ANTERIORMENTE.
— Increíble— murmura cerrando los ojos, pero no tarda mucho en abrirlos de nuevo— Bueno, gracias Gil.
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EN LA ACTUALIDAD ;; EN EL CAMINO.
— Así que la prisión Baste y la Necropolis, iré a visitar ambas ¿te parece?— habla Meliodas como si no hubiera pasado nada.
— Ya comprendí, te aprovechaste de esta situación y entregue la ubicación de sus amigos, astuto— reconoce con su máscara de frialdad.
— Terminemos esto después— el rubio baja su tono de voz.
— Por supuesto que no— se niega el caballero sacando su espada e ir tras Meliodas. Más no contaba con que el pecado de la traición se pusiera en medio de ambos en protección del rubio, aún así, sin remordimiento Gilthunder apuñala a la mujer justo en su estómago pero está no muestra algún signo de dolor o agonía en cambio le dedica una sonrisa zorruna.
— No se si tienes algún problema auditivo pero no me interesa, él dijo que esto se acabó— ante la última frase su tono se vuelve sombrío— ¡Diane!
— Si, capitana— la gigante obedece la orden silenciosa qué le dio su superior tomando al caballero sacro entre su mano.
— Sueltame— exige provocando unos rayos que envuelven su cuerpo y parte del brazo de Diane qué no le causa tanto dolor.
— Tengo una cosa bastante clara y es que las mujeres odiamos a los hombres ¡qué nos lastiman!— refuta con enojó la chica gigante antes de lanzarlo lejos del bosque.
— Diane, muchas gracias— habla Meliodas— Ay, tu abambrazo se arruinó.
— Ay.
— ¡Oye, te crees muy valiente por hacerme eso! ¡Eres un cerdo!— llega gritando un enojado Hawk con la princesa a su lado— ¡La próxima te daré un golpe yo!
— Díganme si los tres están bien— masculla Elizabeth.
— Si.
— Oigan ¿Donde está ese cerdo?— cuestiona Hawk mirando a todos lados sin encontrar al caballero.
— Tu también eres un cerdo— repone el rubio abrazado de la cintura de su pelirroja.
— Huele rico— dice Diane limpiando su boca. Hawk chilla con molestia apretando sus dientes.
— Señor Meliodas, señorita Zaenna, están heridos— Elizabeth corre a revisar las heridas de sus mayores quedando horrorizada al poder ver el bosque a través del estómago de Zaenna.
— No te preocupes Elizabeth, estaremos bien— asegura la capitana tomando el hombro de la joven.
— P-pero tienen mucha sangre y puedo ver el bosque a través de usted, señorita.
— ¡Oye! ¡Deja de estar de encimosa con los capitanes, estar a su lado es mi trabajo! ¿Te quedó claro?— vocifera Diane celosa.— ¡Yo seré quien cuide de sus heridas!
— ¡No vieron, ese grosero me golpeó muy feo en el trasero!— Meliodas se acerca a vacilar con él.
— Chicas no pueden estar peleando, a partir de hoy seremos compañeras y no quiero disputas entre nosotros— interrumpe la capitana mirando a Diane y a Elizabeth sucesivamente.
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𝗠 𝗢 𝗡 𝗦 𝗧 𝗘 𝗥 ;; 𝗡𝗡𝗧
Fiksi PenggemarHan estado juntos desde hace mucho tiempo, incluso antes de la guerra santa enfrentando retos qué los quieren separar pero han podido mantenerse juntos. Ahora un nuevo viaje comienza y nuevos obstáculos se acercan para obtener la paz que sus corazon...