Lo que aprendí gracias al dolor.

NECESITO CURAR LA HERIDA QUE DEJASTE.

Cuando te pienso todavía me dueles de una manera que hacía tiempo que no sentía. No es porque te quiera, no es porque quiera recuperar nuestra amistad, simplemente es porque esa herida sigue abierta. No la he sabido curar bien.

Cuando veo que ella sigue intentando saber de mí me acuerdo inmediatamente de ti, y entonces rebusco entre la galería nuestras conversaciones, para así rememorarlas y... no sé, ver si algo cambia. Realmente no sabría decir si lo que siento es melancolía, pena o rabia por cómo sucedió todo, y no hablo solo de nuestro final.

A veces me dan ganas de llorar, y la verdad es que ver lo que pasamos juntos me derrumba, aunque nunca fuimos nada más que amigos. A veces un amigo te puede hacer más daño que un amor, aunque tú... tú para mí fuiste ambos.

Te quise en su momento como no había querido a nadie, y con el tiempo ambos nos dimos cuenta de que ese amor probablemente no era sano. No supe —o no pude— controlar mis sentimientos y acabó jodiendo nuestra amistad.

Pero desde luego sé que no toda la culpa es mía, que no solo yo hice algunas cosas mal, sino que ambos tuvimos parte de culpa en vernos obligados a despedirnos de aquella manera. Despedirnos de una manera que lo único que hizo fue romperme en pedazos, y aunque al poco tiempo fingí estar bien, la realidad es que esta herida tarda mucho más en curarse de lo que yo creía. Quizás por pensar que no me había afectado tanto, quizás porque enseguida encontré a gente en la que apoyarme y con la que ser feliz... hay tantos quizás que no sé cuál de todos elegir.

La realidad de todo esto es que aunque ya no te quiera me sigues doliendo y no sé cómo deshacerme de este dolor. No sé si necesito otra última conversación contigo (aunque ya sé por experiencia que no suele salir bien), si necesito la valentía y el valor suficiente para borrar todos tus recuerdos o si quizás dejarlo todo como está es lo ideal.

Todavía no he borrado nuestras conversaciones y tus fotos no porque no pueda, porque a veces sí que consigo reunir el suficiente valor para hacerlo, sino porque eres una parte de mi vida que vino y se fue en menos tiempo del esperado, pero que me ayudó a crecer como persona y que me ayudó a ser un poco más feliz y a quererme un poco más. Has formado parte de mi vida y eso no me gusta borrarlo, menos todavía cuando el único recuerdo que tengo son cuatro conversaciones y una foto tuya.

Tengo muchos recuerdos en mi galería que no le encuentro el sentido a seguir teniéndolos, pero tampoco a deshacerme de ellos. No creo que borrar todo lo que me une a personas de mi pasado sea la solución, porque soy quien soy gracias a ti y a todas esas personas con las que quizás ya no hablo, pero que fueron muy importantes para mí en ese instante.

Quiero seguir recordándote, pero quiero hacerlo sin dolor.




- H.