•*. 8. Wild world .*•

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"My little boy"

Aquella noche, sin duda fue la mejor noche que Kim Seungmin había pasado en toda su vida.

Después de aquel beso en el lago, los dos chicos estuvieron un rato más dentro. Cuando salieron, se secaron y se cambiaron de ropa para luego entrar en la casita del árbol de una vez por todas.

Pasaron una noche maravillosa juntos, aunque durmieron lo justo. Ya que la mayoría de la noche estuvieron jugando a juegos de mesa, haciéndose cosquillas, y besándose.

No tenían claro lo que eran. ¿Eran amigos? ¿Eran más que eso? Bueno, daba igual, lo que importaba era que estaban felices de tenerse el uno al otro. Así que, ¿Para que poner etiquetas? Todavía era demasiado pronto.

Igualmente, besarse no era muy de amigos... Pero podemos suponer que, era un amor que siempre necesitaron, y que en verdad se atraían tanto físicamente como psicológicamente. Se gustaban, eso nadie lo podía negar.

Christopher despertó sintiendo un gran peso encima. Antes de abrir los ojos, ya sabía que se trataba del pelirrojo. A veces Seungmin escalaba a Chris y se quedaba encima de él sin importar lo que pensara el chico.

El de rulos intentó despertar al menor sin asustarlo, dándole suaves caricias en la espalda baja. Seungmin se encogió un poco al notar la mano fría del rubio sobre su espalda. Abrió los ojos e intentó encontrar la cara del mayor.

Un poco difícil, ya que Seungmin tenía estrabismo y por lo tanto necesitaba gafas. No se las ponía, pero las necesitaba por la mañana para no chocarse y ver con claridad las cosas, debido a que su vista empeoraba cuando despertaba pero luego iba mejorando.

— No ves un pijo, ¿verdad? — Preguntó Christopher riendo.

— Ya sabes que no. ¿Están mis gafas por ahí?

Chris agarró las redondas gafas del pelirrojo que estaban en la mesita de noche y se las puso al menor cuidadosamente.

— ¿Mejor?

— Si, ahora te puedo ver la cara de tontito. — respondió Seungmin bromeando

— Cuando te conocí eras tan educado... Y unos días después te vuelves como un demonio, que cosas.

— Claro, soy un demonio pero mira que me dabas cariñitos anoche.

Christopher frunció el ceño y se incorporó con Seungmin encima para comenzar a hacerle cosquillas.

— ¡Oye, no, para! — Rió el menor.

El de rulos siguió haciéndole cosquillas hasta quedar encima de él. Dejó un pequeño beso sobre sus labios y se levantó de la cama dando un salto para comenzar a vestirse.

Seungmin quedó totalmente sorprendido. ¿A caso se le había olvidado todo lo que había pasado aquella noche? Bueno, no pasó gran cosa, solo dieron un paso más y aquellos abrazos cariñosos se convirtieron en besos dulces y hambrientos.

Se gustaban, y mucho, pero no hablaban del tema.

— Oye chico limón, vístete, mi tía estará a punto de llegar. — Dijo el rubio así sin más.

𝐿𝑒𝓂𝑜𝓃 𝐵𝑜𝓎 // ChanMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora