunca bromeaba, y parecía pensar que él fue puesto en esta tierra para asegurarse de que sus hermanos estuvieran a salvo y protegidos. Jaehyun se había vuelto viejo antes de tiempo, asumía responsabilidades que no debería.

Hyunjin juró que si Jaemin se volvía tan anal como lo era Jaehyun, lo ahogaría en la bañera. Por alguna extraña razón, Jaemin le creía a su gemelo. Jaemin necesitaba a Hyunjin. Él lo necesitaba para mantener sus pies firmemente plantados en la tierra. Si su gemelo quedaba con daño cerebral, Jaemin no estaba seguro de cómo iba a seguir adelante. Hyunjin era la luz de su oscuridad, el aire fresco alrededor del perímetro de la oscura existencia de Jaemin. Si no tenía a Hyunjin, Jaemin no estaba seguro de lo que le pasaría a él.

Sí, Jaemin era despreocupado y le encantaba reír, pero eso era sólo porque tenía a Hyunjin.

Jaemin se dio cuenta que Felix estaba acurrucado junto a su pareja, casi enterrado bajo el montón de pelo oscuro. Lo único que Jaemin podía ver era la parte superior de la cabeza de Felix. El destino había sido realmente bueno con Hyunjin al darle a Felix. Sus personalidades se adaptaban perfectamente.

Jaemin se preguntó si Renjun encajaría con él tan perfectamente. Habían sido amigos desde hace dos meses, pero ser amigos es diferente a ser pareja. Una vez que se despertaron esta mañana, Renjun había estado distante, pidiéndole a Jaemin que lo llevara de inmediato por Shotaro. Jaemin le había dado a Renjun el espacio que necesitaba para absorber lo que había sucedido la noche anterior, pero Jaemin no iba a permitir que Renjun pretendiera que nunca sucedió.

Ya sea que Renjun admitiera el hecho o no, ellos eran una pareja enlazada. No había vuelta atrás, no se deshacían lazos, por lo que el hombre tendría que aceptar a Jaemin, o ellos iban a tener un infierno de camino por delante.

—El doctor Carmichael piensa que se va a recuperar completamente —dijo Pá llegando detrás de Jaemin.

—Pero no lo sabe a ciencia cierta —dijo Jaemin—. No puede darnos ninguna seguridad de que Hyunjin tendrá una recuperación completa. —Sus palabras tenían un sabor amargo. Jaemin quería a su hermano de pie, moviéndose y actuando de la misma forma que durante toda su vida. Al ver a Hyunjin acostado, posiblemente una cáscara de lo que fue una vez, hacía que Jaemin sintiera un agujero en el centro de su pecho, lo hacía sentirse vacío y desolado. El médico de los lobos era bueno, pero no era un hacedor de milagros. Jaemin creería que Hyunjin tendría una recuperación completa cuando viera a su hermano hablando y bromeando como siempre lo hacía.

—Dale tiempo, hijo. Hyunjin es un luchador. Sobrevivió a la explosión. Eso sólo nos muestra que él no va a quedarse acostado aceptando eso.

Si solamente Jaemin fuera tan optimista. —Llámame tan pronto como se despierte.

El Renjun de Jaemin -JaeJun/RenMin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora