CHAPTER 25

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Una sonrisa curvo los labios de la pelinegra cuando la puerta del apartamento fue abierta. Se moría de ganas de verlo y poder dormir abrazada a él. Salió de la cocina encontrándose con finn, quien rápidamente se acercó a ella apoyando sus ásperas manos sobre las suaves mejillas de la contraría, uniendo sus labios en un beso desesperado.

—Dios.. skye.—Suspiro cuando se separaron ligeramente, pero rápidamente volvió a besarla sin dejarla hablar.—Lamento haber sido un idiota estos días, mi amor.—Murmuro apoyando su frente contra la de ella, mirándola.

—¿Qué ocurre, finn?—Pregunto alejándose ligeramente del contrario porque su actitud le parecía un poco extraña y eso la preocupo. Él lucía un poco alterado.

—Te extraño, skye.—Confesó sentándose en el sofá.—Vengo de lo de tom.. te dije que me iba a ver con los chicos por un trabajo y resulta que todo fue una jodida trampa.

—¿Una trampa? ¿Qué dices?

—Si, tu gran amigo duke, mato a Bill. Ellos querían que yo lo hiciera, pero como no lo hice dijeron que ya no pertenezco a la familia shelby.—Le contó.

—Oh.. wow..—Lo miro.—Lamento oír lo de bill, se que era tu amigo. Pero, ¿Por qué hicieron eso? Tal vez había una razón para eso, finn. Sabes como es este trabajo.—Murmuro en un tono suave para intentar que él no se enoje.

—¿Una razón? No digas tonterías, skye. Era un buen hombre y a ellos les importo una mierda.—Expreso con enojo, pero rápidamente volvió a calmarse.—Así que será mejor que tengas cuidado, skye. Ese chico es un jodido idiota.

—Esta bien..—Contesto aunque no estaba tan segura de todo lo que decía finn y aunque realmente quería creerle, no podia evitar pensar en que bill era un idiota y que probablemente se busco su propia muerte.

—Ven aquí, amor.—Murmuro palmeando el lugar vacío junto a él. La pelinegra se acercó con una pequeña sonrisa y se sentó ahorcajadas sobre él.

—Yo también te he extrañado demasiado, finn.—Le aseguro rozando sus labios contra los suyos.—No tienes una idea de lo que te he necesitado estos días.

—Skye..—Murmuro él, agarrandola de la cintura intentando evitar que ella se mueva sobre su entrepierna—No es momento para esto.—Intento frenarla, pero la pelinegra era irresistible para cualquiera.

—Vamos.. por favor.—Suplicó mirándolo fijamente a los ojos. Y en ese instante skye podía jurar que por un segundo logró ver la mirada del hijo de tom antes que la de finn y eso logró, que un escalofrío le recorriera todo el cuerpo.

—¿Estas bien, amor?—Pregunto trayéndola a la realidad nuevamente. Ella asintió con una sonrisa, intentando fingir que todo estaba bien.—¿En qué pensa...—Las palabras de finn fueron cortaras por un beso de la pelinegra, quien intentaba escapar del la situación.

—Vamos al cuarto, amor, por favor.—Pidió en un susurró contra los suaves labios de finn.

El castaño se levanto aún con ella encima, haciéndola envolver sus piernas en su cintura y entre besos torpes la llevó al cuarto. Con cuidado se sentó en la cama y cerró los ojos, disfrutando de los besos húmedos que skye dejaba por su cuello.

—Prométeme que nunca vas a irte, skye. Por favor.—Pidió casi como si fuese una suplica.

Lo miro.—Lo prometo, finn. Estaré aquí siempre, mientras no seas un idiota conmigo.

—No lo seré, lo prometo.

LUNARES - FINN SHELBY ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora