•*. 6. Good looking .*•

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"My good looking boy"

Ya habían pasado unos días desde que comenzaron a descifrar la contraseña. Era viernes, por lo que ya habían pasado juntos una buena parte de la semana. Seungmin había llegado el lunes, y la verdad es que estaba teniendo la mejor semana de su vida sin lugar a duda.

Seungmin se encontraba tumbado en la cama, observando las estrellitas fosforescentes de madera que colgaban del techo. Mientras tanto, Christopher ordenaba su desastroso cuarto.

— ¿No piensas ayudarme? — Se quejó el rubio viendo como Seungmin estaba concentrado en las estrellas y no en el desorden.

Seungmin bufó — Estoy muy cansado... Me duele la espalda y la cabeza de tanto trabajar. Tengo unas agujetas terribles, ¿Tú no?

Chris se echó a reír y se acercó al chico con un trapo hecho de tela lleno de agujeros que parecía ser muy viejo.

— No, yo no. Estoy acostumbrado a esto... ¡Y aunque tengas agujetas me tienes que ayudar! No lo puedo hacer todo yo solo, eres un flojo.

Seungmin se ofendió ante el comentario. ¿Flojo, Como que flojo? El no era flojo. Una cosa estaba clara, Seungmin era un chico responsable que hacía todo aquello que le ordenaban. Y llamarlo flojo era como apuñalarlo en el corazón.

— Me llamas flojo pero tú eres peor que yo en las matemáticas, cuando tendrías que estar tres cursos más adelantado que yo... No estoy de acuerdo con eso, yo nunca fui un flojo. — Dijo Seungmin cruzándose de brazos.

— Tu eres un flojo para el esfuerzo físico, y yo para las mates. Así que venga, ayúdame a limpiar este desastre. — Replicó Christopher tirándole el trapo de tela en la cara al pelirrojo.

— ¿Y que gano yo a cambio? Si anda, ¿te ayudo en las mates y también en esto? Tu flipas, no pienso mover ni un dedo de aquí.

Christopher frunció el ceño. No se le ocurría nada, era verdad que el menor siempre tenía que ayudarlo en todo. Chris era un desastre en las matemáticas, se le daba mal cocinar y era un desordenado. No era justo. ¿Por qué tendría Seungmin que recoger el desorden de Christopher? El pelirrojo siempre ponía su ropa y todas sus cosas en su sitio, al contrario que el mayor.

— Mmh... ¿Un abrazo? Que más quieres que te de, soy pobre... — Dijo Christopher haciéndose la víctima.

— Chris, me matas a abrazos todos los días, ¡déjate de tonterías y haz el favor de limpiar el desastre que tú mismo has formado! Que con tan solo verlo me duelen los ojos.

Christopher hizo un puchero y comenzó a limpiar y a recoger la habitación con desgana mientras que Seungmin se burlaba de él sin piedad.

Moobae entró en la habitación, viendo la escenita que había montado Chris con el cuarto.

— ¿Que ha pasado aquí, por qué hay ropa por todos sitios? — Preguntó el hombre llevándose una mano a la cabeza.

Seungmin señaló a Chris con el dedo, lo que provocó un falso llanto por parte del mayor. Moobae comenzó a reír y se sentó en la cama al lado de su hijo.

— Dile lo que has hecho, Channie. — Exclamó Seungmin.

— Yo no he hecho nada. Eres un bicho, ¿¡por qué siempre me haces estas cosas!? El primer día que te conocí eras tan tímido que ni sabías hablar con claridad. Pero ahora... la vergüenza se te ha ido muy rápido. — Dijo Chris indignado.

𝐿𝑒𝓂𝑜𝓃 𝐵𝑜𝓎 // ChanMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora