𝐿𝑒𝓂𝑜𝓃 𝐵𝑜𝓎 // ChanMin

•*. Part 2 .*•

"Forever and always."
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Seungmin tenía algo de miedo. No sabía lo que pensaría Chris sobre él. Quizá dejaría de hablarle y lo odiaría tanto que sería incluso incapaz de mirarlo a la cara.

— ¿Venga, a qué esperas? — Dijo el rubio impaciente.

Seungmin suspiro hondo y se armó de valor para confesar su vida, ya que buena parte de esta se podía considerar como un secreto.

— Bueno... No tengo color favorito, me gustan todos. Se podria decir que mi animal favorito es el perro, pero tampoco lo tengo muy claro. Umh... Me gusta mucho jugar al beisbol y cantar. Una de mis comidas favoritas es el estofado de kimchi y soy un gran fan de Sanrio y Pokémon. Nací un veintidós de septiembre en el mismo hospital donde mi madre trabajaba, aunque no creo eso que sea algo importante. Mi infancia fue considerablemente buena, ya que mis padres tenian un trabajo con el que se gana bastante. Tenía un perro, y se llamaba igual que mi peluche... Pero él murió cuando yo cumplí los trece, y mi madre cayó en depresión. — Contó Seungmin mirando hacia delante. Le ponía nervioso mirarle a los ojos a los demás cuando contaba algo así. Y más si era aquel chico lindo de pelo ondulado, que con tan solo hacer contacto visual con el unos segundos, Seungmin se sentía tan avergonzado que se le olvidaba hasta de cual era su nombre.

Para Christopher, saber pequeños detalles sobre la vida de los demás era sumamente fundamental. Cuando estás conociendo a alguien, deberías quedarte con las pequeñas cosas de cada persona. Como, por ejemplo, saber su comida favorita o alguno de sus hobbies, ya que cuando te interesas por todas esas pequeñas cositas que nos hacen ser quienes somos, haces que la persona que está a tu lado se sienta mejor junto a ti.

Y sobre todo quería conseguir eso con Seungmin, quería que se sintiera cómodo y feliz junto a él. Porque en ese momento, conocer a ese chico con quien quizá viviría el resto de su vida era lo más importante para el.

— Cuando la depresión acabó consumiéndola por completo, se volvió drogadicta y desde ese entonces, dejó de ser mi madre. Ella ya no me miraba a la cara, no me sonreía, no me preguntaba como me había ido el día... Lo único que hacía enfrente de mí era drogarse. Además de insultarme, pegarme y despreciarme cuando tenía la oportunidad. Mi padre siempre intentó buscar un remedio, pero nunca lo consiguió. Un día se cansó de ella y mira donde estamos ahora, sin duda es muchísimo mejor que esa casa de los horrores. Por lo menos ahora estoy mucho más tranquilo...

Seungmin intentaba no llorar al recordar todo aquello, pero era prácticamente imposible. Y más si sentía la mirada triste y apenada de Christopher chocándole justo en el corazón.

Sentía que si decía una sola palabra más, las lágrimas comenzarían a salir y Chris pensaría mal de él y posiblemente se burlaría. Pero en vez de eso, Christopher no dudó en rodear al chico con sus brazos, dándole un cálido abrazo lleno de consuelo. Seungmin no pudo aguantar más y comenzó a llorar en los brazos de su compañero, quien acariciaba la cabeza pelirroja de Seungmin con delicadeza, enredando sus dedos en algunos mechones del chico.

— No me puedo imaginar lo mal que lo pasaste, no te mereces nada de eso, ¿si? Pero ahora puedes estar tranquilo, olvídate de aquello y permítete ser feliz. Yo estoy aquí, estoy aquí contigo, e intentaré hacer que tus días sean mejores. Eres muy pero que muy fuerte, ¿lo sabías? Has soportado mucho y mira dónde estás ahora, has podido escapar y ya no tendrás que soportar ni la mitad de las cosas que soportaste. Si que es verdad que estás entre animales de granja, bichos, plantas y la electricidad no es muy buena. Pero hey, mira el lado bueno. Por fin eres libre y no tienes que preocuparte por nada. Siempre estaré a tu lado, no te preocupes, puedes confiar en mi. Yo siempre intentaré sacarte una sonrisa. — Dijo Christopher consolando al chico sin separarse de él. Brindándole un sentimiento de protección y seguridad al pelirrojo.