II: Un Encuentro Formidable

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Vemos cómo la luz del sol poco a poco cubría el hermoso césped del parque, el cual ondeaba con la suave brisa fría y fresca del lugar. Se veían también cómo hojas de árboles caían lentamente hacia el suelo, o simplemente el viento se las llevaba a quién sabe qué lugar de esta ciudad. En eso, seguimos una hermosa hoja de color verde que cae en la nariz de un pendejo. Así es, ese tipo era nada más ni menos que un vagabundo de la calle que se levanta. El hombre era viejo y tenía una ropa simple con un abrigo que tenía unos parches.

El vagabundo habla con voz calmada al lector: "¿Qué miras, pendejo? Yo no soy ningún protagonista. Ahora vete, que quiero mear en un árbol."

Obedeciendo lo que decía el vagabundo, nos retiramos del lugar hacia otra parte del parque para divisar a Farnesio y su compañero Aidan. Los dos estaban ahí dormidos, cada uno en su banca. Ellos sin duda alguna descansaban muy pero muy plácidamente. En eso, vemos cómo Farnesio abre sus ojitos viendo el hermoso cielo del amanecer.

Farnesio habla con voz molesta e irritada: "Dios mío, qué horrible la pasé ayer. Me duele todo el maldito cuerpo. Sin duda alguna fue la noche más alocada que pude haber tenido en toda mi vida."

Farnesio bosteza para así ver su fusil, el cual tira al suelo disgustado. Pero digamos que salió mal ya que el fusil disparó una bala al no tener seguro y pues porque Farnesio tenía su dedo en el gatillo y no se dio cuenta de ello. Pero bueno, el disparo alarma a Aidan, el cual despierta exaltado.

Aidan habla con voz asustada y exaltada a Farnesio en inglés: "Mamón, ¿qué carajo sucede? No me digas que volvieron los vagabundos eso."

Aidan observa a un Farnesio que tenía los ojos abiertos al máximo y que respiraba agitado. Sin duda alguna, se había llevado un tremendo susto cuando escuchó el sonido del disparo.

Simplemente no esperaba eso. Pero bueno, Aidan se sienta en la banca y deja su fusil en el suelo para decirle a Farnesio que es mejor que boten esas malditas armas. Y pues, Farnesio dice que sí, es mejor que lo hagan antes de que los vean y llamen a la policía.

Así que ellos se levantan, van hasta unos árboles y los ponen detrás de estos, donde la gente no podría verlas. Y si las encuentran, daba igual, no había nadie que los pudiera inculpar por ello. Y como no había registro de huellas y mucho menos la tecnología para eso, pues Farnesio sintió seguridad al dejar las armas. Pero bueno, después de eso pasa un rato y ahora los vemos caminando por la calle de Londres.

Aidan habla con voz calmada y animada a Farnesio en inglés: "Compañero, es hora de ir a obtener el trabajo de basureros, pero antes de eso vamos a comer algo."

Farnesio habla con voz calmada a Aidan en inglés: "Pero chamo, ¿no ves nuestros rostros? Estamos todos amoratoneados por los golpes de ayer."

Aidan habla con voz calmada y animada a Farnesio en inglés: "Tch... eso da igual. Si nos preguntan decimos que fue porque nos caímos de una escalera."

Farnesio habla con voz calmada a Aidan en inglés: "Woah... sin duda alguna la mejor excusa que se nos ocurrió dirán ellos."

Aidan habla con voz calmada y animada a Farnesio en inglés: "Ya veremos qué les decimos a ellos, pero entrar entramos porque al final casi nadie quiere recoger la porquería de otros. Así que si llegamos a un lugar falto de trabajadores nos aceptan."

Farnesio simplemente mira hacia el frente y ellos siguen caminando por las calles de Londres, las cuales poco a poco se iban llenando de transeúntes que iban al trabajo a pie o hacer otras actividades.

Pero bueno, vemos a este dúo llegar a un puestico en la calle el cual vendía panes, galletas, dulces, cigarrillos, periódicos y otros productos varios. En eso vemos a Farnesio pedir dos panes rellenos de queso. Tras recibirlos y pagar, ve a Aidan leyendo el periódico mientras fumaba.

Azur Lane: Las Aventuras De Un Bastardo Sin GloriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora