La mujer de mis sueños

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"Genya... ¿Te gustaría casarte algún día?" Se escuchó a una voz masculina hablar, se notaba que era algo joven pero ya con algo de gravedad tipica de un hombre en desarrollo.

"... ¿Yo?, ¿Casarme?... Lo veo como algo imposible Ichijō." Respondió la joven Genya sin dudar de sus palabras, estas tenían un tono triste.

"¿Acaso no soy lo suficientemente guapo para ti?" Preguntó el adolescente de nombre Ichijō en un tono juguetón.

"¿Guapo para mí? Cariño, estás fuera de mi alcance, no entiendo cómo vienes a visitar a una simple... Una simple ramera como yo."

"¿Ramera?... Genya, tu no eres una ramera... Tampoco una prostituta, una basura, una inútil... No eres nada de esas palabras hirientes... Tu eres Genya Shinazugawa... Una chica interesante, fuerte, inteligente... Y si Genya gusta... La futura señora Kimura..." Dijo en un tono tranquilo, y este miró a la mujer de delante suya.

Los ojos de ese hombre eran la perdición de esa prostituta del barrio rojo.

Unos ojos llenos de vida y brillo, de un color verde, que en el fondo se iba degradando a un marrón simulando así el pasto y la tierra con el rocío de la mañana.

Eran unos ojos que le daban seguridad a esa mujer, le decían que todo iba a ir bien de ahora en adelante.

Y quería que esos ojos solamente la mirarán a ella durante la eternidad, quería sentirse segura bajo esa mirada.

Nadie a excepción de ese hombre logró hacer que el amor en la joven ex Shinazugawa volviera a resurgir.

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"Si quieres algo dímelo." Dijo el hombre de cabellos blancos mientras miraba al niño de cabello negro ondulado.

El pilar del viento, un cazador que colaboró en la derrota de la luna superior seis, y un niño de cuatro años sobrino del de respiración del viento e hijo de una demonio estaban en medio de un mercado de pueblo, típico donde puedes encontrar cualquier cosa a cualquier precio.

Es un lugar interesante para llevar a un niño, pero es más una gran estupidez cuando el niño acaba de despertar y esta tan cansado que parece ya no querer estar más en este mundo.

Y Nobuyuki actualmente, no quería estar cerca del hombre que supuestamente era su 'tio' de sangre por parte de su madre.

Él niño ahora solamente desea que ese hombre desaparezca de su vista, esta muy enojado con él. ¿Y cómo no estarlo? Casi mata a su madre.

"Quiero volver a dormir." Dijo simplemente mientras su cuerpo tambaleaba y casi cae al suelo, pero al menos el amable de Tanjiro sujetaba al pequeño niño de la mano para cuando caiga cansado este lo pueda levantar antes de caer al suelo.

"Vamos Nobuyuki, tienes que disfrutar un poco del sol e ir acostumbrándote a estar despierto durante el día." Explicó Tanjiro al pequeño niño que solamente quería dormir.

"Pero no necesito estar despierto durante él día, mamá y yo salimos en la noche..." Dijo el niño mientras caminaba de mala gana juntó al adolescente y al adulto.

"Pero los niños suelen salir durante él día, y tú eres un niño Nobuyuki, tienes que disfrutar lo que es la juventud." Incitó Tanjiro.

"... ¿Por qué tengo que estar despierto durante el día?" Pregunto Nobuyuki al adolescente.

"Porque durante el día es cuando el mundo esta despierto, las flores se despiertan, las personas se despiertan... Él día es un momento que se debe aprovechar al máximo." Informó el pelirrojo al niño.

Nobuyuki simplemente se quedó en silencio ante eso... El chico Kamado tenía un punto, pero aún así, no le gustaba ser despertado tan temprano, y más si eso significaba que su madre no lo acompañaría hoy.

A el niño simplemente le quedó ver a sus alrededores, tratando de enterarse de lo que estaba ocurriendo entre tanto bullicio.

...

Él dejó de caminar al ver un sitio en específico.

Habían un montón de niños rodeando el lugar, y delante de ellos se encontraba una especie de caseta.
De repente, unas cortinas en la caseta se abrieron y se pudieron ver unas cosas de trapo extrañas moverse.

... Que extraño era aquello...

Sanemi se fijó junto a Tanjiro en como Nobuyuki parecía interesado en aquella actuación de títeres.

¿Y cómo no? Después de todo, los shows de títeres son principalmente para que los niños los disfruten, y Nobuyuki es un niño pequeño.

...

Tanjiro y Sanemi simplemente se acercaron al show de títeres, Nobuyuki apenas se enteró, pero parecía feliz ante el hecho de poder ver mejor aquella actuación.

Los tres se quedaron viendo el show, el adulto y él adolescente no se atrevían a quitarle el entretenimiento al pequeño niño.
El se merecía este momento de paz.

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En un lugar lejano, se podía ver a un hombre con traje elegante, sentado delante de un escritorio lleno de tubos de ensayo y pipetas, este parecía concentrado en lo que estaba haciendo.

El hombre parecía tan concentrado...

Pero entonces sacó un suspiro y pegó con fuerza el escritorio, eso causó que los objetos hechos de cristal explotarán de una.

"... Otro fracaso más... Aún sin poder avanzar hacia la completa perfección..." Murmuró con un tono enojado, se le notaba muy molesto.

Todo se quedó en completo silencio... Lo cuál pareció ser un alivió para aquel hombre.

Pero cómo siempre, cuando una persona busca el silencio absoluto, lo tiene más difícil de conseguir.

Se escuchó cómo una biwa fue tocada, y al momento tenía a una mujer detrás suya, sentada, con la mismísima biwa en sus manos.

"... Lord Muzan, la primera luna creciente desea hablar con usted..." Informó la mujer con la cara casi completamente tapada con su cabello al hombre de aspecto elegante.

"... Tráelo aquí." Ordenó el hombre con el nombre de Muzan.

La mujer volvió a tocar un acorde de la biwa, y al parecer eso hizo que una nueva persona apareciera en la sala... Aunque más bien era un monstruo.

Un hombre con seis ojos en el rostro, marcas curiosas decoraban su rostro, tenía una cabello muy largo y salvaje, y su altura solamente contribuía a su altura monstruosa.

Muzan ni se molestó en mirarlo hasta después de unos segundos, debe de admitir que se sorprendió al ver al hombre.
Aunque este tipo siempre le trae alguna que otra sorpresa, no se esperaba para nada algo así.

Un árbol estaba atravesando a su luna superior, pero un árbol normal nunca haría eso...

Pudo sentir como el árbol parecía ser otro ser vivo, algo con conocimiento, instinto...

No era muy diferente a sus propios demonios...

"... Vaya, vaya." Una sonrisa se formó en el rostro de Muzan mientras se acercaba a la luna superior uno. "Por fin trajiste algo interesante..."

Mi mamá es muy raraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora