Prologo

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Es un día lluvioso en una ciudad común y corriente de Hispanoamérica. Las gotas de agua caen por todos lados, mojando todo lo que estuviera expuesto a la intemperie. Lo bueno es que era una lluvia suave, más que una lluvia fuerte, ya que con eso se evitaban inundaciones no deseadas.

Pero dejando de lado el clima, iremos hacia un edificio para así entrar por la entrada de este y de ahí ir por las escaleras hasta llegar a cierto piso, en donde vemos a un joven caminando. El cual estaba mojado seguramente porque la lluvia lo agarró mientras caminaba. Se escucha cómo él maldecía el que ahora estuviera todo empapado de agua.

El chico habla con una voz de fastidio: "Carajo, esa lluvia del diablo me agarró en medio camino. A veces me pregunto por qué al principio llueve fuerte y para al rato llover no tan fuerte. Sea como sea, me mojé por esa lluvia y me tengo que poner a lavar la ropa y bañarme, o me enfermaré. Y eso es lo menos que quiero".

Vemos cómo el joven llega a un apartamento, parándose frente a este para acto seguido sacar una llave que tenía guardada dentro de sus pantalones. Así, se pone a buscar la llave, tardando unos segundos. Al encontrarla, va y la encaja en el bocallave para después quitarle el seguro a su puerta, siendo dos seguros los que quita. Al hacerlo, saca la llave y con su mano derecha abre la puerta al girar la perilla de la puerta. Así se ve el interior del apartamento, el cual estaba a oscuras todo.

Pero bueno, el joven entra y prende la luz, viéndose lo que es la sala de estar, la cual no era muy grande y lo que tenía era simple: un sofá pequeño, una mesa la cual tenía una silla y, pues, también había una televisión y, por último, como decoración dos materos los cuales tenían unas matas. Volviendo al tema, vemos cómo el joven ya había cerrado la puerta, puesto seguro y pues ya había ingresado a otro lado de su apartamento. Yendo tras él, nos metemos en un pasillo estrecho.

Al ir por este, vemos otra habitación, la cual era una cocina pequeña. Siguiendo adelante, llegamos al final del pasillo. Al final de este hay una habitación que tenía la puerta cerrada. También hay otra habitación en la cual al parecer servía como almacén y por último hay un baño el cual también es pequeño. Vemos cómo el joven entra al baño.

Mientras el joven se bañaba, el tiempo transcurre y tarda como dos minutos bañándose. Al salir, sale con una toalla que cubre su abdomen hasta las rodillas. El joven camina y entra a la habitación con la puerta cerrada. Él abre la puerta y vemos por un segundo que lo que había atrás era simplemente su dormitorio de este. Pasa el tiempo y al rato sale el joven, el cual vemos que entra al baño en donde dejó su ropa mojada y empapada. El joven agarra todo y camina a la habitación que parece almacén.

Al entrar, seguimos al joven y vemos que en esta habitación este guardaba cosas como zapatos, ropa sucia y demás objetos. También podemos ver que tenía una lavadora y, pues bueno, este se pone a lavar. Mientras se lavaba la ropa que metió, él sale de esta habitación para así seguirlo y ver cómo entra a la cocina y, pues, el joven comienza a prepararse un café.

El joven habla con voz cansada: "Ay, mientras se lava la ropa, me haré un buen cafecito con un pancito y me sentaré a jugar Azur Lane".

Dicho y hecho, el joven se hace su café y con ello busca un pan que tenía guardado. Al obtenerlo, acto seguido va a la mesa que había en su sala de estar y se sienta. Así, saca su teléfono del bolsillo de su pantalón y busca su dichoso juego. Al encontrarlo, entra y comienza a jugar, aunque no tenía mucho que hacer después de todo, para eso estaba el modo automático. Pero bueno, mientras jugaba se comía su pancito y bebía su cafecito.

En la mente del joven, este piensa lo siguiente: "Otro día más en el que me levanto de mi cama para hacerme el desayuno y después ir a trabajar y volver casi a las seis de la tarde. Sin duda alguna, esto es vivir la vida. A quién le miento, es demasiado repetitivo y aburrido".

Azur Lane: Las Aventuras De Un Bastardo Sin GloriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora