V: El comienzo de una etapa

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Eran las 8:30 de la mañana en Londres, un frío día del 23 de marzo de 1937

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Eran las 8:30 de la mañana en Londres, un frío día del 23 de marzo de 1937. Nuestro dúo se encontraba en el camión de basura, acompañado por el astuto Cracker Claigeann. Este último tenía un ojo puesto en ellos y otro en el camino, listo para indicarles hacia dónde debían dirigirse y hacer las entregas. La tensión era palpable mientras avanzaban por las calles bañadas por los rayos del sol primaveral, que golpeaban sus cabezas y torsos.

De repente, Cracker Claigeann le advirtió a Aidan que girara a la izquierda. Sin dudarlo, Aidan giró rápidamente en cuestión de segundos. Luego, recibieron la siguiente orden de girar a la derecha, y en pocos segundos, otra vez a la derecha. La última instrucción fue estacionarse frente al portón de un taller de mecánicos.

El portón se abrió rápidamente al acercarse, y Aidan condujo el camión hacia adentro. Una vez estacionados, el sonido del portón cerrándose resonó en el ambiente. Nuestro dúo observó asombrado cómo el lugar estaba lleno de personas expectantes.

Poco a poco, varias escaleras fueron colocadas en la tolva del camión, permitiendo a las personas subir y entrar con cuidado. Sacaron con delicadeza una pequeña capa de bolsas de basura, revelando también cajas de madera. Con gran emoción, comenzaron a abrir las cajas una a una. En total, eran cinco cajas, y de ellas iban extrayendo botellas de bebidas alcohólicas, como si fueran tesoros ocultos.

Mientras todo esto ocurría, Cracker Claigeann se bajó del camión para supervisar la entrega. Antes de descender, le pidió a Aidan que apagara el motor, y él obedeció de inmediato. Ahora, nuestro dúo se encontraba abajo, con los nervios a flor de piel, observando cómo la escena se desenvolvía ante sus ojos.

Farnesio susurra con voz nerviosa a Aidan en inglés: "¿Y si nos atrapan? ¿Qué haremos? No me quiero ir a la cárcel tan joven". Lo dice mientras muerde ansiosamente la punta de la uña de su pulgar derecho, sus ojos llenos de temor reflejando su preocupación.

Aidan suspira tensamente, respondiendo en un susurro nervioso a Farnesio en inglés: "No me recuerdes que podría acabar en la cárcel si la policía llegara a este lugar". Mira fijamente el espejo retrovisor izquierdo, observando cómo las botellas de alcohol descienden, su rostro reflejando una mezcla de inquietud y cautela.

Farnesio, buscando distraerse de la tensión, posa su mirada en las donas y el café que quedan. Sin dudarlo, comienza a comer y beber ansiosamente, sus acciones reflejando su nivel de nerviosismo. Sin embargo, su actitud descuidada fastidia a Aidan, quien deseaba disfrutar tranquilamente de su café. Aunque molesto, Aidan decide mantenerse en silencio, consciente de la situación en la que se encuentran dentro de la cabina del conductor.

Mientras tanto, afuera de la cabina, vemos a Cracker Claigeann entablando una conversación con alguien. Su tono de voz se vuelve serio y calmado, transmitiendo determinación y confianza. En inglés, dice: "El Jefe está probando una nueva forma de traficar alcohol. Planea utilizar los camiones de basura". Luego, coloca un cigarrillo en su boca, encendiéndolo y exhalando una bocanada de humo, su expresión mostrando una actitud despreocupada pero alerta.

Azur Lane: Las Aventuras De Un Bastardo Sin GloriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora