8.

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La habitación en la que me encuentro esta vacía, frunzo el ceño y comienzo a caminar en busca de una salida, las paredes comienzan a moverse para hacer que el espacio se reduzca, el aire comienza a ser más caliente, con mis manos avanico mi rostro y saco la chaqueta, continuo buscando una salida, las paredes están cada vez más cerca y el calor comienza a ser insoportable, llevo mis manos a los lados intentando detener las paredes, abro mis piernas colocándolas a ambos extremos, el calor imbade mi cuerpo y la fuerza de lo que pasa resulta sobrecargada, abro mi boca para tomar aire pero solo puedo gemir, mis ojos se abren y siento como la presión alrededor de mis piernas aumentan, intento enderezarme pero mi espalda solo se arquea ante la invasión de su lengua, aprieto las sabanas con mis puños y muerdo mi labio tan fuerte que logro reventarlo, mi cuerpo comienza a temblar y sacudo la cabeza sin saber que mensaje quiero transmitir.

—B...bra..brandon –chillo y entonces me corro, cierro los ojos y relamo mis labios secos, el rostro de Brandon aparece en mi campo de visión y sonríe relamiendo sus labios como si acabara de degustar su platillo favorito.

—Buen día Eliza –susurra divertido y sonrío asintiendo.

—Muy buen día –aseguro y ríe antes de acercarse y besarme.

Tomo una ducha rápida y coloco mi ropa del día anterior, salgo apresurada y encuentro a Brandon de pie en la sala con un Sandwich y una botella e jugo en su mano, sonrío y los tomo agradecida junto con mi bolso.

Desayuno de camino al departamento y me visto a la velocidad de la luz cuando llego, recojo mi cabello en un chongo elegante y solo un poco de mascara para pestañas, salgo de la habitación encontrando a Brandon sentado en la cocina leyendo la caja del cereal.

—Listo –digo y levanta su vista, sus ojos se abren y sonríe poniéndose de pie.

—¿te das cuenta de lo difícil que era tenerte todos los días cerca y no poder acercarme y hacer esto –su mano toma mi cuello y me besa con decisión.

—Eso no habría sido nada profesional –digo y reímos.

—Nos vemos esta noche –dice cuando abre la puerta para que baje su auto.

—De acuerdo, pero iremos al departamento.. al MIO –señalo y bufa.

—Bieeeen –acepta como si fuera un niño pequeño condicionado para obtener un dulce, río divertido y beso sus labios, —diviértete en el trabajo –dice y palmea mi trasero mientras avanzo, sacudo la cabeza y me apresuro a entrar.

Reviso los documentos que el licenciado Spencer me ha dejado para trabajar hoy. Durante toda la mañana me dedico a señalar las partes que me resultan interesantes con amarillo, prometedoras con rosa, problemáticas con azul adjuntando algún artículo de referencia, sonrío cuando me doy cuenta de que he terminado el trabajo y ni siquiera es la hora de la comida, pienso en decirle a Bullock, pero no quiero que piense que intento impresionarlo, o que siempre será de esa manera, así que tomo mi celular y envío un mensaje a mamá y esta me llama haciéndome sonreí.

—Hola! –saludo emocionada.

—Hola cariño, ¿Qué tal el trabajo?.

—Tranquilo, ¿tú?.

—Normal, acabo de salir de una junta –informa y suspiro.

—¿Cómo van las cosas por allá? –pregunto.

—Si... sobre eso... -duda y frunzo el ceño.

—¿Si? –pregunto temiendo lo que sigue.

—Parece que alguien los vio... a ti y a Brandon juntos y...

—¿Qué están diciendo? –la interrumpo.

—Bueno... como siempre hay dos lados, los que se alegran y dicen que se ven bien, que eres muy suertuda y esas cosas.... Y los otros que... ya sabes... intentan hacerlos ver mal –explica y suspiro, —Cariño...

7 Noches de pecado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora