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—Te lo diré, skye. Él me apunto y se comporto como un idiota, como sino me conociera. Nos iba a disparar, pero le sacamos las dos primeras cargas al arma y eso nos salvo.
La pelinegra estaba escuchándolo atentamente casi sin poder creer lo que salía de la boca de isaiah. Ellos eran grandes amigos y finn, estuvo apunto de dispararle. Le sorprendía tanto la actitud de finn, seguía sin entenderlo, pero no podía dejar de amarlo.
—Lo lamento, isaiah. No entiendo que pasa con él o porque defendía tanto a bill.—Murmuro con cansancio.—Me alegra que estés bien y aquí con nosotras.
—No te disculpes, skye. No tienes nada que ver con las mierdas que haga finn, ese es su problema.—La miro.—Tú eres fantástica.
—Él tiene razón.—Intervino cass.—No tienes que preocuparte, siempre serás de la familia.—Murmuro abrazándola fuertemente.
—Gracias, Cass..
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"Te haré pagar cada una de las mierdas que hiciste aquí, skye. Mira bien tu espalda porque cuando menos lo esperes, le estarás dando un fuerte abrazo a tu madre."
Anónimo.
La joven miro por encima de su hombro logrando ver que su novio seguía profundamente dormido en el cuarto, sin notar que ella ya no estaba en la cama junto a él. Volvió a poner su vista en la carta que tenía entre sus manos y la leyo varias veces, intentando convencerse que no era real y que nadie podía hacerle daño.
Arrugó aquel papel entre sus manos haciéndolo una pelota y lo dejó caer al tacho de basura. Tuvo que haberlo matado para poder terminar con todo eso de una vez, pero polly no se lo permitió.
Con la ayuda de polly y claramente la de thomas, habían abierto un hogar donde estaban las chicas que pudo salvar de las manos de aquel hombre y ahí las estaban ayudando a rehacer sus vidas como ellas querían y sin obligarlas a nada.
Les estaban dando una vida mejor y todas estaban sumamente agradecidas con eso. Incluso algunas chicas habían podido volver a los brazos de sus familias.
—¿Qué haces ahí?—Pregunto finn a sus espaldas con la voz ronca.—¿Te encuentras bien, amor?—Consulto acercándose a ella.
—Si, estaba por salir.—Murmuro suavemente mirándole con una sonrisa fingida.—Nos vemos en la tarde, mi amor.—Se acercó dejando un beso en la mejilla del contrario.
—¿Donde vas?
—Con cassie.—Contesto antes de cerrar la puerta a sus espaldas dejándolo con la palabra en la boca. Finn, había jurado protegerla, pero ahora no sabía si eso iba a ser así.
Tenía miedo.
Fue con charlie en busca de paz para poder pensar con claridad. Tenía que ser astuta y más rápida que aquel hombre, porque si ya la había amenazado significaba que estaba cerca, muy cerca.
—¿Y ahora qué pasa?—Pregunto charlie al verla sentada observando un lugar lejano en el vacío.
—Solo necesitaba pensar un poco lejos de la gente.—Murmuro sin mirarlo.—Él volvió a mandarme una carta, sabes.. y no se que hacer.
—Oh.. habla con los peaky blinders, ellos te van a proteger.—Musito dándole una palmada en el hombro antes de seguir con su trabajo.
—¿De qué hay que protegerte, skye?—Le pregunto duke a sus espaldas. Ella suspiro.
—De nadie, duke, no te preocupes.
—Tienes miedo, solo dime y me haré cargo.—Aseguró mirándola.—No tienes porque resolver las cosas sola, skye. Puedes decirme.
Ella se levanto, mirándolo.—Tengo que volver a casa, duke. Gracias por querer ayudarme, pero todo está bien.
