Violentometro | Anti-Duxino (reescribiendo)

-Descalificar-

Aquino se sentía cada vez más inseguro de sí mismo, si Duxo lo amaba tanto, ¿Por qué lo trataba de esa manera?

Aveces el castaño evitaba a Duxo por las mañanas y se levantaba temprano para poder comer lo que sea que le plazca sin ser interrumpido por comentarios hirientes. Aveces el pelinegro se pasaba con sus "bromas" o con sus comentarios y cada vez que lo enfrentaba, el era quien quedaba mal.

La anterior noche tuvieron una discusión por lo mismo, según Duxo, Aquino no paraba de comer comida chatarra y el castaño al enfrentarlo, vio con temor como el azabache alzaba su mano con la intención de abofetearlo.

Flashback

Era una noche fría puesto que en lima cuando era invierno siempre hacía un frío horrible durante las noches. Aquino se encontraba acurrucado entre cobijas comiendo chucherias mientras veía la tele en completa paz y tranquilidad.

El castaño estaba más que cómodo, de un momento a otro,  llegó aquel azabache y al verlo comer tantos dulces en un plato, soltó uno de sus tantos comentarios llenos de veneno.

-Te dije que dejarás de comer tanto de eso, te vas a hacer gordo.- Soltó con asco y Aquino solo lo volteó a ver, estaba pensando en no decir nada pero Duxo lo hizo explotar al no parara de hablar. -Si de por sí con esa sudadera tuya tu cuerpo se deforma, imagínate si sigues comiendo como un atragantado.-

-¡Ya para, Duxo! Quiero comer en paz, estar en paz, pero parece que es imposible contigo aquí.- se levantó del sofá y apago la televisión, lo mejor sería irse a la habitación a ver videos en su celular. Su trayecto fue interrumpido por una voz.

-Aquino...- La frialdad en su tono fue reconocible al instante, el castaño volteó con duda, viéndolo directamente al rostro.

-¿Qué?- Pregunto, pero sintió un agarre en sus hombros.- Para Duxo, no uses tanta fuerza que lastima.- se intento apartar.

Y entonces fue ahí cuando inicio todo, se insultaban hasta más no poder y decían lo que pensaban uno del otro. Pero todo tiene un límite y Duxo lo alcanzo después de que Aquino se la pasara recalcándole lo mucho que detestaba varias cosas de él.

-¡Odio siempre cuando me dices que comer o no! ¡Es mi puta vida, si tu no eres feliz conmigo por mi apariencia solo termíname y ya!- Duxo ya no pudo más y de la rabia, alzó su mano con la intención de abofetearlo, Aquino lo sostuvo del antebrazo, evitando que la palma de Duxo estampara contra su mejilla.  -¡¿Qué carajos intentas hacer?!-

-¡Puta madre Aquino, nunca eres capaz de entender que lo hago por tu bien, que te lo digo por tu bien, porque no quiero que se burlen de ti!- Le gritaba sin parar, el ojimiel solo soltó bruscamente el brazo de Duxo y se separó de él. -¡Si no sabes valorar mi cariño entonces lárgate de aquí!- Aquino soltaba lágrimas de rabia pero a la vez de tristeza. Amaba a Duxo pero el castaño no quería seguir sufriendo inseguridades por culpa del azabache.

Al ver a Duxo relajar su semblante, supo que sus palabras no las dijo con intención de lastimarlo, solo fueron un pequeño impulso causado por la rabia.

-¡Perdóname Aquino! No quise intentar golpearte, perdóname si te dije cosas horribles, soy una horrible persona, espero me perdones, no lo volveré a hacer siempre y cuando no me provoques...- el ojilila se agachó a la altura del menor y lo abrazo como si con eso fuera suficiente para que lo perdonara.

Y así fue.

Aquino lo perdonó.

Y nada paso.

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