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Nᴀʀʀᴀᴅᴏʀ
La llamada se corto y su mano se envolvió alrededor del teléfono con demasiada fuerza, en su frustración arrojo el teléfono contra una pared, arrancandolo de donde estaba conectado.
El estruendoso ruido, hizo que cassie e isaiah entraran al cuarto nuevamente para ver que había sucedido.
—¿Qué paso?—Pregunto la colorada con total sorpresa viendo el desastre en su pequeño apartamento.—Ese teléfono vas a pagarlo tú, imbécil.
—¿Sabes donde esta?—Se levanto de la silla de forma brusca, asustando a la joven de rizos por su repentina cercanía.—Cassie, hice una maldita pregunta. Contesta. Esto no es un juego, no intentes cubrirla.
—Finn.. No tengo idea.—Tartamudeo a causa de los nervios que sentia y busco ayuda en isaiah, quien se puso en el medio de ambos.
—Finn, calmate... Así no vas a resolver nada, tienes que estar tranquilo.—Pidio isaiah, alejandolo de la joven pecosa, que estaba asustada.
—Quiero que me digas la puta verdad, cassandra!—Pidio nuevamente elevando la voz y siendo grosero, no sabia manejar las situaciones y skye, se lo decía siempre.
—Shelby deja de actuar como un idiota, por favor! Ella no va a decirte una mierda hasta que dejes de hablarle de esa forma.
Cassie, había sufrido mucho en su niñez al igual que en su adolescencia, y cuando escuchaba gritos o peleas muy fuertes, se bloqueaba por completo.
No reaccionaba y podía quedarse en ese transe durante horas, sin importar que sucediera a su alrededor.
—Ve lo que hiciste, idiota.—Lo empujo ligeramente antes de acercarse a donde estaba la colorada.
Se encontraba sentada en el piso, abrazándose a si misma mientras lágrimas silenciosas caían en silencio. Isaiah, intento hablarle pero no logro nada, hasta que se rindió y con cuidado la llevo hasta el cuarto, para que estuviera en un lugar mas tranquilo.
Era tan peligroso lo que le sucedía. Podían hacerle cualquier cosa y ella solo no reaccionaría.
—Vete, shelby.—Pidió isaiah, cuando volvio a la sala-comedor, donde el contrario lo estaba esperando.—Luego hablamos y buscaremos la forma de encontrarla, pero para eso tienes que calmarte.
—¿Vas a quedarte con la chica de michael?
Él nego.—Ella no es la chica de nadie. Me quedare hasta que este mejor y tal vez, pueda decirme si conoce el camino para llegar a skye.
—Bien, dile que lo siento.
—Lo haré.
Cuando el menor de los shelby abandono el apartamento, isaiah comenzo a juntar todas las cosas que estaban tiradas y rotas, por culpa de su amigo. Realmente le preocupaba la joven, nunca había visto a alguien con tanto miedo en su mirada por algo de esa magnitud tan leve en su opinión, capaz para ella fue demasiado.
Termino de ordenar las cosas mientras pensaba en miles de teorías para darle sentido a la reacción de la joven, pero todas le erizaban la piel y le daban nauseas de solo pensarlo.
Intentando olvidar eso, preparo té para la pecosa. Tal vez, eso la hacia sentir un poco mejor.
—¿Isaiah?—La voz leve de ella se escucho a sus espaldas, ganándose su atención. Ella salio del cuarto y se sentó en el sofá.—¿Qué ocurrió? ¿Skye esta bien?
Estaba confundida, algo abrumada por la situación. No recordaba del todo bien que había sucedido, tenia flashbacks pero todos eran confusos.
—Finn, él se comporto como un idiota y yo quise quedarme hasta saber que estuvieras bien. Estabas en transe.—Le entrego la taza de té.
—Lo lamento, que vergüenza.—Se río de forma leve, mientras sus mejillas se tornaban rojas como su cabello.—Gracias por quedarte.
—No te preocupes.. Ya debería irme, no quiero problemas con michael.—Le sonrió levemente.
—Isaiah, crees que sea lo correcto decirle a finn la ubicación de skye?—Lo miro.
Él lo penso.—Él va a descubrirlo tarde o temprano, pero es tu decisión y tú mejor que nadie, sabes que quisiera skye.
