Renjun estaba sentado en la sala de la casa de los Kim mientras observaba al gemelo de Jaemin lentamente cruzar la habitación. Sus pasos eran medidos, y se veía como el infierno. Pero Renjun no se atrevió a decírselo en voz alta. No era insensible.
—Finalmente te mudaste —dijo Hyunjin mientras tomaba asiento en uno de los sillones reclinables—. Bien. Por un momento pensé que Jaemin iba a tener que encadenarte y secuestrarte.
—Me alegro de verte de pie —dijo Renjun. Aun no se había mudado, pero no tenía ganas de discutir con Hyunjin.
Él había conocido a Jaemin apenas hace dos meses. En esos dos meses, había tenido el placer de conocer a Hyunjin. Está bien, Renjun no estaba tan seguro de que pudiera decir que era un placer. Hyunjin parecía tener problemas para controlarse y metía a Jaemin en sus juegos. Era como si Hyunjin fuera una especie de interruptor para Jaemin cada vez que los dos estaban juntos.
—Y me alegro de que mi cabeza no se dañara.
Renjun sonrió. —Eso es algo bueno. Ya actuabas como si las bolas siguieran rodando fuera del campo de juego.
Hyunjin se echó a reír. Fue una carcajada llena y se echó hacia atrás. Renjun se sintió aliviado al ver a Hyunjin no sólo levantarse y moverse, sino de nuevo su viejo él. Renjun no sabía qué tan bien estaba el gemelo de Jaemin pero parecía estar recuperándose.
—Sabía que prometías —dijo Hyunjin cuando dejó de reír.
—Así es él —dijo Jaemin, mientras entraba a la sala, Shotaro justo detrás de él.
—¿Eso significa que tendré que arreglar mi propio cuarto? —Shotaro preguntó, con una amplia sonrisa en su rostro mientras abrazaba a Bubba cerca de su pecho. Jaemin y Hyunjin vieron a Renjun.
—¿Qué? —Preguntó.
—Esa es una pregunta que sólo tú puedes responder —dijo Jaemin sentándose y jalando a Renjun al hueco de su brazo. Renjun miró a su sobrino. No había hecho ostentación de su relación con Jaemin frente al niño. No estaba seguro de cómo se sentiría Shotaro de que su tío abrazara a otro hombre. Los niños son impresionables, y a los seis años de edad, Shotaro no podría entender que dos hombres estuvieran tan cerca.
Shotaro se subió al sofá, con un poco de ayuda de Jaemin, y entonces se acurrucó del otro lado de Jaemin. —¿Nos vamos a quedar? —No parecía en lo más mínimo perturbado porque Renjun fuera abrazado por otro hombre.
—No lo sé —dijo Renjun mientras veía a Jaemin.
—Pero me gusta estar aquí —protestó Shotaro—. Niki y Sunoo son muy agradables conmigo. Niki dijo que me iba a enseñar a construir cosas y su esposo me enseña a cocinar.
Renjun veía boquiabierto a Shotaro. —¿Su esposo?
Shotaro le dio a Renjun esa mirada de duh inclinándose y viendo a Renjun, como si fuera tonto. —Así es como Niki llama a Sunoo.
Renjun no estaba seguro de si debía sentirse ofendido o no. Parecía que Shotaro conocía a esta familia mejor que Renjun. Pero para ser justos, Renjun había mantenido cierta distancia de ellos, estar en todo momento con Jaemin había sido la mejor solución. No era que no le gustara ellos. Es que lo intimidaban. Todos los hombres Kim no sólo eran enormes y muy cómodos en su piel. Eran más grandes que la vida y tomaban las cosas directamente.
Renjun los envidiaba y al mismo tiempo se sentía intimidado por su fuerza. Apenas podía mantener la cabeza fuera del agua y sentía que su vida era un accidente de tren a punto de ocurrir la mayoría de los días.
—¿Te molestaría si Renjun fuera mi marido? —Jaemin le preguntó a Shotaro.
Renjun golpeó a Jaemin en el pecho antes de pensarlo mejor. Fue una reacción instintiva. No estaba seguro si decirle a Shotaro de Jaemin era algo bueno o no, pero Jaemin ya lo había soltado, sin consultar primero con Renjun.
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El Renjun de Jaemin -JaeJun/RenMin-
AcakKim Jaemin parecía arruinarlo con su pareja, Renjun. ⚠⚠ -Contenido homosexual, si no te gusta no leas. -Cambiaformas, vampiros, hadas, elfos, etc. -Sexto libro de la saga "Familia Kim".